Chistes de Velorio

Estos son los 24 chistes de velorio y más graciosos bromas sobre velorio que matan de risa. Lea chistes acerca velorio que sean buenos chistes para niños y amigos en español.

Tabla de contenidos


Los Mejores Chistes de Velorio

Estos son nuestros mejores frases chistosas de velorio. Diviértete con un buen bromas de velorio en español con sencillo humor de velorio y fotos para reir.

  1. Martín estaba trabajando, cuando su jefe le pregunta:
    ¿No va a ir al velorio de su suegra?
    Y él le dice:
    No jefe, primero el trabajo, después la diversión.
  2. Están dos amigos en un velorio y uno le pregunta al otro
    ¿Cómo murió?
    En una pelea
    ¿Cómo sabes?
    Porque en el letrero dice sepelio, aunque aun no logro saber con quién.
  3. LLega un borracho a un velorio y encuentra a dos personas que comentaban al lado del cajón:
    Y pensar que regalaba tanta salud.
    A lo que el borracho contestó:
    Y la verdad que la regaló toda.
  4. Estaban en un velorio y el marido de la mujer muerta grita y dice en voz alta:
    Destápenla, destápenla.
    Y un borracho se levanta y dice:
    Destápenla, que yo la pago.
  5. En un velorio, un amigo del difunto se acerca a la viuda y le dice:
    Lo siento señora, lo siento
    La señora responde:
    No gracias, déjelo acostadito no más.
  6. Están todos en un velorio, y llega una señora y pregunta:
    ¿Quién es el muertito?
    A lo que todos intrigados contestan:
    Pues, suponemos que el que está en la caja.



Chistes Cortos de Velorio

Un chiste cortos de velorio breve puede contarse en casi cualquier momento o situación, puesto que no requiere de demasiado tiempo. Anécdotas cortas acerca de velorio muy bueno y tienen garantizada la risa.

  1. ¿Cómo reconoces a un atlante en un velorio?
    Porque es el único que lleva regalo.
  2. ¿Cómo reconocer a un pastuzo en un velorio?
    Porque es el único que lleva regalo.
  3. ¿Cuál es el colmo del mentiroso?
    Tirarse un ventoseo en un velorio y culparle al muerto.

Chistes de velorio muy buenos y graciosos

Los chistes de velorio para niños y para amigas muy buenos y graciosos siempre son un éxito en las fiestas. La risa está garantizada cuando se comparten estas velorio bromas divertidas.

Había una vez un borracho que entra a un velorio, y llegó haciendo bulla, cantando;

al ver que nadie le seguía la corriente dijo: eh pero que gente tan apagada a ver todos a cantar. Nadie le decía nada. Cuando se acercó al ataúd y lo vio y dijo: con razón está gente no bailaba ¡quien tumbo el bafle!

Eran dos compadres y a uno se le murió su esposa y el otro compadre fue al velorio y estaba muy borracho, cuando de repente se le empezó a salir la baba, el otro compadre le decía:
La baba compadre, la baba compadre, la baba compadre.
Y le contesta el compadre:
Sí lavaba, planchaba y hacía todo el quiacer.

Pepito está en la guerra y el mayor les grita_
- Agáchense!
Y Pepito no hace caso y le disparan.

....
En el velorio la mamá le dice al mayor:
- ¿Por qué se fue, por qué murió?
Y el mayor le responde :
- Porque ese h**... no se agachó!!!!!!!

Velorio

El viejo acaba de morir.
El cura en la ceremonia se manda con los elogios:
- El finado era un buen marido, excelente cristiano, un padre ejemplar!!...
La viuda voltea hacia uno de sus hijos y le dice al oído:
- Anda al cajón y mira si es tu papá el que está adentro.

Un hacendado se va por negocios a la ciudad por dos semanas, y deja todo al cuidado de su capataz.


