Chistes de Fragata
Estos son los 3 chistes de fragata y más graciosos bromas sobre fragata que matan de risa. Lea chistes acerca fragata que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de fragata para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre fragata para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- ¡Almirante quince fragatas aproximándose!
¿Una flota?
¡No, flotan todas! - Los piratas de los siete mares:
Este era un barco pirata, de pronto, aparece una fragata inglesa. El segundo de abordo grita:
¡Capitán, capitán una fragata inglesa a babor!
Entonces el capitán gira instrucciones:
¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja!
Pin, pun, pan, trifulcas, golpes y porrazos y gana la batalla el barco pirata. Al otro día, nuevamente grita el segundo de abordo:
¡Capitán, capitán una goleta española a estribo!
Entonces el capitán gira de nuevo instrucciones:
¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja!
Pin, pun, pan, 20 trifulcas, golpes y porrazos y gana otra vez la batalla el barco pirata.
Dos días después, el segundo de abordo vuelve a gritar:
¡Capitán, capitán una fragata portuguesa hacia la proa!
Entonces el capitán gira de nuevo instrucciones:
Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja.
Pin, pun, pan, trifulcas, golpes y porrazos y de nuevo gana la batalla el barco pirata.
Al día siguiente el segundo de abordo se acerca y le pregunta al capitán:
Capitán todos estamos impresionados por sus dotes dirigiéndonos en la batalla y lo bien que nos ha ido en la mar. Sin embargo, todos entendemos por qué hay que colocar la bandera pirata, bajar las velas y lo demás, pero discúlpeme, ¿Para qué pide que le traigamos su chaqueta roja?
A esto el capitán contesta:
Elemental señor Smith; si por infortunio soy herido en batalla, la tripulación no se desmoralizará porque no se darán cuenta que estoy herido; de este modo siempre ganaremos la batalla. El señor Smith contesta:
Ah, que interesante y bien pensado mi capitán.
Tres días después el segundo de abordo grita:
¡Capitán, capitán, dos fragatas portuguesas a babor, tres fragatas inglesas hacia la popa y cuatro goletas españolas hacia proa, entonces el capitán, se rasca la cabeza y gira las instrucciones:
¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi pantalón marrón! - Los piratas de los siete mares:
Este era un barco pirata, de pronto, aparece una fragata inglesa. El segundo de abordo grita:
¡Capitán, capitán una fragata inglesa a babor!
Entonces el capitán gira instrucciones:
¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja!
Pin, pun, pan, trifulcas, golpes y porrazos y gana la batalla el barco pirata. Al otro día, nuevamente grita el segundo de abordo:
¡Capitán, capitán una goleta española a estribo!
Entonces el capitán gira de nuevo instrucciones:
¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja!
Pin, pun, pan, 20 trifulcas, golpes y porrazos y gana otra vez la batalla el barco pirata.
Dos días después, el segundo de abordo vuelve a gritar:
¡Capitán, capitán una fragata portuguesa hacia la proa!
Entonces el capitán gira de nuevo instrucciones:
Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja.
Pin, pun, pan, trifulcas, golpes y porrazos y de nuevo gana la batalla el barco pirata.
Al día siguiente el segundo de abordo se acerca y le pregunta al capitán:
Capitán todos estamos impresionados por sus dotes dirigiéndonos en la batalla y lo bien que nos ha ido en la mar. Sin embargo, todos entendemos por qué hay que colocar la bandera pirata, bajar las velas y lo demás, pero discúlpeme, ¿Para qué pide que le traigamos su chaqueta roja?
A esto el capitán contesta:
Elemental señor Smith; si por infortunio soy herido en batalla, la tripulación no se desmoralizará porque no se darán cuenta que estoy herido; de este modo siempre ganaremos la batalla. El señor Smith contesta:
Ah, que interesante y bien pensado mi capitán.
Tres días después el segundo de abordo grita:
¡Capitán, capitán, dos fragatas portuguesas a babor, tres fragatas inglesas hacia la popa y cuatro goletas españolas hacia proa, entonces el capitán, se rasca la cabeza y gira las instrucciones:
¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi pantalón marrón!