Chistes de Ahorita

Estos son los 22 chistes de ahorita y más graciosos bromas sobre ahorita que matan de risa. Lea chistes acerca ahorita que sean buenos chistes para niños y amigos en español.

Tabla de contenidos


Los Mejores Chistes de Ahorita

Estos son nuestros mejores frases chistosas de ahorita. Diviértete con un buen bromas de ahorita en español con sencillo humor de ahorita y fotos para reir.

  1. Mario le dice asombrado a José:
    ¿Por qué andas tan estudioso?
    Porque mi papá me da $10 por cada nota buena que le enseño.
    ¿Y cuánto llevas?
    Pues hasta ahorita nada, ¡Le debo 80 pesos!



Chistes de ahorita muy buenos y graciosos

Los chistes de ahorita para niños y para amigas muy buenos y graciosos siempre son un éxito en las fiestas. La risa está garantizada cuando se comparten estas ahorita bromas divertidas.

Era una vez un ciempiés que andaba afuera de su casa, y en eso una gallina se lo quería comer, y corre desesperado a la puerta de su casa, y le grita a su mamá:
- ¡Mamá, mamá ábreme la puerta porque la gallina me quiere comer!.
Y la mamá responde:
- Ahorita voy hijito, nomás déjame ponerme los zapatos.

Un borrachito está parado en la calle y le pregunta a una señora que va pasando.

.¿ disculpe dónde está la acera de enfrente ? ella le señala hacia el otro lado de la calle. Y él le dice ¡ cómo!!! si ahorita me mandaron de allá para acá!......

Estaba una señora cociendo frijoles, en eso necesita un ingrediente que no tiene y le dice a su marido:
Ahorita vengo, voy a la tienda, por favor cuida los frijoles.
El marido no muy preocupado de lo que decía su mujer encendió el televisor, y se puso a mirar hasta quedarse dormido.
Después de dos horas llega la señora y ve al esposo durmiendo, va a la cocina y sale gritando:
¡Viejo, viejo, se están pegando los frijoles!
A lo que le contesta:
¡Déjalos que se partan la cara!

Era un día común y cualquiera, en eso un señor toma su bicicleta y se va a la tienda a comprar, se baja de ella y acomoda la bicicleta en la orilla de la banqueta de una calle y se mete a comprar. Al poco rato pasa una patrulla y le dice:
Señor por favor, ¿Podría quitar su bicicleta?
El señor responde:
¿Por qué he de quitarla si no estorba?
El policía responde:
Lo que sucede es que por esta calle va a pasar el presidente.
El señor responde:
Muchas gracias policía por avisarme, ahorita mismo la quito, ¡No se la vaya a robar también el presidente!

Iba un borrachito a una cantina. Al entrar le dice al cantinero:
Deme una botella para mí, una para usted, y otra para todos los que estén aquí.
El cantinero se las da, y al terminar le pide la cuenta, el borracho contesta:
Ahorita no traigo dinero.
Por lo que lo saca a golpes. Al día siguiente vuelve a ir y dice:
Dame una botella para mí, una para usted, y otra para todos los que estén aquí.
El cantinero se las da, y al terminar le pide la cuenta, el cantinero le cobra la cuenta y el borrachito contesta:
Se me olvidó traer el dinero.
Por lo que otra vez el cantinero la saca a patadas.
Al tercer día el borrachito vuelve a la cantina y le pide al cantinero:
Dame una botella para mí, y otra para todos los que estén aquí.
El cantinero le pregunta:
¿Y a mí por qué no me mencionó?
Porque usted es bien violento cuando toma.

Estaba un borracho caminando tranquilamente en la calle y de repente se encuentra un muerto tirado debajo de una caseta telefónica y decide llamar a la policía:
Buenas noches, usted está hablando a la estación de policías, ¿cuál es su problema?
He encontrado a un muerto dice el borracho.
Está seguro de que está muerto.
Sí, señor estoy seguro.
Muy bien, en que calle se encuentra.
Espéreme, le vuelvo a llamar ahorita.
Entonces el borracho se dirige a ver el nombre de la calle y apresurado regresa al teléfono y vuelve a marcar.
Buenas noches usted está hablando a la estación de policías, ¿cuál es su problema?
Soy el del muerto.
Ah sí señor, ¿cuál es la calle?
Es... a ver, déjeme volver a ir a ver.
Vuelve a ir a ver el nombre de la calle y esta vez lo va repitiendo en su mente.
Buenas noches, usted está hablando a la estación de policías, ¿cuál es su problema?
Soy yo el del muerto.
Ah sí, usted, ¿cómo se llama la calle?
Ah, es... otra vez se me olvidó.
Va varias veces y siempre a la hora de marcar se le olvida el nombre de la calle.
Hasta que por la décima vez habla:
Buenas noches, usted está hablando a la estación de policías, ¿cuál es su problema?
El del muerto.
Ah otra vez usted, señor, ahora sí dígame como se llama la calle.
Libertad.
Pero por que no lo dijo antes si no está tan difícil.
¡Es que el nombre de la otra estaba tan difícil que mejor moví al muerto!

