Chistes de Haceis
Estos son los 4 chistes de haceis y más graciosos bromas sobre haceis que matan de risa. Lea chistes acerca haceis que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de haceis para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre haceis para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- Un médico militar pregunta a un sargento alemán sobre las condiciones sanitarias de su unidad.
- ¿Cómo se prepara el agua potable?
- Bueno, primero la filtramos.
- ¿Y después?
- La hervimos.
- Muy bien, ¿y qué hacéis luego?
- Bueno, para estar seguros, en su lugar, pues bebemos cerveza... - En medio del incendio, el jefe de bomberos descubre que faltan 2 hombres. Tras buscarlos finalmente los encuentra en el camión haciéndolo.
- ¿Pero qué hacéis?
- Es que aquí el compañero tenía problemas de asfixia por el humo.
- ¿Y por qué no le haces el boca a boca?
- ¿Y cómo cree que empezamos? - El matrimonio lo cambia todo Las primeras semanas :
-Te dice :-No pares !-
Duermes con ella, te explica sus fantasías, hacéis el amor 5 veces a la semana...
Los siguientes 2 años :
-Te dice :-No sigas !-
Duermes en el sofá, mo hablais nunca y hacéis el amor 5 veces por mes - Un hombre está en el urinario, vaciando la vejiga muy tranquilo cuando al lado de él se colocó otro hombre, se sacó su miembro y se puso a orinar.
El que estaba primero, le quedó viendo con interés el pene al recién llegado y le dijo:
- Disculpe amigo, pero...¡Qué bonito su pene!
- Mire, señor, yo vine aquí a orinar no a que un m**... me este piropeando mi miembro- contestó.
- No amigo, discúlpame, pero yo no soy m**..., sino que aprecio la apariencia de su pene, en cambio, mire el mío.
El recién llegado como quien quiere y no quiere volteo a ver el pene del otro y le dijo:
- Tenéis razón, es más feo que el c**...! Se parece al moco del pavo.
- ¡Y como hacéis vos para tenerlo tan bonito?
- Nada del otro mundo, me la lavo todas las mañanas, uso calzoncillos holgados tipo "boxer". Eso es todo.
Diciendo esto, el recién llegado terminó de orinar, se sacudió suavemente el pene y se lo guardó.
En ese momento, el otro exclamó:
- ¡Con razón ya sé lo qué está pasando!
- ¿Sí? - contestó el otro.
- Usted cuando termina de orinar, se lo sacude para no chorrearse el pantalón, ¿Verdad?
- ¡Claro! - contestó aquél.
- Pues yo no, no joda...¡Yo me lo exprimo.