Chistes de Barco Pirata

Estos son los 16 chistes de barco pirata y más graciosos bromas sobre barco pirata que matan de risa. Lea chistes acerca barco pirata que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de barco pirata para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre barco pirata para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. ¿Cómo reconoces un atlante de un barco pirata?
    Es el único que trae parchado los dos ojos.
  2. :phabia una vez un barco pirata y otro original
  3. Esto era un barco pirata y estaban todos muertos de anbre,solo tenian arroz.
    Sale el capitán con el loro en el hombro y sarta uno y dice:
    -Capitá,¿por que no hacemos arroz con loro?
    Y sarta el loro y dice:
    -Por que no te haces tu una paja y comemos arroz con leche.
  4. ¿Cómo se diferencia un atlante de un barco pirata?
    Es el único que tiene 2 parches en el ojo.
  5. ¿Cuál es el atlante en un barco pirata?
    El que tiene los dos ojos parchados.
  6. ¿Cómo se reconoce un atlante en un barco pirata?
    Es el único que tiene dos parches en los ojos.
  7. En un barco pirata:
    - Capitán, a la derecha veo un barco lleno de oro.

    - Marinero, hable bien – responde el capitán - ¡se dice “estribor”!
    - Capitán, a la derecha veo un barco lleno de estribor...
  8. Al abordaje Piratas en el mar:
    - ¡Abordar el barco!
    - Y el barco quedó precioso…
  9. - Capitán, hay un agujero en el barco.
    - Llame al pirata patapalo.
    - ¿Para qué?
    - Pues pa tapalo...
  10. Los piratas de los siete mares:
    Este era un barco pirata, de pronto, aparece una fragata inglesa.
    El segundo de abordo grita:
    ¡Capitán, capitán una fragata inglesa a babor!
    Entonces el capitán gira instrucciones:
    ¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja!
    Pin, pun, pan, trifulcas, golpes y porrazos y gana la batalla el barco pirata. Al otro día, nuevamente grita el segundo de abordo:
    ¡Capitán, capitán una goleta española a estribo!
    Entonces el capitán gira de nuevo instrucciones:
    ¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja!
    Pin, pun, pan, 20 trifulcas, golpes y porrazos y gana otra vez la batalla el barco pirata.
    Dos días después, el segundo de abordo vuelve a gritar:
    ¡Capitán, capitán una fragata portuguesa hacia la proa!
    Entonces el capitán gira de nuevo instrucciones:
    Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja.
    Pin, pun, pan, trifulcas, golpes y porrazos y de nuevo gana la batalla el barco pirata.
    Al día siguiente el segundo de abordo se acerca y le pregunta al capitán:
    Capitán todos estamos impresionados por sus dotes dirigiéndonos en la batalla y lo bien que nos ha ido en la mar. Sin embargo, todos entendemos por qué hay que colocar la bandera pirata, bajar las velas y lo demás, pero discúlpeme, ¿Para qué pide que le traigamos su chaqueta roja?
    A esto el capitán contesta:
    Elemental señor Smith; si por infortunio soy herido en batalla, la tripulación no se desmoralizará porque no se darán cuenta que estoy herido; de este modo siempre ganaremos la batalla. El señor Smith contesta:
    Ah, que interesante y bien pensado mi capitán.
    Tres días después el segundo de abordo grita:
    ¡Capitán, capitán, dos fragatas portuguesas a babor, tres fragatas inglesas hacia la popa y cuatro goletas españolas hacia proa, entonces el capitán, se rasca la cabeza y gira las instrucciones:
    ¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi pantalón marrón!
  11. Los piratas de los siete mares:
    Este era un barco pirata, de pronto, aparece una fragata inglesa.
    El segundo de abordo grita:
    ¡Capitán, capitán una fragata inglesa a babor!
    Entonces el capitán gira instrucciones:
    ¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja!
    Pin, pun, pan, trifulcas, golpes y porrazos y gana la batalla el barco pirata. Al otro día, nuevamente grita el segundo de abordo:
    ¡Capitán, capitán una goleta española a estribo!
    Entonces el capitán gira de nuevo instrucciones:
    ¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja!
    Pin, pun, pan, 20 trifulcas, golpes y porrazos y gana otra vez la batalla el barco pirata.
    Dos días después, el segundo de abordo vuelve a gritar:
    ¡Capitán, capitán una fragata portuguesa hacia la proa!
    Entonces el capitán gira de nuevo instrucciones:
    Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja.
    Pin, pun, pan, trifulcas, golpes y porrazos y de nuevo gana la batalla el barco pirata.
    Al día siguiente el segundo de abordo se acerca y le pregunta al capitán:
