Chistes de Haberte

Estos son los 6 chistes de haberte y más graciosos bromas sobre haberte que matan de risa. Lea chistes acerca haberte que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de haberte para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre haberte para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. El ladrón estaba siendo interrogado en la estación policial. El oficial le dice:
    ¿Así que después de haberte metido a la casa y robado 20.000 dólares, regresaste y te llevaste las joyas y los cuadros de arte de la familia?
    Sí, fue cuando me puse a pensar que el dinero solo, no trae la felicidad.
  2. Loro malhablado Manuel recibió un loro por su cumpleaños; ya era un loro adulto, con una muy mala actitud y vocabulario. Cada palabra que decía estaba adornada por alguna palabrota, así como siempre de muy mal genio. Manuel trató desde el primer día de corregir la actitud del loro, diciéndole palabras bondadosas y con mucha educación, le ponía música suave y siempre lo trataba con mucho cariño. Llegó un día en que Manuel perdió la paciencia y gritó al loro, el cual se puso más grosero aún, hasta que en un momento de desesperación, Manuel puso al loro en el congelador.
    Por un par de minutos aún pudo escuchar los gritos del loro y el revuelo que causaba en el compartimento, hasta que de pronto todo fue silencio. Luego de un rato, Manuel arrepentido y temeroso de haber matado al loro, rápidamente abrió la puerta del congelador. El loro salió y con mucha calma dió un paso al hombro de Manuel y dijo:
    - Siento mucho haberte ofendido con mi lenguaje y actitud, te pido mis disculpas y te prometo que en el futuro vigilaré mucho mi comportamiento.
    Manuel estaba muy sorprendido del tremendo cambio en la actitud del loro y estaba a punto de preguntarle qué es lo que lo había hecho cambiar de esa manera, cuando el loro continuó:
    - Te puedo preguntar, ¿Qué fue lo que hizo el pollo?
  3. En plena época soviética a un judío ruso finalmente se le permitió emigrar a Israel. En el aeropuerto de Moscú, la aduana encontró una estatua de Lenin en su equipaje y preguntó: "¿Qué es esto?"
    El hombre respondió: "¿Qué es esto? Camarada de la pregunta equivocada. Debería haber preguntado: ¿Quién es? Este es el camarada Lenin. Él sentó las bases del socialismo y creó el futuro y la prosperidad del pueblo ruso. Me lo llevo conmigo". como recuerdo de nuestro querido héroe ".
    El oficial de aduanas ruso lo dejó ir sin más inspección.
    En el aeropuerto de Tel Aviv, el funcionario de aduanas israelí también le preguntó a nuestro amigo: "¿Qué es esto?"
    Él respondió: "¿Qué es esto? Pregunta incorrecta, señor. Debería estar preguntando, '¿Quién es este?' Este es Lenin, el b**... que hizo que yo, un judío, me fuera de Rusia. Me llevo esta estatua para poder maldecirlo todos los días ".
    El funcionario de aduanas israelí dijo: "Le pido disculpas, señor, está autorizado para ir".
    Al instalarse en su nueva casa, puso la estatua sobre una mesa. Para celebrar su inmigración, invitó a cenar a sus amigos y familiares.
    Uno de sus amigos preguntó: "¿Quién es?".
    Él respondió: "Mi querido amigo, ¿quién es este?" Es una pregunta incorrecta. Deberías haberte preguntado: ¿Qué es esto?
    "Son diez kilogramos de oro macizo que me las arreglé para llevarme sin pagar impuestos ni derechos de aduana".
  4. La señora con el esposo:
    ¿Qué harías si me muriese?

    Te guardaría luto.
    ¿Durante mucho tiempo?
    ¡Muchísimo!
    ¿Por qué?
    Porque te quiero, y tu pérdida sería dolorosa para mí
    ¡Qué bonito! ¿Volverías a casarte?
    No.
    ¿Por qué no? ¿No te gusta estar casado?
    Sí me gusta...
    ¿Entonces, sí te volverías a casar?
    Creo que después de haberte guardado luto durante el tiempo suficiente, y mi vida volviese a tener sentido, sí.
    ¿Y dormirías con ella en nuestra cama?
    Es de suponer, ¿no?
    ¿Reemplazarías mi foto por la de ella en la mesa de noche?
    Pondría las dos fotos
    ¿Jugarías también al golf con ella?
    Sí. Lo haría...
    ¿Y le darías mis palos?
    No. ¡Ella es zurda...!
  5. Un tal Ricardo recibió un loro por su cumpleaños, ya era un loro adulto, con una muy mala actitud y vocabulario. Cada palabra que decía estaba adornada por alguna palabrota, así como siempre, de muy mal genio. Ricardo trató, desde el primer día, de corregir la actitud del loro, diciéndole palabras bondadosas y con mucha educación, le ponía música suave y siempre lo trataba con mucho cariño.
    Llegó un día en que Ricardo perdió la paciencia y gritó al loro, el cual se puso más grosero aún, hasta que en un momento de desesperación, Ricardo puso al loro en el congelador. Por un par de minutos aún pudo escuchar los gritos del loro y el revuelo que causaba en el compartimiento, hasta que de pronto, todo fue silencio.
    Después de un rato, Ricardo arrepentido y temeroso de haber matado al loro, rápidamente abrió la puerta del congelador. El loro salió y con mucha calma dio un paso al hombro de Ricardo y dijo:
    - Siento mucho haberte ofendido con mi lenguaje y actitud, te pido que me disculpes y te prometo que en el futuro vigilaré mucho mi comportamiento.
    Ricardo estaba muy sorprendido del tremendo cambio en la actitud del loro y estaba a punto de preguntarle qué es lo que lo había hecho cambiar de esa manera, cuando el loro continuó:
    - ¿Te puedo preguntar una cosa?
    - Sí... ¡cómo no!-, contestó Ricardo.
    - ¿Qué fué lo que hizo el pollo?
  6. La señora con el esposo:
    ¿Qué harías si me muriese?

    Te guardaría luto.
    ¿Durante mucho tiempo?
    ¡Muchísimo!
    ¿Por qué?
    Porque te quiero, y tu pérdida sería dolorosa para mí
    ¡Qué bonito! ¿Volverías a casarte?
    No.
    ¿Por qué no? ¿No te gusta estar casado?
    Sí me gusta...
    ¿Entonces, sí te volverías a casar?
    Creo que después de haberte guardado luto durante el tiempo suficiente, y mi vida volviese a tener sentido, sí.
    ¿Y dormirías con ella en nuestra cama?
    Es de suponer, ¿no?
    ¿Reemplazarías mi foto por la de ella en la mesa de noche?
    Pondría las dos fotos
    ¿Jugarías también al golf con ella?
    Sí. Lo haría...
    ¿Y le darías mis palos?
    No. ¡Ella es zurda...!