Chistes de Hice Gritar

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Tabla de contenidos


Los Mejores Chistes de Hice Gritar

Estos son nuestros mejores frases chistosas de hice gritar. Diviértete con un buen bromas de hice gritar en español con sencillo humor de hice gritar y fotos para reir.

  1. Tarde una noche en el manicomio un interno gritó: “Soy Napoleón”
    Otro dijo: ”¿Cómo sabes?”
    El primer loco dijo: “Dios me lo dijo”
    Solo entonces, una voz desde otra habitación gritó: “Yo no lo hice”



Chistes de hice gritar muy buenos y graciosos

Los chistes de hice gritar para niños y para amigas muy buenos y graciosos siempre son un éxito en las fiestas. La risa está garantizada cuando se comparten estas hice gritar bromas divertidas.

Una maestra, les manda como tarea para el hogar a sus niños, realizar una
composición - tema "MAMA HAY UNA SOLA"
Al día siguiente, estaban todos los chicos en el aula, y la maestra llama
a Nahuel, para que lea su composición.
"Yo estaba muy enfermito, tenía fiebre, tosía, me dolía el pecho, no comía
nada, no podía jugar, ni venir a la escuela. Entonces esa noche, mi mamá
me refregó en el pechito Vick Vaporub, me dió lechita bien calentita, me
cubrió con frazadas, y me quedé dormidito. Al día siguiente me desperté
sanito.. " MAMA HAY UNA SOLA "
Toda la clase aplaudió y la maestra la elogió.
Luego, la maestra llamó a Pablito quien comenzó a leer:
"Yo tenía una prueba de Conocimientos Generales, y no sabía nada.
No conseguía memorizar nada y comencé a llorar pensando que me iba a sacar
un 0.
Entonces mi mamá, me sentó a su lado, tomó el libro, y comenzó a
explicarme todo muy fácilmente.
Después me fui a dormir mas tranquilo, y al día siguiente cuando me
desperté, sabía todo!
Me vine para la escuela, hice la prueba y me saqué un 10.
"MAMA HAY UNA SOLA "
Estallaron los aplausos... y la maestra felicitó a Pablito.
Acto seguido, le toca leer la composición a Jaimito.
El niño comienza:
"Llegué a casa y mi mamá estaba en la cama con un tipo. Cuando me vio,
me gritó: Jaimito, andá a la cocina y traéme Dos cervezas, ya!
me fui a la heladera, la abrí, miré, y le grité:
"MAMA: ......HAY UNA SOLA

Estaban dos amigos hablando, y uno de ellos le dice al otro:
-¿Sabes lo que me pasó anoche? ¡Llego a mi casa, entro en mi dormitorio y me encuentro a mi mujer en la cama con un negro! Le grité:
- ¡Oye, negro! ¿Qué estás haciendo? ¡Fuera de mi casa ahora mismo!
Cuando el negro se levantó de la cama (medía casi dos metros) me cogió del cuello, agarró un lápiz de labios que había en la mesita, pintó una raya en el suelo, y me dijo:
- ¡Como pises esa raya, te mato!
¡Y siguió cepillándose a mi mujer el h**...!
- ¿Y tú no hiciste nada? ¿Te quedaste de brazos cruzados mientras se follaban a tu mujer?
- No, por Dios, ¿por quién me tomas?
Cuando el negro no miraba, yo, con dos cojones... ¡PISABA LA RAYA!!!!!!

El Italiano dice:
- Anoche yo le hice masajes a mi mujer en todo el cuerpo con un aceite de oliva finísimo, luego; hicimos el amor apasionados y la hice gritar durante 5 minutos seguidos, sin parar.
El Francés para no quedarse atrás dice:
- Yo anoche le hice masajes a mi mujer en todo el cuerpo, con un aceite especial afrodisíaco y luego hicimos el amor, la hice gritar durante 15 minutos seguidos.
El Español dice:
- Eso no es nada, yo anoche le hice masajes a mi mujer con una mantequilla especial, le acaricié todo el cuerpo con la mantequilla, luego hicimos el amor y la hice gritar durante 6 horas seguidas.
El Italiano y el Francés asombrados le preguntan:
- Seis horas, oye qué bárbaro, cómo hiciste para que gritara durante seis horas seguidas?
Y el español contesta:
- ¡Me limpié las manos en las cortinas!

