Chistes de Dejais

Estos son los 5 chistes de dejais y más graciosos bromas sobre dejais que matan de risa. Lea chistes acerca dejais que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de dejais para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre dejais para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Dicen que ivan un millon de chinos metidos en un ascensor jugando al futbol, de pronto suena un tremendo "Gooooooool" y al poco una exclamacion del portero.."Claroooo si es que me dejais soloooo".
  2. Cien mil chinos en una cabina de teléfono se ponen a jugar un partido de fútbol, y en esto que le meten gol al portero y dice:
    - ¡¡Es que me dejáis solo!!
  3. Un oso y un conejo se odiaban a muerte. Cada vez que se veían se decían de todo y se tiraban cosas. Eso si, el conejo se mantenía a distancia por razones obvias.
    Un buen día, mientras mantenían una de sus disputas apareció un hada del bosque y les dijo:
    - Todo el bosque está harto de vuestras peleas, no dejáis dormir a nadie, así que os voy a conceder tres deseos a cada uno a condición de que no os volváis a pelear.
    Los dos aceptaron, no sin antes pelearse por quién empezaría a pedir deseos. Empezó el oso:
    - Quiero que todos los osos del bosque sean hembras…
    El conejo pidió su primer deseo:
    - Quiero un casco de moto.
    El hada flipó pero le concedió el deseo. El oso pidió su segundo deseo:
    - Además quiero que todos los osos del pais sean hembras.
    El hada le dijo:
    - Parece que no quieres aburrirte… en fin, deseo concedido. Tu turno, conejo.
    El conejo pidió:
    - Quiero una moto.
    El hada aceptó viendo que su idea funcionaba.
    - ¡¡¡Mi turno!!! – dijo el oso.
    Y ni corto ni perezoso pidió que TODOS los osos del mundo fuesen hembras. El hada le dijo:
    - Te vas a poner morado, vas a ser el único entre todas las mujeres… Venga conejo, tu turno.
    - Mi último deseo es… – dijo el conejo colocándose el casco y arrancando la moto – es… … ¡¡¡QUE EL PUTO OSO SEA GAY!!!
  4. Un oso y un conejo se odiaban a muerte.Cada vez que se veían se decían de todo y se tiraban cosas.Eso si, el conejo se mantenía a distancia por razones obvias.
    Un buen día,mientras mantenían una de sus disputas apareció un hada del bosque y les dijo:
    -Todo el bosque está harto de vuestras peleas,no dejáis dormir a nadie, así que os voy a conceder tres deseos a cada uno a condición de que no os volváis a pelear.
    Los dos aceptaron,no sin antes pelearse por quién empezaría a pedir deseos.
    Empezó el oso:
    -Quiero que todos los osos del bosque sean hembras
    El conejo pidió su primer deseo:
    -Quiero un casco de moto.
    El hada flipó pero le concedió el deseo.El oso pidió su segundo deseo:
    -Además quiero que todos los osos del pais sean hembras.
    El hada le dijo:
    -Parece que no quieres aburrirte en fin,deseo concedido.Tu turno,conejo.
    El conejo pidió:
    -Quiero una moto.
    El hada aceptó viendo que su idea funcionaba.
    -¡¡¡Mi turno!!! - dijo el oso.
    Y ni corto ni perezoso pidió que todos los osos del mundo fuesen hembras.El hada le dijo:
    -Te vas a poner morado,vas a ser el único entre todas las mujeres.
    Venga conejo,tu turno.
    -Mi último deseo es:
    dijo el conejo colocándose el casco y arrancando la moto
    -es ¡¡¡QUE EL PUTO OSO SEA GAY!!!
  5. Iba Patxi, de Bilbao, paseando por Madrid y cuando pasa por la Torre Picasso, hay un incendio enorme en el piso 42. Los ascensores bloqueados, las escaleras también, y la gente en la azotea gritando:
    - !Vamos a morir!
    Patxi les grita:
    - ¡EEHH! Venga tiraros que yo os cojo, pues!
    Y los de arriba:
    - Ese tío esta loco..?¿Cómo nos va a coger?
    Y uno de ellos dice:
    - Pues yo me tiro, me da igual morir quemado que estampado contra el suelo.
    Le hace una seña a Patxi y se tira.
    Patxi, por supuesto le coge y le deja en el suelo intacto. La gente lo ve y se empieza a tirar, y Patxi los va cogiendo. De pronto se tira un negro y Patxi se queda mirando y no lo coge. El negro se queda convertido en un sello de correos contra la acera, y Patxi dice:
    - ¡Oye, que digo... que si dejais de tirarme los quemados, pues que acabaremos antes!