Chistes de Faja

Estos son los 8 chistes de faja y más graciosos bromas sobre faja que matan de risa. Lea chistes acerca faja que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de faja para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre faja para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. En una fiesta:
    - ¿Alguien ha perdido un fajo de dinero con una gomita?
    .
    - Sí, yo.
    - Pues tenga la gomita.
  2. Se está aplicando en España en nuevo método para ahorrar dinero entre los hombres:
    - Tatuarse un fajo de billetes en el pene. Por tres razones:
    - La primera es que siempre le dará gusto tocar su dinero.
    - La segunda es que porque siempre verá crecer sus ahorros.
    - Y la última es porque no le dará pena que su mujer chupe sus ahorros.
  3. El mexicano no se enamora: se encula.
    El mexicano no convence: tira choro.
    El mexicano no se lanza: se avienta.
    El mexicano no besuquea: faja.
    El mexicano no molesta: chinga.
  4. Había un autobús lleno de gente y sale un borrachito y dice:
    ¿A quién se le perdió un fajo de billetes de $100 que están unidos con una liguita?
    Sale un señor y dice:
    ¡A mí!
    ¡Pues encontré la liguita! Responde el borrachito.
  5. Una noche, un señor elegantemente vestido, detiene un taxi y pide al chofer lo lleve a su residencia. En la mitad del camino ve a una señora muy bien arreglada entrando a un Night Club de putas..
    La mujer le pareció familiar, por lo que pide al taxista que diera la vuelta y se parase en el aparcamiento del local.
    Una vez allí, sacó un fajo de billetes y le dijo al taxista:
    Aquí tienes mil dólares! Te los ganas si sacas a la mujer vestida de rojo que acaba de entrar a ese sitio, pero eso sí: A patada limpia!!.... Sin contemplación!, esa desgraciada es mi esposa.
    El taxista, que jamás había visto tanto dinero junto, acepta y se mete al Night Club. A los diez minutos el taxista sale con una mujer arrastrándola por los cabellos, toda golpeada y diciéndole cuanto improperio puedan imaginarse. El señor echa una ojeada y se da cuenta que la señora está vestida de verde, y sale corriendo a detener al taxista por el error cometido.
    - Pare señor, pare!! ! Esa no es!..... Esa no es!
    El taxista jadeando le responde:
    - Tranquilo amigo, que esta es la mía. Ahora voy por la suya!
  6. Cómo es el mexicano
    El mexicano no se emborracha;
    ¡Se pone hasta atrás!
    El mexicano no saluda; Te dice ¿qué onda, güey?
    El mexicano no tiene amigos; Tiene compas.
    El mexicano no se cae; Se da un chingadazo.
    El mexicano no se burla de ti; Te echa carrilla.
    El mexicano no convence; Tira choro.
    El mexicano no se atreve; Se lanza a lo macho.
    El mexicano no besuquea; Faja.
    El mexicano no molesta; Chinga.
    El mexicano no flatula; Se pedorrea.
    El mexicano no holgazanea; Echa la hueva.
    El mexicano no te ve la cara; Te hace p**....
    El mexicano no se baña; Se lo lava.
    El mexicano no se molesta; Se encabrona.
    El mexicano no te golpea; Te agarra a chingadazos.
    El mexicano no te ordena; Te manda a la de a huevo.
    El mexicano no se encuentra fastidiado; ¡Está hasta la madre!
    El mexicano no sufre de diarrea; Se desfunde del c**....
    El mexicano no fracasa; La caga.
    El mexicano no duerme; Se echa una jeta.
    El mexicano no sale corriendo; Sale en chinga loca.
    El mexicano no ríe hasta más no poder; Se caga de la risa.
    El mexicano no eyacula; Se deja venir.
    Al mexicano no le es difícil; ¡Está c**...!
    El mexicano no se masturba; Se la jala.
    El mexicano no ignora las cosas; Se las pasa por los huevos.
    El mexicano no pide prestado; Tira un sablazo.
    El mexicano no le hace el amor a una mujer; Se la coge.
