Chistes de Casto

Estos son los 2 chistes de casto y más graciosos bromas sobre casto que matan de risa. Lea chistes acerca casto que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de casto para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre casto para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. El arzobispo manda a un cura de Granada, para que vaya a Sevilla a cubrir una baja de tres semanas en una parroquia sevillana. El cura acepta el puesto, pero muy a disgusto porque odia a muerte a Sevilla y a los sevillanos.
    El primer día, empieza su misa con Adan y Eva, con una mala follá que a duras penas podía reprimir:
    –Empecemos con el Génesis… Adán, ese hombre casto, virtuoso… del barrio de la Chana de Granada. Y Eva… esa mujer perversa, encarnación del mal… del barrio de la Macarena de Sevilla…!!!
    Y así todo el rato, para el asombro e indignación de los feligreses. A la semana siguiente, el cura vuelve a las andadas:
    –Continuamos con el Génesis… Abel, ese hombre honrado, trabajador, un dechado de virtudes… del Zaídín, de Granada. Y Caín, hombre depravado, violento, asesino por naturaleza… del barrio de Triana, de Sevilla…!!!
    Al acabar la misa, los feligreses salen indignados, y sus quejas acaban llegando a oídos del arzobispo, que llama al cura a su presencia, y le reprende:
    –Hombre, esto no puede ser. Entiendo que tienes tus recelos contra los sevillanos, pero estás dando misa y no puedes decir lo que quieras. Sólo te queda una semana, así que mantén la templanza.
    El cura, a regañadientes, le da la razón. Al día siguiente, en misa, está más cabreado que nunca, y decide pasar directamente a la Última Cena:
    –Y Jesús le dice a los apóstoles: «En verdad os digo, que uno de vosotros me traicionará». Todos ellos, sorprendidos, van preguntando, primero Pedro: «¿Seré yo, maestro?», luego Juan: ¿Seré yo, mi señor», y así hasta llegar al miserable Judas Iscariote, que dice… «¿Seré yo, mi arma????»
  2. Una pareja de novios vuelve de ver una película del cine y el novio, muy educado, acompaña a la bella chica al portal de su casa. Se dan un rutinario beso en la mejilla y justo cuando ella va a entrar en el portal, el novio se apoya con el codo en la pared y la agarra del brazo atrayéndola hacia el.
    - María, llevamos mucho tiempo saliendo juntos. ¿Por qué no me das un beso en los labios?
    - No, Juan, ya hemos hablado de esto antes...
    - Venga, María, si sólo es un besito de nada, como en las películas.
    - Lo siento Juan, pero hasta que no estemos casados, no.
    - Pero si solo es un besito, María.
    - No insistas Juan.
    - Si no es nada malo, lo hace todo el mundo.
    - Ya, pero después del besito querrás algo más, y luego más... Y yo quiero llegar casta al matrimonio.
    - Va, María, te prometo dejar las manos quietas.
    - He dicho que no y es que no.
    - Sólo uno, y pequeñito. Porfa, María,dice suplicante.
    - Que no, que cuando nos casemos.
    - Anda, porfa, anda...
    En esto se oye la voz del padre que dice:
    - ¡MARÍA, DALE UN BESO PARA QUE DEJE DE APOYARSE SOBRE EL BOTÓN DEL TIMBRE!