Curiosidad infantil:
Se acerca el niñito a su mami y le pregunta:
Mamita, ¿Tú crees en los angelitos?
Por supuesto mi hijito.
¿Y es cierto que los angelitos vuelan?
¿Por qué lo preguntas hijito?
Es que ayer oí a mi papi que le decía a la sirvienta "vengase conmigo mi angelito"
Ven conmigo a ver a la sirvienta, y veras como ahorita sale volando.

Había una vez dos niños uno pobre y uno rico.

Era época de navidad, y el niño rico recibió muchos juguetes. El niño rico le preguntó al pobre:
¿Y a tí que te trajo Santa?
Un topoto, le contestó el niño.
¿Qué es eso?, preguntó el niño rico.
No te puedo decir, le contestó.
Horas después el niño rico va con su papá y le dice:
Papá, papá, quiero un topoto.
¿Qué eso?, preguntó el papá.
El niño le contesta:
No sé, pero mi amigo lo tiene y no me dijo lo que era.
El papá va con el niño pobre y le dice:
Te doy todo lo que recibió mi hijo si me enseñas tu "topoto".
Está bien, pero primero traiga los juguetes, contesta el niño pobre.
15 minutos después llega el señor con los juguetes y le dice al niño pobre:
Aquí están los juguetes, ahora ve por tu mentado topoto.
El niño le contesta:
Esta bien, ahorita voy por mi "topoto".
El niño se va caminando y se mete al baño, agarra el tubito de cartón del rollo de papel, camina hacia afuera y le dice al papá y al niño rico:
Aquí está, esto es un topoto.
El señor le contesta:
¡Eso es un tubo de cartón!
Deje, le muestro, dijo el niño pobre, y se puso el tubo en la boca y empezó a cantar:
To-po-to-,topo-to-topo.

dice q estaba batman y robin en una fiesta
y estaba bien borracho batman, y en eso le pregunta robin ¿cuando voy a manejar el batimovil, y batman le da las llaves ya que el no lo puede manejar ahorita, y dice q estaba muy emocionado arranco el auto, y dice que metia 1,2,3,4,5,6 y le dice batman vos robin dame un beso, y robin dice p**... yo no soy hueco, y batman dice no seas pajero si el batimovil no tiene palanca!!!!!!!!!!!

El patrón una persona muy recta
Iban dos trabajadores atrás del patrón, el patrón era una persona muy recta y de conducta intachable entonces, le dice uno al otro:
Oye Manuel, ¿Es cierto que los cocodrilos vuelan?
Y Manuel le responde:
¿Quién dijo eso José? ¡Que no te oiga el patrón porque ahorita mismo nos corre a los dos! ¡Eso me lo dijo el patrón!
Bueno, sí vuelan, pero muy bajito.

Un señor se quiere suicidar por deudas que no puede pagar.

Estando a punto de hacerlo llega un amigo y le dice:
¡No! ¿Estás loco? ¿Por qué mejor no le vendes el alma al diablo? Ese te da el cheque de una vez.
Y el amigo le contesta:
¿Tu crees?
Sin pensarlo se dirige a su casa e invoca, con velas y humo. Entonces, empieza a salir rayos y centellas y en ese momento aparece un diablo de unos 50 centímetros de alto, y el hombre le pregunta:
¿Tú eres?
Y el diablito le responde:
Mira, dice mi papá que te mates porque ahorita no tiene dinero.

Iban dos trabajadores atrás del patrón, el patrón era una persona muy recta y de conducta intachable entonces, le dice uno al otro:
Oye Manuel, ¿Es cierto que los cocodrilos vuelan?
Y Manuel le responde:
¿Quién dijo eso José? ¡Que no te oiga el patrón porque ahorita mismo nos corre a los dos! ¡Eso me lo dijo el patrón!
Bueno, sí vuelan, pero muy bajito.

