Chistes de Fontanero

Estos son los 12 chistes de fontanero y más graciosos bromas sobre fontanero que matan de risa. Lea chistes acerca fontanero que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de fontanero para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre fontanero para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. El fontanero Un fontanero lega a un bar y le dice un amigo:
    - ¡Qué mala cara tienes! ¿Qué te pasó?
    - Que fui a arreglarle una cañería a una mujer. Me sedujo, fuimos para cama, cuando estaba en la faena, sale el marido del armario y ¡pumba!
    - Te la metieron doblada.
    -¿Doblada? ¡De punta, me la metió de punta!
  2. ¿Cuál es el colmo de un piloto?
    Que su novia lo mande a volar.
    ¿Cuál es el colmo de un fontanero?
    Que su novia lo mande por un tubo.
    ¿Cuál es el colmo de un caballo?
    Que tenga silla y no se pueda sentar.
  3. En una clase mixta, llega la profesora y pregunta:
    Juanito, ¿Qué quieres ser cuando grande?

    ¡Quiero ser doctor señorita!
    Muy bien Juanito, ¿Y tú Alejandro?
    ¡Quiero ser fontanero!
    Muy bien Alejandro!
    ¿Y tú clara?
    Yo quiero ser mamá profesora.
    ¡Que fantástico, ¿Y tú Jaimito?
    ¡Yo, yo quiero ayudar a Clara a ser mamá!
  4. Sueldos profesionales Después de arreglar un grifo en 10 minutos, el fontanero presenta una factura de 500 €
    El cliente, escandalizado, protesta:
    - Oiga señor fontanero, yo soy abogado y no cobro por mi consulta ni la mitad de lo que usted me esta cobrando.
    - Ya lo sé, contesta el fontanero, cuando yo ejercía de abogado también cobraba la mitad
  5. Están en la puerta de un ministerio una manifestación de gitanos gritando “queremos trabajo”
    -en eso se le acerca un contratista a uno de los gitanos y le ofrece un puesto de fontanero
    -a lo que el gitano contesta: oye payo con tantos gitanos que hablemos aquí porque vos has tenido que elegirme a mí..
  6. Palpando a la vaca El crío va a la feria de ganados con su papá y no pierde detalle de lo que éste hace.
    -¿Y ahora qué haces?
    -Estoy palpando a la vaca para ver cómo está de carnes porque la quiero comprar.
    -¿Ah, sí? Pues el otro día el fontanero parece que quería comprar a mamá.
  7. -¿De qué trabajas?
    -Aprieto tuercas...
    -¿Eres fontanero?
    -No, soy psiquiatra... ¿y tu?
    -Yo muevo vacas...
    -¿Eres ganadero?
    -No, soy monitor de zumba!
  8. Dos turistas americanos están visitando las cataratas del Niágara.
    Uno de ellos es de Nueva York, y está un poco cansado del otro, que es de Texas y un poco fantasma, así que le dice:
    - Oye, ¿a que en Texas no tenéis unas cataratas asi?.
    - No, pero tenemos a un fontanero que podría arreglar en cinco minutos este escape de agua.
  9. Que me bajo ya En un autobús repleto de gente hasta los topes un tío dice de pronto a voz en grito:
    - ¡Me quedan tres paradas para bajarme!
    La gente pasa de él y piensa que está un poco loco.
    Al cabo de un rato:
    - ¡Me quedan dos paradas para bajarme!
    La gente empieza a mirar para otro lado.
    - ¡Señores, que a la próxima me bajo!
    La gente sigue pasando de él y finalmente dice:
    - ¡Bueno, que ya me bajo en esta!
    - Y a nosotros ¿qué nos importa?
    - ¡Es que soy fontanero. Suelten ya la tubería que me la tengo que llevar!
  10. Llega un plomero a un convento a realizar un trabajo de fontanería, se entera éste de que la madre superiora tiene un perico. El fontanero muy aficionado a los pericos le pregunta a la madre superiora que si el perico sabe pronunciar alguna frase.
    Por supuesto que éste perico habla perfectamente, comenta la monja.
    Oiga, ¿Y qué es lo que dice?
    Mire, todo depende de la pata que le levante al perico, inténtelo...
    El fontanero le levanta la patita izquierda y el perico inicia "El Padre Nuestro"
    Sorprendido pregunta a la madre qué es lo que hace si se le levanta la pata derecha. La madre contesta que reza "El Ave María".
    ¡No puede ser! Exclama el fontanero.
    Oiga, ¿Y si le levanta las dos?
    A lo que el perico contesta:
    ¡Pues i**..., me caigo!
  11. Un chico de 18 años, un poco estúpido, dice a su padre:
    - Una señorita me ha guiñado un ojo y me ha invitado a tomar algo.
    - Sí, hijo...
    - Papá, es que también me ha invitado a su casa. ¿Voy?
    - Sí, hijo.
    - Papi, y si me invita a meterme en la cama, con ella, para hacer el amor... ¿eso cómo se hace?
    - Es muy sencillo: sólo tienes que meter tu miembro en la parte donde ella hace pipí. Al otro día...
    - ¡Papá, he tenido un gran problema... Tuvo que venir el fontanero para sacarme el miembro del inodoro!
  12. un hombre llega a su casa despues del trabajo y le dice su mujer:
    _cariño puedes arreglar la cisterna que esta rota?
    y este responde:
    cariño yo soy fontanero, a que no? pues entonces...
    Al dia siguiente le vuelve a decir ella
    - cariño puedes arreglar la pata de la silla que se rompio?
    -a ver cariño.. yo soy carpintero? a que no? pues entonces...
    Al dia siguiente llega el hombre a casa y casualmente la cisterna y la pata de la silla estaban arregladas dice:
    - han venido el carpintero y el fontanero?
    - no lo ha arreglado el vecino.
    -no me digas y te ha cobrado?
    - n, me ha dado a elegir entre hacerle una tarta o hacerle el amor.
    el hombre enojado responde:
    -supongo que le habras hecho la tarta, no?
    - a ver cariño yo soy pastelera, a que no? pues entonces...



chistes de fontanero

Contar chistes de fontanero es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.