Chistes de Confieso
Estos son los 18 chistes de confieso y más graciosos bromas sobre confieso que matan de risa. Lea chistes acerca confieso que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de confieso para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre confieso para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- - Padre confieso haberme acostado con el cura de la parroquia de al lado.
-Hija no lo hagas más y de penitencia reza un rosario, dos avemarias y un padrenuestro... ¡Y la próxima vez acuérdate que esta es tu parroquia! - - Padre, confieso que estoy enamorada de usted, ya sé que usted es
cura y que está mal lo que siento.
Padre, ¿usted cree que me salvaré?
- Te vas a salvar, pero porque tengo una boda dentro de cinco
minutos, que sino, ¡¡no te salva ni Dios!! - Un amigo le confiesa a otro: "Me parece que mi esposa me engaña" -¿Por?- "Anoche llamé a casa, atendió la mucama y le dije: dígale a la señora que se acueste, que yo voy para allá. Y/ me contesto: ¿De parte de quien?
- Confesiones de recién casados Esto es un torero que se casa y en la noche de bodas le confiesa a su mujer:
- Maria,tengo un testíc**... menos.
- Pepe, yo también tengo que confesarte algo,que no soy virgen.
- Pero Maria, lo mío fue de una "corrida".
- Y lo mío, le dice la mujer,que te crees que fue,de una “pedrada”!!!! - Va un tipo a confesarse y le dice al cura:
- Padre, padre, confieso que hago el amor con mi novia 20
veces a día. ¿Soy un pecador?
- No hijo, no, lo que eres es un fantasma. :E - Un borrachito iba caminando por la calle. De pronto, unos gangsters lo meten a la patrulla y se lo llevan a un cuarto oscuro, lo sumergen en el agua y le dicen:
¡Confiesa ya! ¿Dónde está el dinero?
Y así fueron horas y horas, hasta que el borrachito se paró y dijo:
Bueno bueno, mejor háblenle a un m**... buzo porque yo no veo nada. - En la noche de bodas ella confiesa:
- Tengo que decirte que mi dentadura es postiza, que tengo un ojo de cristal y una mano artificial.
- ¿Entonces es que no tienes nada tuyo? Ella contesta:
- Sí, un hijo, pero no me atrevía a decírtelo. - El cura del pueblo se compra una calculadora. Cuando confiesa a los vecinos hace la cuenta de la penitencia con la calculadora. Llega un chaval y le dice:
- Padre, le he metido la puntita a mi novia...
- ¡Pues ve y métesela entera, que mi calculadora no saca decimales. - Eran 2 amigos que estaban tomando algo cuando 1 se confiesa al otro:
- Verás, tu mujer me ha guiñado un ojo.
- , no te preocupes, no es nada, lo cierto es que tiene un tic.
- Ah vaya, pues yo ya me la he tirado. - Confesiones difíciles Cierto día llega un joven a confesarse y le dice al sacerdote:
- Padre, confieso que le hice el amor a mi novia.
El padre le dice:
- Hijo, eres un pecador.
El joven se defiende diciendo:
- Padre, compréndame, es que ella sola, yo solo y la casa sola...
El padre dice:
- Bueno, hijo, te comprendo, pero igualmente eres un pecador.
- Pero padre eso no es todo, también le hice el amor a mi suegra.
- A tu suegra! eres un degenerado.
- Pero padre, comprenda, mi suegra sola, yo solo, la casa sola.
- Mmm.. dificil de comprender hijo, muy dificil.
- Pero padre, hay mucho más, es que también le hice el amor a la abuelita de mi novia.
- Queeé?? Esto es el colmo, - responde asustado el padre.
- Pero padre, compréndame, la abuela sola, yo solo y esa casa sola.
- Hijo, esto es imposible de comprender.
- Pero padre, falta más todavía. Le hice el amor a... a...
En ese momento sale el padre corriendo asustado y el joven le dice:
- Padre, por qué corre? ¡termine de escucharme!