Había dos amigos que querían hacer una fiesta.

Los oyó una gorda, pero gorda, y les dijo que podían hacer la fiesta en su casa, y que ella ponía todo para la fiesta. Llegó el día de la fiesta y todos estaban bailando y disfrutando y la gorda estaba sentada en una esquina. Viene un borracho y le dice a otro:
Oye, saca a la gorda.
Y el otro le contesta:
¡Yo no, sácala tú!
Al ver que nadie la sacaba le dijeron a otro borracho:
Oye, saca a la gorda.
Y el borracho les contestó:
No se preocupen que ahorita la saco, y grita:
¡Oye gorda, vete a tu casa!

Un día un abuelito les estaba contando una de sus historias a sus nietos.


Entonces, dice:
Cuando fui a cazar leones iba con unos amigos, y me dejaron solo en medio del bosque.
De repente se empezaron a mover unos arbustos, y de repente GRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR y ZAZ.
Los nietos espantadísimos preguntaron:
¿Qué? ¿qué pasó después?
Contesta el abuelito:
Me hice popo.
¿Cuando salieron los leones?
Y el abuelito responde:
No, ahorita que hice GRRRRRRRRRRRRRRRRR.

llega una viejita con el doctor y le dice:
Mire doctor, tengo este problema de que me echo muchos gases, auque no me preocupa mucho porque no huelen ni se oyen, por ejemplo ahorita me he echado como 20 y usted ni se ha dado cuenta. ¿Qué puedo hacer?
El doctor le dice:
Tómese estas pastillas y en una semana regresa.
A la semana siguiente llega la viejita y le dice al doctor:
Oiga doctor, ¿Qué me dio que ahora mis gases ya huelen, y muuuy feo?
El doctor le dice:
Muy bien, el problema de la sinusitis está resuelto, ahora trabajaremos en su oído.

Esta era una vez una mamá pescado, con todos sus pescaditos.


Ya se le había hecho tarde, el invierno se aproximaba y todavía no habían emprendido el largo viaje hacia tierras más cálidas. Entonces les dice a sus pescaditos:
Apúrense, vamos a nadar mucho, por nada nos podemos detener, sino nos va a agarrar el invierno.
Empiezan el largo viaje y el más pequeño de todos le grita:
¡Mamá, mamá, mamá!
Y la mamá le dice:
No, ahorita no, apúrate que tenemos que llegar.
Después de un rato, otra vez el mismo pececito le grita:
¡Mamá, mamá, mamá!
No hijo, ahorita no, cuando lleguemos me dices lo que quieras, pero ahorita apúrate, tenemos que llegar.
Después de otro rato el mismo pececito le grita:
¡Mamá, mamá, mamá!
La mamá pez ya impacientada por aquel pequeño, le dice a todos:
¡Alto, alto!, y se dirige a su hijo más pequeño y le dice:
A ver, ¡Qué quieres?
Y el pequeño le contesta:
¡Mamá, es que tengo sed!

LLega el esposo cansado del trabajo y la esposa sonriente le pregunta:
¿Mi amor, me llevas al cine?
Y él le contesta:
Ahorita no mi vida, que no ves que vengo cansado.
Ella le insiste:
Andale cariño, ¿Sí?
Le contesta:
Bueno está bien.
Y se van al cine, estaban viendo la película cuando de repente ella empieza a llorar, y el esposo le pregunta enojado:
¿Por qué lloras, no querías venir al cine? ¿Qué tienes?
Y la esposa le contesta:
¡Hay mi amor, sabes cuántos años tenemos de casados!
Y le dice:
Eso qué tiene que ver, tenemos 14 ó 15, no me acuerdo.
Entonces ella dice llorando:
Tenemos 15 años, ¿Y cuándo me has besado como el actor besa a la actriz? ¿Cuándo?
Y él le dice:
¡Ay mi amor tú sabes cuánto le pagan a ese tipo!

Estaba un señor en un palenque de gallos y llevó a su perico.

