Chistes de Bruscamente

Estos son los 9 chistes de bruscamente y más graciosos bromas sobre bruscamente que matan de risa. Lea chistes acerca bruscamente que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de bruscamente para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre bruscamente para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Un borrachito va manejando su coche y frena bruscamente al llegar a unas bollas. Ahí se detiene durante un largo tiempo.
    ¡Ya dale!
    ¡No! Le dice su compañero,
    Espera, le contesta el borrachito, deja que se acabe el desfile de tortugas.
  2. Al finalizar una fiesta quedaron el anfitrión de la fiesta y 4 de sus amigos que estaban muy borrachos. El anfitrión decide embarcar a sus amigos en un solo taxi y como ellos estaban muy borrachos los acomodó en el asiento trasero quedándose todos dormidos, entonces le encargó al taxista: el primero se queda en la avenida Emancipación, el segundo en la avenida Grau, el tercero en la avenida Aviación y el cuarto en la avenida Arequipa.
    a los 15 minutos regresó el taxista donde el anfitrión y le preguntó: podría repetirme donde se queda cada uno, porque al frenar bruscamente en una esquina, todos todos los borrachos se me han revuelto
  3. Dos jóvenes que acaban de conocerse esa misma noche en la discoteca, deciden hacer el amor en el coche del chico. Él se recuesta en el asiento reclinado, mientras que ella se coloca encima.
    El chico intenta la penetración, pero encuentra cierta resistencia. Cambiar de postura y lo intenta de nuevo, pero la resistencia sigue allí. Al final, el chico desiste y le dice:
    - Perdona, lo brusco que he sido, pero no sabía que eras virgen. Si lo llego a saber, habría ido mucho más despacio.
    - No te preocupes, si yo llego a saber que eres tan rápido, me habría quitado las mallas.
  4. Frenos nuevos Un entusiasta del tuning de automóviles estrena unos potentes frenos en su coche.
    Deseoso de probarlos con alguien que alabe su eficacia encuentra a un amigo al que dice:
    - Vente que te voy a enseñar los potentes frenos que he instalado en mi coche.
    El amigo accede un poco expectante de la prueba.
    Están en el campo dentro del coche, el conductor entusiasmado le dice al amigo:
    - ¿Ves aquel papel en el suelo? Pues verás.
    Acelera de manera vertiginosa y cuando está cerca del papel frena en seco a un palmo del mismo, a la vez que dice:
    - ¿Asombroso? ¡eh!.
    Seguidamente se encamina hacia un muro a toda velocidad, cuando casi se lo comían frena de nuevo bruscamente y se queda a centímetros de la pared.
    - Espectacular ¿eh? ¡Pues verás ahora!
    Acelera todo lo que el coche puede, van directos hacia un acantilado y cuando prácticamente solo ven el horizonte, frena violentamente, se quedan con las ruedas al borde del precipicio.
    - ¿Qué te ha parecido?
    - Vamos a volver donde estaba el papel.
    - Te ha gustado ¿eh? Quieres repetir.
    - ¡No, es que me he cagado!.
  5. El coche nuevo Pues esto es un señor de Lepe que se ha comprado un Mercedes y el día que lo estrena con su señora se deja las llaves dentro del coche.
    - Bueno, pues habrá que coger una piedra y romper un cristal, dice el hombre.
    - No seas tan brusco, cariño; mira, la ventana está un poco abierta; coges un alambre y tiras del seguro de la puerta...
    El hombre lo intenta, pero nada. La mujer, con aquel retintín tan
    especial, le corrige:
    - Pero, cariño, hazle un lazo al extremo para poder agarrar el seguro...
    Sudando el hombre, hace el lacito, pero nada.
    - ¡Cariño, por Dios! El lacito mas estrecho: ¿cómo piensas agarrarlo, si no...?
    Total que nuestro hombre no puede más y le grita a su mujer:
    - ¡Sí, claro, tú desde dentro del coche lo ves todo muy fácil!
  6. Lo que sigue son declaraciones reales hechas en formularios de seguros de accidentes, donde los conductores trataban de resumir los detalles con el menor número de palabras posible:
    - Volviendo al hogar me metí en la casa que no es y choqué contra el árbol que no tengo.
    - El otro coche chocó con el mío sin previo aviso de sus intenciones.
    - Creía que el cristal de la ventanilla estaba bajado, pero me di cuenta de que estaba subido cuando saqué la cabeza a través de ella.
    - Choqué contra un camión estacionado que venía en dirección contraria.
    - El peatón chocó contra mi coche y después se metió debajo.
    - El tío estaba por toda la calle y tuve que hacer varias maniobras bruscas antes de atropellarlo.
    - Saqué el coche del arcén, miré a mi suegra y me fui de cabeza al terraplén.
    - Tratando de matar a una mosca, choqué contra el poste de teléfonos.
    - Llevaba cuarenta años conduciendo cuando me dormí al volante y tuve un accidente.
    - Para evitar colisionar con el parachoques del coche de delante, atropellé al peatón.
    - Mi coche estaba correctamente aparcado cuando, retrocediendo, le dio al otro coche.
    - Un coche invisible que salió de la nada me dio un golpe y desapareció.
    - Le dije a la policía que no estaba herido, pero cuando me quité el sombrero me di cuenta de que tenía fractura de cráneo.
    - Estaba convencido de que el vejete no llegaría nunca al otro lado de la calzada cuando le atropellé.
    - El peatón no sabía en qué dirección correr, así que le pasé por encima.
    - Vi una cara triste moviéndose lentamente cuando el señor mayor rebotó en el techo de mi coche.
    - La causa indirecta del accidente fue un tipo bajito en un coche pequeño con una boca muy grande.
    - El poste de teléfonos se estaba acercando y, cuando maniobraba para salirme de su camino, choqué de frente.
  7. Estamos en un centro espacial, y se oye a un señor decir:
    Simio #1, haga su trabajo.

