Chistes de Barriles

Estos son los 9 chistes de barriles y más graciosos bromas sobre barriles que matan de risa. Lea chistes acerca barriles que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de barriles para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre barriles para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Estas son dos personas que van por una bodega y de pronto uno se cae en un barril de 800.000 litros. Le dice el otro:
    ¿Te paso una cuerda?
    No hombre, no, pásame una ración de queso.
  2. ¡Marineros, apilar los barriles!
    Y Pilar murió aplastada por los barriles.
  3. Entra un borracho a un bar y le dice al camarero:
    - ¡camarero, camarero!
    una cerveza, por favor.
    El camarero, va hacia el grifo del barril y le pregunta:
    - Perdone, ¿de presión?
    Y el borracho le contesta:
    - No, no, alcoholismo…
  4. Dice uno:
    - ¡Apilar los barriles! Y Pilar murió aplastada.
  5. En una noche en el circo ha llegado el momento de presentar la atracción principal de la noche. El presentador con voz fuerte y emotiva anuncia:
    Señoras y señores, niños y niñas a continuación y para cerrar nuestra presentación de esta noche presentamos al gran Bertinni.
    Aparece un hombre de contextura delgada pero musculosa, mientras el presentador continúa hablando. El gran Bertinni saltará de un trampolín a una altura de 50 metros y caerá dentro de un barril de agua.
    Dicho esto, el gran Bertinni se lanzó dio una voltereta en el aire y cayó dentro del barril, inmediatamente salió alzando los brazos en señal de victoria. El público sorprendido estalló en un mar de aplausos y ovaciones.
    A continuación el gran Bertinni saltará de un trampolín a una altura de 75 metros y caerá dentro de un balde de agua.
    Dicho esto, el gran Bertinni se lanzó, dio dos volteretas en el aire y cayó dentro del balde, inmediatamente salió alzando los brazos en señal de victoria. Otra vez el público sorprendido estalló en un mar de aplausos y ovaciones.
    A continuación el gran Bertinni saltará de un trampolín a una altura de 100 metros y caerá sobre una toalla mojada, el público gritaba eufóricamente, Bertinni subió pacientemente la interminable escalera, brincó del trampolín, dio tres volteretas en el aire y plasss, un sonido fuerte y seco enmudeció el circo. Al instante se levanta Bertinni todo magullado y lleno de sangre por todas partes y dijo:
    ¿Quién fue el que secó la toalla?
  6. Estos eran 5 borrachos, uno eran de Asustralia otro de españa el otro de Bracil uno de Japon y el ultimo de Venezuela.
    estan en un decimo piso y se quieren bajar y dise uno llo como soy de australia me tiro como una parcha selanso del edificio y hay quedo y biene otro y dise llo como soy de españa me tiro como una rata se lanso tambien y dise otro mas llo como soy de bracil me tiro como un barril y tambien se lanso y el cuarto dise llo como soy de japon me tiro como un tambor y lla quedava un borracho y dise yo como soy de venezuela me bajo por las escaleras ^^
  7. El colmo de la pereza
    En un pueblo, en el que abundaba el trabajo y la comida, un perezoso estaba a punto de morir de hambre.
    Se reunieron el alcalde, el párroco, el consejo municipal y el defensor del pueblo, y por unanimidad acordaron enterrar vivo al perezoso; porque para el pueblo sería un desprestigio que alguien muriera de hambre.
    Cogieron cuatro orillos, armaron un cajón, metieron al moribundo, y salieron con él rumbo al cementerio.
    Una señora preguntó: “¿Quién murió?”. “Nadie” –le respondieron; “¿y entonces a quien llevan ahí?” –insistió. “Al perezoso que lo vamos a enterrar vivo antes de que muera de hambre” –le explicaron. “No, no, no hagan eso –exclamó la señora–, yo con mucho gusto regalo un bulto de panela”, Otra señora regaló 100 gallinas; un señor, puso una carga de arroz, más un bulto de papas; un hacendado donó un barril de leche, 50 arrobas de queso, una carga de plátanos y otra de yucas. Todos, todos, todos los paisanos donaban, donaban y donaban comida por montones. Cuando iban llegando al cementerio desistieron del entierro porque el moribundo ya tenía comida suficiente para 100 años.
    El perezoso sacó la cabeza, y preguntó: “¿Quién va’cocinar todu’eso?”. “Pues, usted” –le contestaron. Y el hombre exclamó: “Entonces… ¡que siga el entierro!”.
  8. -No cabe duda! Y Duda se fue llorando
    -No juegués con Fuego! Y fuego se quedó sin amigos
    -Apilar los barriles! Y Pilar murió aplastada.
    -A por el bocadillo de tortilla! Y Tortilla se quedó sin bocadillo.
    -Abordar el barco! Y el barco quedó precioso.
    -Tirad los botes al agua! Y a bordo se quedaron sin mermelada.
    -Seguid avanzando! Y Vanzando y su pelotón se perdieron en el bosque.
    -Subid las velas! Y abajo se quedaron sin luz.
    -Tierra a la vista! Y le tiraron una maceta a los ojos.
  9. Se encuentran dos burros parlanchines. Un burro muy alegre le dice al otro:
    ¡Hola! ¿Cómo estás? ¿Sabes?, a mí me va súper bien, me contrató un señor de un circo, tengo buen sueldo, tarjetas de crédito, lo último en autos deportivos, soy la estrella principal del circo.
    El otro le contesta muy deprimido:
    A mí me va mal, me contrató un juguero y paso vendiendo jugos todo el día con dos barriles al hombro, los niños se me suben y me golpean.
    Pero vos si que eres bruto, le dice el primer burro, por qué no hablas y así le demuestras que no eres cualquier burro.
    ¡Estás loco!, le dice el otro, qué quieres, que me ponga a gritar jugooossss, jugooooossss.



chistes de barriles

Contar chistes de barriles es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.