Chistes de Anitos
Estos son los 12 chistes de anitos y más graciosos bromas sobre anitos que matan de risa. Lea chistes acerca anitos que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de anitos para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre anitos para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- Asesina lógica - ¿Por qué Anita mató a sus padres?
- Para poder irse de excursión con el orfanato.
- ¿Y por qué mató a sus tíos?
- Porqué quería ir con sus primos también - Mama:es el primer dia de clases... cuando la profesora te pregunte cuantos años tienes? le dices que siete añitos; cuando te pregunte el nombre le dices Jaimito y si te pregunta sabes leer le dices un poquito.... Maestra:¿como te llamas? Seis añitos....¿cuantos años tienes?jaimito.... ¿me estas tomando el pelo? un poquito.
- Un día Pepito le pregunta a su mamá...Mamá, mamá,la luz se come...?
La mamá le responde, no nene..por qué preguntas eso?
Porque anoche papá le decía a mi prima Anita, apaga la luz y métetela en la boca...!!!! - anita cientate en la maca que sientate en la maca anita..
- No es lo mismo Anita va a la prueba. Que prueba la bananita!!
- En la oficina llaman por teléfono y contesta la secretaria:
Bueno, oficina del señor López.
Y dice la esposa del señor López:
Páseme a mi esposo, dígale que le quiero mandar un beso.
Y dice la secretaria:
Licenciado, su esposa está al teléfono, dice que quiere mandarle un beso.
Y dice el licenciado:
Anita, dígale que se lo mande a usted, y después me lo da usted. - Pepito entra a la escuela y un día la maestra pregunta:
A ver Anita, ¿Cómo comen en tu casa?
Anita contesta, siempre a la francesa.
Entonces, Pepito se queda loco, y la maestra vuelve a preguntar:
A ver Juanito, ¿Cómo comen en tu casa?
Siempre a la italiana contestó Juanito.
Y Pepito seguía sorprendido por lo ricos que eran ahí. Entonces la maestra preguntó:
Pepito, ¿Cómo comen en tu casa?
Y Pepito dijo:
¡A la carta!
Y todos quedaron muy sorprendidos, entonces la maestra vuelve a preguntar:
¿Cómo es eso?
Y Pepito dice:
Mi papá siempre llega, toma las cartas y dice:
¡Ases comen! - El ladronzuelo más joven Tres gitanas están hablando (una está embarazada), y dice una de ellas:
- Ay, pos yo, con mi Richal, hi tinio mucha suelte, que con 5 años, el otro día entró en el Continente, y sin que lo viera el vigilante, se sacó él solito 5 cajas de leche, 4 paquetes de galbanzos, 2 kilos de harina, 12 yugures y 2 litros de pisicola, y así nos hemos pasao el mes sin pasal pizca de jambre ni ná...
Otra gitana cuenta:
- Eso no es ná, mi Kevin con 3 añitos na más, entró el otro día en Expert, y sin que lo viera el vigilante, se sacó 3 lavadoras, 10 minipimers, 2 televisores, 4 vidios y 7 compacdis, y asín vendiéndolo to, hemos llegao mu de sobra a fin de mes...
Y la gitana embarazada dice:
- Pos este questa qui dentro, este va a plometel, que ya es un figura...
Las otras dos le responden:
- ¡AAYYYY! ¿Pero cómo puidis decil eso, si todavía no ha nacío?
A lo que la embarazada responde:
- Sí, pero es que ayel mi picaba el c**..., y cuando mistaba rascando, el c**... se quedó con los anillos. - Esto son 3 gitanas que se encuentran hablando (una de ellas está embarazada)
- ¿Ayyyy… yo, com mi Richal, hi timio mucha suerte, que con 5 años que tiene, el otro día entró en el Carrefú, y sin que lo viera el vigilante, se sacó el solito, 5 cajas de leche, 4 paquetes de garbanzos, 2 kilos harina, 12 yogules y 2 litros de pisicola, y así nos hemos pasado el mes lindo.. lindo. Sin pasal pizca de hambre ni na. Dice una gitana.
- Eso no es na, mi Kevin con 3 añitos na más, entro el otro día en Miró, y sin que lo viela el vigilante, se sacó 3 lavadoras, 10 minipimes, 2, televisores, 4 vidios y 7 compasdis, y asin vendiendolo to, hemos llegao mu de sobra a fin de mes. Dice la otra.
- Y la gitana que estaba embarazada dice:
- Pos este questá aquí dentro, este va a plometel, que ya es un figura.
- ¿AAYYYY!?.... Como puidis decil eso, si todavía na ha nasiiio?
- Si pero es que ayel mi picaba el ****, y cuando mistaba rascando, el **** se quedo con los anillos. - Era el primer día de clases de Pepito y estaba muy nervioso. Su mamá le dice que si le preguntan cuántos años tiene responda 6 añitos, si le preguntan su nombre diga Pepito y si le preguntan si sabe leer diga un poquito. Entonces, Pepito responde en el orden que le dijo su mamá, la profesora le preguntó:
¿Cómo te llamas:
Y Pepito respondió: 6 añitos.
¿Cuántos años tienes?
Pepito.
¿Me estás tomando el pelo?
Un poquito. - Una maestra estaba pasando lista y dice:
¿Juan Hernández?
Presente.
¿Pedro Figueroa?
Presente.
¿Anita González?
Presente.
¿Orlando Trigo?
Me pica el ombligo.
Vuelve al otro día pasa lista y dice:
¿Orlando Trigo?
Me pica el ombligo.
Entonces, la maestra dice voy a tener que hacer algo porque este muchacho me está ridiculizando. Vuelve al otro día, pasa lista y dice:
¿Trigo Orlando?
Me sigue picando. - Anita y Pepe estaban por comprometerse en matrimonio. Pero antes de aceptar, ella decidió confesarse:
- Mira Pepe, me daba mucho reparo decírtelo pero antes de seguir quiero que sepas que tuve un problema de niña y mis senos no se desarrollaron mucho. Los tengo como un niña de 11 años.
- No te preocupes Anita, no me importa que yo te quiero igual. A todo esto, yo también te tengo que confesar algo y es que tengo un rabo del tamaño de un recién nacido.
- No pasa nada Pepe, encontraremos la manera. En esto que tras casarse ella le mete mano y luego escapa corriendo.
- ¿A donde vas Anita?
- Me mentiste, dijiste que tenias un rabo de un recién nacido.
- Y es verdad, pesa dos kilos y trescientos gramos, y mide 43 centímetros.
Contar chistes de anitos es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.