    El mexicano no se resbala; Se va de nalgas.
    El mexicano no es cobarde; Es puto.
    El mexicano no come; Se echa un taco.
    El mexicano no va rápido; Va hecho la madre.
    El mexicano no pelea; Se agarra a madrazos.
    El mexicano no es listo; ¡Es chingón!
    El mexicano no pide que lo lleven; Pide un aventón.
    Al mexicano no le hacen s**... oral; Se la maman.
    El mexicano no es un tipo alegre; ¡Es poca madre!
    El mexicano no o**...; Se echa una firma.
    El mexicano no te insulta; ¡Te mienta la madre!
    Al mexicano no le hacen la circuncisión; Le pelan el chile.
    El mexicano no es mujeriego; ¡Es un c**...!
    El mexicano no tiene suerte; Se raya.
    El mexicano no es intransigente; ¡Sólo se le hinchan los huevos!
    El mexicano no es grosero; ¡Es un p**... lépero mal hablado!
    El mexicano no es corrupto; ¡Es un trácala!
    El mexicano no se muere; ¡Se lo lleva la chingada!
    El mexicano no es cualquier cosa; es MEXICANO.
    ¡Viva México!
  7. El mono en el Bar Entra a un café un hombre llevando a un mono con una correa.
    Se sienta, pide una bebida para él y un zumo de plátano para el mono.
    El animal se toma el zumo, tira el vaso al suelo y comienza a correr por todo el bar, lanzando gritos y haciendo destrozos.Finalmente, llega a la mesa de billar, se para, ve la bola blanca que esta sobre el paño
    de la mesa; la agarra y se la come.
    El dueño del bar, enfurecido, le recrimina al hombre:
    - Óigame, usted, ¡Ese mono suyo es un salvaje, primero me destroza el bar y después se come mi bola de billar! Los voy a echar a patadas a usted y a ese bicho de m**....
    El hombre, avergonzado, le dice al dueño:
    - No se preocupe amigo, yo le pago por todos los daños.
    Dicho esto, saca un fajo de billetes y se va.
    Al cabo de una semana vuelven el hombre y su mono al mismo bar. El hombre pide un trago para él y un zumo de plátanos para el mono. El mono esta vez se comporta decentemente; se toma su trago y se pone a caminar mesa por mesa, pero sin romper nada. En esto que ve sobre una mesa un helado con una cereza encima. Agarra la cereza, la mira bien, y procede a metérsela en el c**... con toda delicadeza. Se la saca, la vuelve a mirar, y se la come.
    El dueño del bar, indignado, otra vez le recrimina al hombre:
    - Oiga! Ese bicho asqueroso suyo es un inmundo!. ¿Vio lo que hizo? Delante de todos mis clientes, se mete una cereza en el c**... y después se la come.
    A lo que el hombre le contesta:
    - Si, mire, tiene que comprenderlo, con lo que le costó cagar la bola de billar, ahora antes de comer cualquier cosa primero la mide.
  8. San Pedro llama a un ángel y le dice:
    - Esta mañana tengo que ir a hacer un par de trámites a una nube, así que te dejo cuidando las puertas del Cielo.
    El ángel, aterrado, le dice que no tiene idea de a quién tiene que dejar pasar y a quién no, pero San Pedro lo tranquiliza:
    - Mira, por hoy vamos a simplificar. Aquí tienes una Biblia y un fajo de billetes de cien euros. Dale a elegir a los que lleguen: si cogen la Biblia les dejas pasar, y si cogen un billete los mandas al i**.... Y aquí tienes mi número de móvil por si hay algún problema.
    San Pedro se va, y pasa la mañana con sus cosas, hasta que suena el teléfono. Es el ángel:
    - Mire, San Pedro, hasta ahora todo iba bien, pero acaba de llegar un tío que cuando le di a elegir me dijo:
    - ¿Puedo ver un poco?.
    Se puso a hojear la Biblia, y cada tanto decía:
    - ¡Hum, qué interesante!.
    Y agarraba un billete de cien y marcaba la página; y así hasta quedarse con la Biblia y todos los billetes. ¿Qué tengo que hacer?".
    - Déjalo pasar, hijo, que ese es del Opus.



chistes de faja

Contar chistes de faja es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.