    Capitán todos estamos impresionados por sus dotes dirigiéndonos en la batalla y lo bien que nos ha ido en la mar. Sin embargo, todos entendemos por qué hay que colocar la bandera pirata, bajar las velas y lo demás, pero discúlpeme, ¿Para qué pide que le traigamos su chaqueta roja?
    A esto el capitán contesta:
    Elemental señor Smith; si por infortunio soy herido en batalla, la tripulación no se desmoralizará porque no se darán cuenta que estoy herido; de este modo siempre ganaremos la batalla. El señor Smith contesta:
    Ah, que interesante y bien pensado mi capitán.
    Tres días después el segundo de abordo grita:
    ¡Capitán, capitán, dos fragatas portuguesas a babor, tres fragatas inglesas hacia la popa y cuatro goletas españolas hacia proa, entonces el capitán, se rasca la cabeza y gira las instrucciones:
    ¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi pantalón marrón!
  12. En un barco pirata, la tripulación es llamada por su capitán, que es tartamudo, y les dice:
    - Es-es-es-escu-cu-cucharme cu-cu-cu-cu-cuando yo di-di-di-di-diga ti-ti-ti-tierra to-to-todos al a-a-a-gua.
    Cuando ya pasa un tiempo, el capitán dice:
    – Ti-ti-ti-ti-ti-ti-ti…
    La tripulación, que creía que era tierra, se tira por la borda, y el capitán termina de decir:
    – Ti-ti-ti-tiburones...
  13. El capitán valiente Hace mucho tiempo vivió un hombre de mar, el Capitán Bravo. Era muy valiente y jamás mostró temor ante un enemigo. Una vez, navegando los siete mares, el vigía vio que se acercaba un barco pirata, y la tripulación del barco se volvió loca de terror. El capitán Bravo gritó
    - Traigan mi camisa roja!!
    y llevándola puesta instigó a sus hombres al ataque, y vencieron a los piratas. Unos días más tarde, el vigía vio dos barcos piratas. El capitán pidió nuevamente por su camisa roja, y la victoria volvió a ser suya.
    Esa noche, sus hombres le preguntaron por qué pedia la camisa roja antes de entrar en batalla, y el capitán contestó:
    - Si soy herido en combate, la camisa roja no deja ver mi sangre, y mis soldados continúan peleando sin miedo.
    Todos los hombres quedaron en silencio, maravillados por el coraje de su capitán.
    Al amanecer del día siguiente, el vigía vio no uno, no dos sino DIEZ barcos piratas que se acercaban. Toda la tripulación dirigió en silencio sus ojos al capitán, que con voz potente, sin demostrar miedo, gritó:
    - Tráingame mis pantalones marrones!
  14. Un barco tenía un capitán muy valiente. Un día van a atacar un barco pirata, entonces, el capitán le dice a uno de sus soldados:
    ¡Tráigame mi camisa roja!
    El soldado se la lleva, y van a la batalla y ganan. Al otro día vienen dos barcos piratas y el capitán le vuelve a decir:
    ¡Tráigame mi camisa roja!
    Ese día vuelven a ganar, entonces, el soldado le pregunta al capitán:
    Capitán, ¿por qué cada vez que vamos a batalla, usted pide su camisa roja?
    Y el capitán le contesta:
    Porque si me llegan a herir, ustedes no se darían cuenta, y seguirían peleando.
    Al otro día vienen 10 barcos piratas, y el capitán le dice:
    ¡Tráigame mis pantalones marrones!
  15. Historia de un Pirata Un marinero y un pirata se encuentran en un bar y se empiezan a contar sus aventuras en los mares. El marinero nota que el pirata tiene una pierna de palo, un garfio en la mano y un parche en el ojo y le pregunta al pirata:
    - ¿Y cómo terminaste con esa pierna de palo?
    El pirata le responde:
    - Estabamos en medio de una tormenta y una ola me tiró al mar, caí entre un montón de tiburones. Mientras mis amigos me subían un tiburón me arrancó la pierna de un mordisco.
    - !Guau! - replicó el marinero. - ¿Y qué te pasó en la mano, por qué tienes ese garfio?
    -Bien.... estábamos abordando un barco enemigo y mientras luchábamos con nuestras espadas contra los otros marineros, un enemigo me cortó la mano."
    - ¡Increíble! - dijo el marinero -¿Y qué te paso en el ojo?"
    - Una paloma que iba pasando y me cayó excremento en el ojo.
    - ¿Perdiste el ojo por un excremento de paloma?
    - Bueno... es que era mi primer día con el garfio...
  16. Era una vez en un barco pirata 10 marineros pero uno de ellos era tartamudo.Asi que entonces dijo:
    -Amigos subire a ver en el telescopio-
    Y desde alli ariba grita:
    Cuando grigrite tititieraa se lanlanzann papara bajar elel anancla. Ytodos decian que si.
    5min despues el tartamudo grita tartamudeando:
    Tititititi y todos se avientan al mar y el tartamudo dice tititi-burones cacabrones.



chistes de barco pirata

Contar chistes de barco pirata es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.