Cuando empezaron las peleas de gallos, había un gallo que siempre ganaba sin una herida. El perico miraba que el gallo había ganado muchas veces, entonces le dice a su amo:
Patroncito, patroncito, déjame pelear con este gallo para enseñarle que no sólo él puede.
Y le dice su amo:
¿Estás loco? ¡Te va a matar!
No, ahorita le voy a enseñar que también los pericos pueden, ándele no sea malo, déjeme ir.
No, tu estás loco.
No patroncito, ándele por favor.
Bueno, está bien, pero que conste que te lo dije.
Y los meten al palenque al perico y al gallo y le ponen la navaja y los sueltan en medio del palenque.
Después de un rato regresa el perico cansado y gritando pues el gallo le había pegado un navajazo y regresa con su patrón y le dice:
¡Patroncito, patroncito, présteme su pistola este gallo trae machete!

En un edificio de 20 pisos en construcción tres trabajadores, Pedro, Juan y un atlante a la hora de la comida se reunen los tres, y Pedro dice:
¡Oh!, si mi esposa me preparó nuevamente hamburgesa y papas yo me voy a suicidar.
Entonces, el tipo abre la lonchera, encuentra hamburguesa y papas y se lanza al vacío.
Después Juan dice:
¡Mamma mía!, si mi esposa me preparó spaghetti y fabada otra vez, ¡Yo me mato!
Entonces, el tipo abre su lonchera y encuentra fabada y spaghetti y decide lanzarse al vacío.
Por último el atlante dice:
¡Que si mi esposa me preparó caldo atlante y paella juro por la gloria de mi madre que me mato!
Acto seguido, ve en su lonchera y encuentra lo dicho y se mata.
Después de lo ocurrido se encuentran las tres esposas reunidas llorando y la de Pedro dice:
¡Fue mi culpa!, él estaba harto de hamburguesa y siempre le daba eso, yo lo maté.
La señora de Juan dice:
¡Si no le hubiera dado siempre lo mismo de comer, ahorita él estaría vivo! ¡Fue mi culpa!
Y la esposa atlante dice:
¡Hombre! ¡Y yo que les puedo decir, si mi marido se preparaba el mismo su comida!

Había una vez dos niños uno pobre y uno rico.

Era época de navidad, y el niño rico recibió muchos juguetes. El niño rico le preguntó al pobre:
¿Y a tí que te trajo Santa?
Un topoto, le contestó el niño.
¿Qué es eso?, preguntó el niño rico.
No te puedo decir, le contestó.
Horas después el niño rico va con su papá y le dice:
Papá, papá, quiero un topoto.
¿Qué eso?, preguntó el papá.
El niño le contesta:
No sé, pero mi amigo lo tiene y no me dijo lo que era.
El papá va con el niño pobre y le dice:
Te doy todo lo que recibió mi hijo si me enseñas tu "topoto".
Está bien, pero primero traiga los juguetes, contesta el niño pobre.
15 minutos después llega el señor con los juguetes y le dice al niño pobre:
Aquí están los juguetes, ahora ve por tu mentado topoto.
El niño le contesta:
Esta bien, ahorita voy por mi "topoto".
El niño se va caminando y se mete al baño, agarra el tubito de cartón del rollo de papel, camina hacia afuera y le dice al papá y al niño rico:
Aquí está, esto es un topoto.
El señor le contesta:
¡Eso es un tubo de cartón!
Deje, le muestro, dijo el niño pobre, y se puso el tubo en la boca y empezó a cantar:
To-po-to-,topo-to-topo.

Un señor de mediana edad lleva una hora sentado en un bar mirando la copa sin beberla, cuando llega un camionero alto y gordo y se bebe la copa de un solo trago. El pobre hombre se echa a llorar, y el camionero le dice:
- ¡Vamos, buen hombre, era solo una broma, ahorita le pido otra copa!
El señor le contesta:
- No, no es eso, es que hoy ha sido el peor día de mi vida. Primero, llego tarde al trabajo y me despiden. Luego, al llegar donde había dejado mi coche, veo que se lo habían robado. Camino a mi casa y veo a mí mujer con otro hombre, y me vengo para acá, y cuando por fin iba a terminar con todo esto, llega usted y se toma mi veneno.

Los chistes son una forma popular de entretenimiento que típicamente consta de una anécdota o historia cómica con un final sorpresivo y gracioso. Existen muchos géneros de chistes, como los chistes de niños, los chistes de adultos, entre otros. El propósito principal de los chistes es provocar risa, normalmente atravesando conceptos o situaciones comunes en la vida de una manera humorística y a menudo irónica. La habilidad de contar chistes y hacer reír a las personas es una gran forma de romper el hielo y de conectar con los demás.

chistes de ahorita

Contar chistes de ahorita es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.