    Y el simio echa a andar el cohete en el que estaba, después se oye:
    Simio #2, haga su trabajo.
    Y el simio hace que se desprendan los propulsores, después se oye:
    Simio #3, haga su trabajo.
    Y el simio hace que el cohete se detenga en el espacio, luego se oye por última vez:
    Mujer (es bruscamente interrumpido por la mujer diciendo)
    Sí, sí, ya sé, alimentar a los simios y no tocar nada.
  8. Un señor entra a su casa, encuentra unos pantalones de hombre tirados en el suelo, y dice:
    Mi esposa me debe estar engañando con otro hombre.
    Seguidamente en su camino hacia el cuarto se encuentra con una blusa de mujer y dice:
    Ya estoy seguro que me debe estar engañando con otro hombre.
    Al entrar al cuarto observa las sábanas moverse y agarra un arma y bruscamente mata a los cuerpos debajo de la sábana. Cuando va hacia la cocina se encuentra a su esposa y sorprendido le pregunta:
    ¿Qué haces aquí?
    Sólo vine a tomarme un vaso de agua, por cierto tus padres llegaron hoy.
  9. Van un español, un catalan y un inglés por la selva y les capturan una tribu y les dicen:
    -Vosotros tener que traer 10 fruta, luego yo explicar que hacer.
    Viene el español con 10 manzanas y los de la tribu dicen:
    -Ahora tu tener que meter por er c**..., si tu hacer movimiejnto brusco yo matar.
    Se pone 1, 2,3,4,5 manzanas y cae a la sexta y lo matan y va al cielo.
    Llega el catalan con 10 cerezas y los de la tribu dicen:
    -Ahora tu tener que meter por er c**..., si tu hacer movimiejnto brusco yo matar.
    Se pone 1,2,3,4,5,6,7, cerezas y cae a la octava.
    En eso se ven el catalan y el español en el cielo y dice el español:
    -Porque te has movido?Te quedaban 2 o 3!
    -No pude parar de reír, vi al inglés con 10 PIÑAS.
    :E:p:E:p



chistes de bruscamente

Contar chistes de bruscamente es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.