Chistes de Apetito

Estos son los 5 chistes de apetito y más graciosos bromas sobre apetito que matan de risa. Lea chistes acerca apetito que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de apetito para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre apetito para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Luego de comerse tres platos en un exquisito restaurante, el cliente llama al mozo:
    Camarero, todavía me he quedado con hambre, ¿Qué me aconseja pedir?
    ¿Quiere un consejo sincero?
    Pida la cuenta, ¡Y estoy seguro que se le pasará el apetito!
  2. Un anciano se pone a dieta para bajar de peso. Cuando llega a casa le dice a su mujer:
    - Rosa, desnúdate que quiero verte encuerada!
    - En serio? Qué bueno, hace tanto que no lo hacemos...
    - No es eso, necesito algo que quite el apetito.
  3. era se una mañana, luego de una noche caliente, donde ,el varon al amanecer bajo a preparar un desayuno, la dama, al sentir el basio profundo de su amado varon que al premitir el sol, todo era un festin celestial en la cocina , se veian deluciosas las torillas, se sentia el aroma delicioso todo lo q se encontraba dentro , sin ser descubierta ella bajo asta poder observar un cielo de lujosas y apetitosas subio ligeramente asta la habitacion se recosto nuevamente en la cama, para poder disimular y dar mas encantos al desayuno .
    pero , el tiempo pasaba y pasaba n las horas y bajo ligeramente para ver que es lo q habia pasado , y el comedor estaba totalmente lipio y no habia nadie al parecer solo se encontraron platos y sartenes sucios
    con una nota que decia: mi amor te toca labar los platos aun hay queso, mantequillas, huevos , para que tu te prepares tu desayuno, no te preocupes yo ya me prepare el desayuno , no queria molesterte como para que me prepares todo, te amo.
  4. Un tipo hambriento entra a un restaurante; se sienta en una mesa sucia y ordena:
    ¡Ea, mesero, venga aquí por favor!
    Pero nadie le hace caso.
    Insiste:
    ¡Oiga, mesero, venga por favor!
    Nuevamente, nadie le hace caso.
    Mientras espera, mira hacia la mesa y ve a 15 hormigas 'punk' en motos, armadas con bates, cadenas, navajas y látigos persiguiendo a una sola. La hormiga solitaria vestía chamarra negra, pantalón de cuero, botas negras y conducía una motocicleta plateada.
    El hombre, asombrado, observa como el grupo de 15 hormigas intenta atrapa a la hormiga solitaria, cuando, de pronto, la hormiga solitaria da un giro de 180 grados en su vehíc**..., saca un látigo y de un sólo golpe tumba a 6 hormigas; se da la vuelta y sigue su camino.
    Las cosas se están poniendo buenísimas, pensó el tipo. Hasta el apetito se le había quitado.
    La persecución continuaba, y todas iban a la máxima velocidad esquivando vasos y platos, de improviso, la solitaria saca del bolsillo una bomba de humo; enciende la mecha y la arroja hacia la pandilla. El humo se expandió rápidamente haciendo que las perseguidoras tuvieran poca visibilidad y dos hormigas más cayeron al suelo. Ahora únicamente quedaban 7.
    Varias hormigas le arrojaban navajas tratando de agujerear las llantas. Pero la hormiga era sorprendente y se movía de lado a lado. Colérica, la hormiga jefe, una enorme roja, bien fortachona, saca una cadena larga y le pega un latigazo en el brazo a la solitaria. Ésta perdió el equilibrio y se estrelló contra un grano de arroz; rápidamente la hormiga se levantó y se subió a la moto, pero cuando levantó la mirada estaba rodeada. Las 7 hormigas punk, irritadas, sacaron sus armas; empiezan a acelerar sin avanzar, la otra hace lo mismo. Entonces las punk aceleran a toda velocidad con las armas al frente, la solitaria saca una cadena y de pronto...
    Llega el mesero y limpiando la mesa dice:
    ¿Qué le sirvo, señor?
  5. Haciendo la Mili en Paracas Resulta que un chico de Torrejón de Ardoz llega a su casa un mediodía sin ánimo de comer y sin apetito.
    -El padre se lo mira muy serio y preocupado, porque el chico llevada dos meses haciendo el Servicio Militar, y le dice:
    - ¡Niñooo! ¿Tan malamente se está en "Paracas"? que vienes desganao, que no duermes apenas, que te pasas las noches en vela y que encima no comes.
    - ¡Hombre, papaaaa! Son unas experiencias muy duras. Hay un capitán allí que es muy severo y el hombre cuando estamos a dos mil pies en el helicóptero y está todo el mundo preparado con la mochila para saltar, me ve la cara de miedo, y esta mañana ¿qué te crees que me ha dicho?
    - ¡Cuéntame mi arma!, le dice el padre.
    - ¡¡¡¡¡O saltas ahora mismo o te violo!!!!!
    - ¿Y saltaste? prosigue el padre.
    - ¡Oye papaaa!, al principio un poquito.