Chistes de Chiquillo

Estos son los 11 chistes de chiquillo y más graciosos bromas sobre chiquillo que matan de risa. Lea chistes acerca chiquillo que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de chiquillo para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre chiquillo para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Esto es el niño más perro, más mala leche del mundo que entra a la barbería con la cabeza agachada y le dice al barbero:
    - Aféitame
    el barbero contesta: - pero chiquillo levanta la cabeza ...
    y le contesta el niño: entonces rápame !!!
  2. Jaimito y el corte de pelo Le dice Jaimito a su papá:
    - Oye papá ¿me vas a llevar a cortar el pelo?
    - No Jaimito ¿por qué?
    - Es que ayer escuché al vecino que le decía a mamá: "tienes bien peludo el chiquillo".
  3. La chiquilla de 16 años.
    - Mamá, me he quedado encinta.
    - ¡Dios mío! ¿Quién es el padre?
    - Todavía no lo sé. ¿No me aconsejaste que nunca mantuviera una relación fija con los compañeros del instituto?
  4. Va un gitano por la calle, medio desnudo, cuando de pronto le pregunta el churumbelito que va a su lado:
    - Oye, papá, ¿qué es eso que tienes ahí?
    - Los cojones, hijo. Un señor, tras haber oído el comentario del padre, exclama:
    - ¿Usted cree que esa es forma de hablarle a un chiquillo?
    - ¿Y qué quiere? Si le digo que son los huevos me pega un bocao, con el hambre que lleva encima.
  5. Una chiquilla de 17 años.
    - Mamá, ¿puedo aceptar la invitación de Jorge para ir al cine?
    - Sí, hija, pero ten cuidado. Primero, Jorge te llevará a cenar, luego al cine, más tarde, a su casa, donde te ofrecerá alguna bebida alcohólica... Por último, te llevará a la cama, se desnudará y se acostará encima de ti. ¡Ten mucho cuidado! ¡Si ocurriera eso... yo me podría morir! Al día siguiente, la chiquilla llega a casa.
    - Mamá, ¿cómo sabías tú que iba a ocurrir todo eso? ¡Ha sido exacto a como tú lo describiste¡ Pero cuando Jorge quiso acostarse encima de mí, yo no quise. Fui yo quien se acostó encima de él... ¡Que se muera su madre!
  6. - Martita, hija mía, ¿qué pecado has cometido para ser del Real Madrid?
    - Mi madre es madridista, mi padre es madridista y mi hermano es madridista; por eso yo también soy madridista, dice convencida la chiquilla.
    - Bueno, dice irritada la profesora; eso no es motivo para ser madridista. Tú no has de ser siempre lo mismo que tus padres. Si tu madre fuera una ladrona, tu padre un chulo y tu hermano un piojoso, entonces, ¿tú que serías?
    - Sería culé -respondió la niña.
  7. Viagra y premio El abuelo llama al nieto a escondidas y le dice:
    - En la mesita de noche de tu papá hay un frasquito pequeño con unas pastillitas azules que dice Viagra. Si tú me traes una pastillita de esas, sin decirle nada a tu papá, mañana temprano te doy 10 euros.
    -¿10 euros, abuelo? Eso es mucho dinero, está bien, espérame aquí.
    El niño llega a la habitación, coge el frasquito y lee:
    - Via...gra, estas son - y le lleva la pastilla al abuelo.
    Al día siguiente, el chiquillo se levanta muy temprano y va a saludar al abuelo.
    - Buenos días, abuelo. ¿Cómo dormiste?
    - Muy bien, hijo (con una sonrisa de oreja a oreja), y le entrega 100 euros.
    El chico, extrañado dice:
    - Abuelo, te confundes tú me ofreciste sólo 10 euros.
    - Sí, 10 que te doy yo y 90 que te manda tu abuela!
  8. En un lugar de la selva se encontraba un anciano con su nieto una noche cualquiera, en esto se había ido la luz, de pronto al abuelo le da por fumar, pero el problema era que no tenía encendedor o fósforo. Entonces le dice al nieto que le vaya a comprar. El chiquillo va pero no encuentra nada, entonces el abuelo le dice está bien cierra la puerta, apaga la vela y duérmete.
  9. Una pareja de esposos; Francisco y Petronila, Francisco tenía una mala costumbre, cuando asistía a una fiesta, no se retiraba sino peleaba, su hora acostumbrada era la 1.00 am. Entonces, cierto día los invitaron a una fiesta de quince años, como no había muchos hombres, Francisco estaba muy entusiasmado con las chiquillas, era solicitado por todos lados, y así la fiesta continuaba. De pronto la esposa se despierta, se fija en la hora, eran las 4.00 am. y deseperada busca a Francisco y le dice:
    ¡Oye Francisco, son las cuatro de la mañana que esperas, anda pelea y vamos!
  10. Dos albañiles que terminan de comer, se habían bebido dos botellas de vino tinto, y se van al séptimo piso que es donde estaban trabajando y le dice uno al otro:
    Uy Rafael, la que he cogido, uy la que he cogido.
    Hombre, ahora coges las herramientas y te pones a trabajar.
    Uy, la que he cogido, Rafael creo que me voy a caer, eh.
    Hombre, agárrate bien, te pones el cinturón de seguridad y no te pasa nada.
    Rafael, yo creo que me voy a caer.
    ¡Chiquillo, que no!
    ¡Rafael, que me voy a caer! ¡Mira Rafael, yo me voy a tirar, de todas maneras me voy a caer!
  11. Un grupo de cigüeñas se reúne un viernes a tomar un "traguito" y comentar la semana laboral, una dice:
    Esta semana fue demasiado pesada, me tocó llevar un par de mellizos y unos trillizos, tengo las alas extenuadas.
    Otra dijo:
    Para mí fue más o menos, sólo llevé puros varoncitos, gorditos todos, pero sólo de a uno.
    Una tercera agregó:
    Para mí, fue super relajada, llevé 2 niñitas y a un prematuro.
    Y así cada una contaba de su trabajo, hasta que repararon que había una calladita, que nada había dicho, así que la interrogaron:
    Oye, y tú ¿Cómo fue tu semana?
    y ella contestó:
    Esta semana no me tocó llevar ninguna criatura, pero hice pasar un susto a una chiquilla.



chistes de chiquillo

Contar chistes de chiquillo es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.