Chistes de Alzo

Estos son los 4 chistes de alzo y más graciosos bromas sobre alzo que matan de risa. Lea chistes acerca alzo que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de alzo para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre alzo para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Era una ves un pollo que alzó una pata y le gusto y alzó la otra y no se cayó porque era superpollo.
  2. Había una vez, un pollito que alzo una pata, luego alzo la otra y se calló.
  3. Cuando Juan recibió su sueldo, en dinero efectivo, como siempre lo hacía el primer día de cada mes, contó cuidadosamente los billetes, uno a uno, agudizando sus ojos y untando el dedo con saliva para despegar con fuerza los billetes.
    Se sorprendió al percatarse que le habían dado 100 dólares más de lo que correspondía. Miró al contador de reojo para asegurarse que no lo había notado, rápidamente firmó el recibo, se guardó el dinero dentro del bolsillo y salió del sitio con la mayor rapidez y discreción posibles, aguantándose, con esfuerzo, las ganas de saltar de la dicha.
    Todo quedó así.
    El primer día del mes siguiente hizo la fila y extendió la mano para recibir el pago.
    La rutina se repitió y al contar los billetes, notó que faltaban 100 dólares.
    Alzó la cabeza y clavó su mirada y muy serio le dijo al cajero:
    - Señor, disculpe, faltan 100 dólares.
    El cajero respondió:
    - ¿Recuerda que el mes pasado le dimos 100 dólares más y usted no dijo nada?
    - Sí, claro -contestó Juan con seguridad-, es que uno perdona un error, pero dos ya son demasiados.
  4. Estaba un hombre caminando por la playa, de repente alzó los ojos al cielo y con toda la devoción que pudo, pidió a Dios que le concediera un deseo. Dios al verlo se apiadó de él.
    Pedid y se os dará, exclamó una voz desde lo alto.
    Mira Dios, tengo una novia que vive en España, yo vivo en Mallorca y me cuesta mucho ir a verla, ¿No podrías construirme un puente que una las islas con la península?
    Eso que me pides, respondió Dios, es un trabajo muy materialista. Tendría que erguir grandes pilares de hormigón que profanarían mis océanos. Debería emplear cientos de toneladas de hierro y asfalto, reflexiona hijo mío, pídeme algo que me honre y glorifique. A lo que el hombre respondió:
    Me he divorciado tres veces, me gustaría tener el don de saber escuchar a las mujeres, comprenderlas, saber por qué dicen no cuando quieren decir sí y viceversa, qué quieren decir cuando callan, por qué lloran sin motivos, ¿Cuál es el secreto para hacer feliz a una sola mujer?
    Dios desde lo alto carraspeó y respondió a su deseo con una pregunta:
    ¿Y de cuántos carriles dices que quieres el puentecito?