- No hijo, ni sueñe, es que usted solo, yo solo y la iglesia sola! - Votos sagrados Un cura recién ordenado se confiesa por primera vez con su obispo:
- Dime hijo mío ¿qué tal has llevado los votos durante esta tu primera semana?
- Verá eminencia, en cuanto a la pobreza he regalado mi hábito y me visto con uno que ya había desechado, mis sandalias están rotas y llenas de agujeros y doy la mitad de mi comida a los pobres que vienen al comedor.
- Muy bien, hijo mío, muy bien, continúa.
- En cuanto a la obediencia hago cualquier cosa que me mande cualquier otro padre sin pensar en si es justo o adecuado, dando gracias al Señor por tener el privilegio de obedecer.
-Muy bien, hijo mío, excelente, excelente.
-Finalmente, eminencia, en esta semana he hecho el amor con 37 mujeres.
El obispo casi se cae de la silla y con ojos desorbitados pregunta:
- Pero ¡hijo mío! ¡¿y el voto de castidad?!
El curilla, asustado y con cara de perplejidad responde:
- Pero... ¿no era voto de cantidad? - Un joven que trabaja en el circo se confiesa y el cura le pregunta:
- ¿En qué trabajas?
- Soy acróbata.
- No sé qué es eso. ¿Podrías hacerme una demostración? El chico hace algunos ejercicios y un par de saltos mortales. Dos señoras que estaban esperando para confesarse, se miran azoradas, y una le dice a la otra:
- Si estas son las penitencias de hoy, debíamos haber venido con pantalones - Una chica de pueblo en el confesonario, le dice al parroco que su novio le habia pedido que le hiciera una pajilla, entonces el parroco le dijo que tenia que rezar diez ave marias y diez padre nuestros, pero sobre todo al salir, se lavara dien las manos con agua bendita, lavandose las manos entra su amiga y le pregunta que hace, ella le cuenta la confesion, entonces su amiga le dice: ¡ah, entonces no me confieso, porque a mi me va a tocar hacer gargaras!
- Un cura está hablando de los diez mandamientos en su sermón, y cuando nombra "no debes robar ...", el señor Pérez se sujeta la cabeza, desesperado; pero cuando el cura menciona el "no debes cometer adulterio", se tranquiliza. Terminado el sermón, el cura pregunta al señor Pérez, y este le confiesa:
- -Es que cuando usted mencionó "no debes robar", me di cuenta de que me faltaba el paraguas... Pero cuando usted dijo "no debes cometer adulterio", recordé donde lo había dejado... - Una tía a la que le olía el choco más que a nadie en el mundo, y no podía tener relaciones porque, aunque estaba buenísima, todos los tíos salían corriendo a la hora de entrar a matar.
Está en el ginecólogo...
- Bueno, doctor... ¿qué tal las pruebas?
- Pues verá usted... Esto ni es operable, ni tiene medicación posible, ni echándose 10 botes de Rexona todos los días, ni lavándoselo con agua bendita; a usted le olerá así toda la vida, así que le recomiendo que encuentre a alguien que carezca del sentido del olfato.
- Bueno... a ver si hay suerte.
Al cabo de cuatro años, estaba cenando con un hombre, y éste le confiesa que no tiene nada de olfato. "¡Madre mía! ¡A éste sí que me lo follo", pensó ella. Total, que se van para casa y empiezan a desnudarse. El tío se dispone a practicarle el cunilingus, y al ratito le dice:
- Oye, a ti te huele el coñó un montón, ¿verdad?
- Pues... Sí... Pero.. ¿cómo lo has sabido, si no hueles?
- ¡¡c**..., asquerosa!! ¡¡Me están llorando los ojos!! - La suerte del pobre.
Cierto día, un hombre envió a su hijo al banco, con el dinero justo para que pagara las cuentas de la luz y el agua. Era el día límite de pago para evitar el corte de los servicios, y también era el último vestigio de dinero con que la familia contaría ese mes.
