Chistes de Ancas

Estos son los 7 chistes de ancas y más graciosos bromas sobre ancas que matan de risa. Lea chistes acerca ancas que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de ancas para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre ancas para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Estaba una mujer cenando en un restaurante, y de repente llama al mesero y le pregunta:
    Oiga joven, ¿tiene ancas de ranas?
    El mesero le dice:
    ¡Sí señora!
    Y la mujer le contesta:
    Entonces, dé un salto, y tráigame un vaso de agua que me ahogo.
  2. - Camarero, ¿tiene usted ancas de rana?.
    - Sí.
    - Pues entonces... ¡pegue un saltito y póngame un cafelito! xD
  3. Ancas de rana En un restaurante:
    – Camarero, camarero, ¿tiene usted ancas de rana?
    – Sí, señor.
    – Bueno, pues brinque hasta la cocina y tráigame mi filete, por favor.
  4. ¡Mesero! ¡Mesero!, ¿Tiene ancas de rana?
    ¡Por su puesto, señor!
    ¡Bien brinque aquí y tráigame un sándwich!
  5. Llega un camarero gitano:
    - ¿Qué le servimos, señor?

    - ¿Tiene ancas de rana?
    - No señor, camino así porque me aprietan los zapatos.
  6. Este es un hombre que va a un bar y pregunta:
    Camarero, camarero, ¿tiene ancas de rana?

    El camarero le responde:
    Sí.
    Y él dice:
    Pues das un salto, y me traes una cerveza.
  7. Camarero, camarero, ¿tiene ancas de rana?
    - Sí.
    - ¡Entonces pegue un saltito y tráigame un café!



chistes de ancas

Contar chistes de ancas es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.