Chistes de Cobrador

Estos son los 7 chistes de cobrador y más graciosos bromas sobre cobrador que matan de risa. Lea chistes acerca cobrador que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de cobrador para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre cobrador para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. El cobrador llega a la casa con una factura de cobro, sale el niño a recibirlo.
    ¿Esta tu mamá?
    No señor, salió del país, hacia el exterior.
    ¿Y demorará allá mucho tiempo?
    No creo, porque dejó el chocolate calentándose en la cocina.
  2. Un mariquita estaba en un autobus, ya para bajarse le dice al cobrador:
    - ¿Cobra?

    Y el cobrador como es un poco avispado le dice.
    - Y tu víbora.
  3. Un día al regresar de la oficina, mi hijo me aborda:
    Papi, papi, esta tarde te vinieron a buscar como mil cobradores.
    ¡Te he dicho más de un millón quinientas setenta y nueve mil veces, que no seas, tan exagerado!
    Días después me esperaba en la sala:
    Papi, papi, ¿Tú estás a favor del desarme?
    Claro, mijo.
    ¡Ah, es que, desarmé el computador!
  4. Cobrar una factura Un individuo va a cobrar una factura a una casa. Llama a la puerta y le recibe una señora estupenda en picardías.
    - Ejem... Buenas, venía a cobrar esta factura.
    La mujer la analiza y le contesta:
    - Mire es preferible que venga mañana porque es de mi marido y ahora está de viaje.
    Vuelve al día siguiente, llama y le recibe la misma mujer, esta vez sin picardías.
    - Lo siento pero mi marido ha retrasado el viaje, le
    importaría volver mañana.
    Por tercera vez se dirige el señor a la casa. Cuando esta llegando piensa que la mujer se le esta insinuando y antes de llamar al timbre se baja los pantalones. Se abre la puerta y aparece el marido de la señora.
    El cobrador analiza rápidamente la situación y le dice:
    - Vengo a cobrar esta factura y,... o me la paga o le meo.
  5. Este era una cobrador que toca a la puerta de una casa y sale un niño y dice:
    ¿Si?

    El hombre le pregunta:
    ¿Estará tu tío?
    El niño responde:
    ¡No!
    ¿Volverá pronto?, pregunta el hombre.
    ¡No sé!, dice el niño.
    ¿En qué momento lo puedo encontrar?, pregunta el cobrador.
    Eso será muy difícil, dice el niño.
    ¿Por qué?, pregunta el cobrador.
    Porque solo se encuentra cuando usted no viene.
  6. El cobrador que llega a la casa y le pregunta a un muchacho:
    ¿Tu padre está aquí?

    No, le responde el muchacho.
    Pero el hombre escucha una voz de hombre dentro de la casa. Vuelve y le pregunta:
    ¿Y tu madre esta aquí?
    No, le contesta el muchacho
    Y el cobrador lo mira y le dice:
    Tú si eres mentiroso, yo escucho la voz de un hombre y la voz de una mujer dentro de la casa.
    Eso es cierto, pero el problema es que yo no vivo en esta casa.
  7. Iban dos borrachos por una vereda cuando de pronto decidieron subirse a un autobús. Sólo había dos sitios así que los tomaron. Cuadras después subió un marino con uniforme blanco.
    Los borrachos empezaron a discutir, uno pensaba que era heladero y el otro el cobrador del autobús. Uno de los borrachos sacó dos monedas del bolsillo y le dijo:
    Oiga, deme dos helados de fresa, el marino se molestó mucho y los empezó a gritar y les dijo:
    Yo tengo 7 años sirviendo a mi patria y no quiero que un par de borrachos me confundan, porque yo soy teniente de la marina.
    Los borrachos se miraron confundidos, en eso uno de ellos se paró y le dijo al otro:
    Oye, párate que creo que nos hemos subido a un barco.



chistes de cobrador

Contar chistes de cobrador es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.