El muchacho iba por la calle, cuando de repente vio un letrero que decía: ¡Espectacular Rifa! Compre su boleto y participe en el sorteo de 2 camionetas Pick-up de cero kilómetros.
El chico pensó:
'Yo podría ganarme esa rifa, y dejaría a mi papá con una trocona y con dinero sobrando!'. Sin dudarlo más, utilizó el dinero de los recibos para comprar algunos boletos. No dijo nada al llegar a casa, y se fue a dormir.
Al día siguiente el papá se levanta preocupado por las cuentas por pagar, y le pregunta al hijo si al menos pagó los 2 recibos para los que había logrado conseguir algo de dinero. El muchacho le confiesa que usó el dinero para comprar boletos para una rifa, pero le dice que no se preocupara, que en 2 días serían los propietarios de 2 camionetas nuevecitas.
¡El papá se convirtió en una fiera! ¡Se puso como loco! Gritó, berreó, se lamentó porque aquel dinero era prestado y era el único que le quedaba para pagar cuentas... y para terminar el regaño, le dio la respectiva chinga al ****o de su hijo.
La casa quedó en un lúgubre y triste silencio durante esos dos días de espera hasta que llegó el día del sorteo... y entonces...
SORPRESAAAA...!!!!!!!!!
Al despertar, a la familia la esperaba una gran sorpresa... frente a su casa, estaban estacionadas 2 camionetas !!!.
Todos se quedaron incrédulos ante la realidad, se abrazaron, y no pudiendo aguantar más, rompieron a llorar todos juntos.
Sí... allí estaban estacionadas las 2 camionetas:
Una de Agua y Drenaje y otra de la CFE ...
Habían venido a cortarles la luz y el agua por culpa del inocente puñetin..... - Había un grupo de cuarenta monjas que esperaban para confesarse. Pasa la monja número uno, y le dice al sacerdote:
Padre me he reído en misa.
La monja número dos dice lo mismo, y así sucesivamente hasta llegar a la monja número treinta y nuevamente confiesa lo mismo.
Al llegar a la última monja, el sacerdote le dice:
Ya sé hermana, se ha reído en misa.
Y ella le contesta:
¡No padre, yo fui la del pedito! - Un marido y una mujer siempre que hacen el amor acaban discutiendo porque ella no siente placer, así que un día, la mujer le confiesa el marido, que una de sus fantasías sería hacer el amor, mientras un negro desnudo le abanica.
El marido, pone cara de extrañeza, pero ante la insistencia de su mujer, baja a la calle, encuentra un vendedor ambulante negro, y al regresar, recoge dos hojas grandes de palmera.
Una vez en el apartamento, se desnudan los tres, el negro agarra las palmeras y comienza a agitarlas, mientras que el marido, agarra su mujer y comienza hacerle el amor. Al momento, la mujer con cierta incomodidad dice:
- Para, para, así no. No me gusta. Tiene que abanicar más rápido
El marido indignado, hace gestos al negro y le indica que debe abanicar mucho más fuerte, reanuda la marcha, y unos instantes después se escucha:
- Mal, mal, no me está gustando. Dile al negro que abanique más fuerte.
- Pero es que no me entiende! Ya se lo he dicho pero no lo hace bien.
- Lo mejor será que os intercambiéis de sitio, así el negro sabrá cómo debe abanicar y yo no pierdo el calor, porque si me enfrió, tendremos que volver a empezar.
El marido furioso, se cambia de sitio con el negro, agarra las hojas de palmera y comienza a agitarlas fuertemente arriba y abajo. El negro, le mete su aparato a la mujer, e inmediatamente, la mujer comienza a gritar con gemidos de placer:
- Si, si, ohh sii, ohh si..
Al terminar, el marido satisfecho se acerca al negro y le dice:
- ¿Has visto cómo hay que agitar las hojas de palmera?

Contar chistes de confieso es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.