- Ya sabes, cuida bien todo, no vaya a pasar algo.
- No se preocupe patrón, que nada va a suceder.
- No sé, es que tú eres bien bruto.
Dos semanas después vuelve el hacendado.
- Y, Cholo, ¿Alguna novedad?
- No patroncito, nada ha pasado.
- ¿Estás seguro? Que tú eres medio bruto.
- Bueno, ahora que lo dice, sí pasó algo, se murió su gato.
- ¡Mi gato de angora! ¿Cómo que se murió mi gato?
- Se murió de indigestión.
- ¿Cómo que de indigestión? Si sólo comía atún y caviar.
- Es que comió carne de caballo.
- ¿Qué caballo?
- Su caballo pues patrón, es que se murió y había que aprovechar la carne.
- ¡Bruto! ¿Qué pasó con mi caballo de paseo?
- Se murió del esfuerzo.
- ¿Qué esfuerzo?
- Pues de cargar agua.
- ¡Agua! ¿Para qué?
- Para apagar el incendio.
- ¿Qué incendio?
- El de su casa, pues.
- ¿Mi casa de campo? ¡Qué le hiciste a mi casa!
- Nada, se quemó por la vela.
- ¿Qué vela?
- La del velorio de su esposa.
- ¡Mi esposa infeliz! ¿Qué le pasó?
- Se murió de la impresión.
- ¿Qué impresión?
- ¡Sí! De la impresión de ver a sus hijos ahogarse.
Y el hacendado le empieza a retar al capataz cuando éste suplicando dice:
- ¡Ya no más! ¡Ya no más patroncito! De haber sabido que se iba a poner así, no le contaba lo del gato

Un señor llega ante el acomodador de la tribuna principal donde se celebrara el partido final de la copa mundial de fútbol, el acomodador al ver el ticket que le presenta el señor se da cuenta que tiene uno de los dos mejores y más costosos asientos del estadio, lo dirige hasta el asiento, y nota que el otro esta vacío y le dice al señor:
Caramba, la otra persona que posee el otro mejor asiento del estadio, no ha llegado.
Y el señor le contesta:
Ni llegará.
El acomodador le pregunta intrigado:
¿Por qué? ¿Cómo lo sabe usted?
Y el señor le contesta:
Porque ese asiento era de mi esposa, y ella falleció.
El acomodador le comenta:
¿Y por qué usted no le ofreció ese asiento a algún amigo o familiar?
Y este le contesta:
Porque todos están en el velorio.

Tres personas van a un hotel. La primera entra a una habitación invadida por arañas, la segunda persona entra a una habitación invadida por mosquitos, y la tercera persona entra a una habitación invadida por hormigas. Al día siguiente se reúnen y la primera persona comenta que no pudo dormir porque las arañas lo molestaron toda la noche. La segunda persona dice que él tampoco pudo dormir por culpa de los mosquitos. Entonces, preguntan al tercero si pudo dormir y éste responde:
Yo dormí muy bien, maté una hormiga y todas fueron al velorio.

HABIA UN Y TALIANO,UN FRANCES Y UN CHINO Y YEGAN A UN APARTAMENTO Y EL ITALIANO ba iledise ceñor tiene una avitacion la unica que tengo tiene sancudo y tranquilo que yo lo mato y se fue a la avitacion el sancudo loco loco loco se tira por la ventana y se mata y yega el franses señor señor tiene una avitacion la unica que mequeda es de los sancudo tranquilo yolomato sefue y yega a la havitacion el sancudo loco loco loco y se tiro por la puerta de atras y se mato y yega el chino y dise ceñor ceñor tiene una avitacion la unica que me queda es de los sancudo tranquilo yolomato se fue para la havitacion y los sancudos estaban durmiendo el unico que estaba dispierto esta va cansado el san cudo loco loco loco pannnnnn lo mata el que paso con los sancudos no lo mato- uno-esta muerto-y los _otros estan en el velorio

Había un borracho amigo del difunto en un velorio.

Cuando sacan al difunto en hombros y el borracho quiere cargarlo, lo dejan cargarlo. Entonces, los dolientes le gritan:
¡Saquen a ese borracho que se puede caer la urna!
¡Saquen a ese borracho que se puede caer la urna!
¡Saquen a ese borracho que se puede caer la urna!
Entonces, el borracho enojado contesta:
¡Ay, si se va a matar!

Un pobre hombre estaba acostado en su cama, con una enfermedad terminal, le quedaban pocas horas de vida.
De repente huele el aroma de los tamales recién hechos, fresquitos.
Para él no había nada mejor en el mundo que los tamales de su mujer Chepa.
Haciendo un esfuerzo sobrehumano, baja las escaleras y, dirigiéndose al comedor, empieza a percibir el vapor que lleva el aroma a masa de maíz, carne de cerdo y pollo que desde la cocina emanaba.
Llega hasta la mesa de madera donde se encontraban extendidos los suculentos tamales y toma uno viendo que sus esfuerzos habían valido la pena, sería como su último deseo, cuando repentinamente... zuácate... siente un fuerte golpe de cucharón en la cabeza que merma sus
facultades y casi lo hace caer presa de la debilidad en sus piernas.
Tratando de no desplomarse al suelo hace un giro por voltear la vista, alcanza a ver a su mujer con un cucharón de hierro en la mano, diciéndole:
Ni se te ocurra, carajo ....! son pa'l velorio...!

Iban por la calle muy borrachos dos compadres abrazados lamentándose porque ya no tenian vino, cuando pasaron frente a un velorio:
- Compadre hic, vengase ya sé donde, hic vamos a conseguir alcohol.
Se metieron al velorio hasta llegar a la caja, se voltearon a ver uno al otro y comienzan a cantar:
- Happy birthday too you, happy birthday too you!
Se les acerca la viuda y les dice:
- Oíganme idiotas, ¿qué les pasa?
- Cómo que qué si hic estamos cantando las mañanitas.
- Estupidos, esto no es un cumpleaños es un velorio.
Y se voltean a ver y le dice uno al otro:
- Ya ve compadre hic, le dije que estaba muy grande el pastel para tan poquitas velas hic.
Y voltea y se dirije a la viuda:
- Oiga,oiga ¿y por qué fue la pelea? hic?
- ¿Cuál pelea baboso?
- Pos si hic allá afuera dice: Sepelio a las 2:00.

Estaban dos amigos en el velorio de uno de sus vecinos, uno de cada lado del ataúd, y le dice uno de ellos al otro, como susurrando:
¿Qué pasó, cuándo vas a pagarme los $100.000 que te presté hace dos meses.
El otro se queda sorprendido, y le dice:
Pero, si ya te los mande.
¿A mí?, contesta su interlocutor, más sorprendido aún, y con quién.
El otro le hace un gesto con sus labios echándolos hacia delante señalando al difunto.

Un hacendado se va por negocios a la ciudad por dos semanas, y deja todo al cuidado de su capataz.


Ya sabes, cuida bien todo, no vaya a pasar algo.
No se preocupe patrón, que nada va a suceder.
No sé, es que tú eres bien bruto.
Dos semanas después vuelve el hacendado.
Y, Cholo, ¿Alguna novedad?
No patroncito, nada ha pasado.
¿Estás seguro? Que tú eres medio bruto.
Bueno, ahora que lo dice, sí pasó algo, se murió su gato.
¡Mi gato de angora! ¿Cómo que se murió mi gato?
Se murió de indigestión.
¿Cómo que de indigestión? Si sólo comía atún y caviar.
Es que comió carne de caballo.
¿Qué caballo?
Su caballo pues patrón, es que se murió y había que aprovechar la carne.
¡Bruto! ¿Qué pasó con mi caballo de paseo?
Se murió del esfuerzo.
¿Qué esfuerzo?
Pues de cargar agua.
¡Agua! ¿Para qué?
Para apagar el incendio.
¿Qué incendio?
El de su casa, pues.
¿Mi casa de campo? ¡Qué le hiciste a mi casa!
Nada, se quemó por la vela.
¿Qué vela?
La del velorio de su esposa.
¡Mi esposa infeliz! ¿Qué le pasó?
Se murió de la impresión.
¿Qué impresión?
¡Sí! De la impresión de ver a sus hijos ahogarse.
Y el hacendado le empieza a retar al capataz cuando éste suplicando dice:
¡Ya no más! ¡Ya no más patroncito! De haber sabido que se iba a poner así, no le contaba lo del gato.

abia una vez que el abuelo de pepitoO estaba enfermoO y se estaba muriendo
y la madre de pepitoO le dice a pepito y a su hermana vallen a ver a su abuelo pero no le digan que se esta murendo y hagan todoO lo que el le diga
- y le dice el abuelo quiero escuchar musica y le prenden el radioO
luego dice quiero ver television y le prenden la television
despues dice yo quiero comer galleta con queso y cafe
y pepito le contesta no señor que eso eh pal velorio no señor

Entra un borrachito al velorio de un señor, se dirige al ataúd, observa al difunto y comienza a llorar con mucho sentimiento y a decir:
No somos nada, hip, no somos nada.
Y así siguió llorando y diciendo esta frase, cuando se le acercó una de las personas que también se encontraba en el velorio y le preguntó:
¿Tanto quería a su amigo señor, que le duele mucho su muerte?
El borrachito se vuelve y le contesta muy enojado:
Que acaso no está oyendo que no somos nada, ni familia, ni amigos y ni siquiera conocidos.

Los chistes son una forma popular de entretenimiento que típicamente consta de una anécdota o historia cómica con un final sorpresivo y gracioso. Existen muchos géneros de chistes, como los chistes de niños, los chistes de adultos, entre otros. El propósito principal de los chistes es provocar risa, normalmente atravesando conceptos o situaciones comunes en la vida de una manera humorística y a menudo irónica. La habilidad de contar chistes y hacer reír a las personas es una gran forma de romper el hielo y de conectar con los demás.

chistes de velorio

Contar chistes de velorio es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.