Tres mujeres, una con un amante clandestino, la segunda con novio, y la tercera casada, deciden poner a prueba una técnica de seducción. Se ponen de acuerdo las tres que esa misma noche, usarán bodies de cuero negro, tacones aguja de 20 centímetros, y una máscara negra para recibir a sus hombres.
Al día siguiente, se reúnen a comparar experiencias:
La del amante cuenta:
- Apenas abrió la puerta, y me vio de body, tacones y enmascarada, gritó como un salvaje, y me poseyó cuatro veces ahí mismo, en el suelo...
La que va de novia, a su vez, cuenta:
- Yo me puse el body, los tacones y me pinté, pero me dio alguito de vergüenza, y me puse una bata encima. Cuando llegó al apartamento, y abrí la bata, se puso como un loco y me llenó de besos, y fuimos a la cama, donde hicimos el amor dos veces seguidas.
La casada, gruñe y cuenta:
- Bueno, yo también me puse el body de cuero negro, los tacones y me pinté los ojos de negro. Llegó el c**... de mi marido, se tiró sobre el sofá, cogió el mando a distancia y gritó:
- Batman, ¿qué hay para cenar?

Tres amigos están conversando en un bar sobre sus esposas.

Uno dice: Anoche le dije a mi mujer que en la casa yo era quien mandaba. Ella no estuvo de acuerdo, así que nos sentamos a hablar, y decidimos tomar las decisiones entre los dos.
El segundo dice: Pues anoche le dije a mi mujer que en la casa yo era quien mandaba. Ella no estuvo de acuerdo, empezó a gritarme hasta que me cansé y le dije que hiciera lo que quisiera. El tercero se queda en silencio, hasta que los otros le preguntan: ¿Y tú no tienes problemas con tu mujer? Bueno, anoche le dije a mi mujer que en la casa yo era quien mandaba. Ella no estuvo de acuerdo, pero en media hora ya la tenía caminando a gatas por la casa. Los otros estaban asombrados: ¿Y entonces qué pasó?
Bueno... entonces ella gritó: ¡Sal de debajo de la cama y pelea como un hombre!

Había un piloto volando una pequeña avioneta con un par de importantes ejecutivos a bordo.

Con la avioneta envuelta en densa niebla, se disponía a aterrizar en el aeropuerto de Seattle con menos de 10 metros de visibilidad, cuando de pronto sus instrumentos se apagaron.
Así que comenzó a volar en círculos buscando donde poder aterrizar. Después de una hora de hacer ésto, el indicador de combustible comenzó a parpadear, y los pasajeros se comenzaron a poner nerviosos.
Finalmente se abrió un pequeño resquicio de la niebla a través del cual se podía ver un edificio alto con únicamente una oficina con la luz prendida y en la cual se encontraba trabajando solo una persona en el 5to. piso.
El piloto se acerca al edificio, abre la ventanilla de la avioneta y le grita a la persona del edificio:
"¿Donde estoy?". Al oir esto, el trabajador del edificio le responde:
"Estás en una avioneta".
Acto seguido el piloto cierra la ventanilla y ejecuta un giro de 275 grados para posteriormente realizar un perfecto aterrizaje en el aeropuerto localizado a 5 millas del edificio en cuestión.
En el momento en que el avión se detiene por completo, el motor se detiene por falta de gasolina. Los pasajeros sorprendidos
preguntan al piloto cómo logró realizar ese aterrizaje en medio de tan densa niebla.
"Es simple", dece el piloto. "Hice al muchacho del edificio una pregunta simple, y la respuesta que me dió era 100% correcta pero absolutamente inútil, por consiguiente esa debía ser la oficina de soporte técnico de Microsoft, y yo sabía que el aeropuerto estaba a 5 millas de ahí".

Pues llega un famoso circo al pequeño poblado, y su gran atractivo era el hombre que se hacia animal. Llegado el día de la primera función del circo, el lugar estaba lleno y empieza la función, se apagan todas las luces del escenario, menos una que era la que alumbraba al maestro de ceremonias y empezó a hablar:
Señoras y señores bienvenidos al mejor circo del mundo.
Toda la concurrencia aplaude, y el maestro de ceremonias continua:
Este es el único circo en el mundo que les presentará frente a sus ojos al único hombre que se hace animal, y la concurrencia toda emocionada aplaude aún más fuerte. Pero primero tendremos a nuestros equilibristas; pues salen los equilibristas al escenario, hacen su número. Vuelve a salir el maestro de ceremonias y después anuncia el acto de los leones, y así sucesivamente todos los actos del circo, hasta que llegan al acto más esperado de todos: El hombre que se convierte en animal. Las luces se apagan, de repente aparece una silla de color oro en el centro del escenario, sale un personaje vestido con pantalones de mezclilla, una camisa verde de manga corta y en sus manos traía una bolsita de plástico. Llega al centro de la pista, se acomoda se sienta en su silla, extiende una mano y saca de la bolsita de plástico una cajetilla de cigarros, enciende uno y se pone a fumar. Los comentarios de los asistentes no se hicieron esperar, entre lo que se podía escuchar era: Mira, ya le esta saliendo pelo de las manos te fijas como ya le están empezando a salir garras. Y un sin fin de comentarios más; mientras tanto el señor seguía sentado fumando, cuando se acabó su cigarro sacó un refresco de la bolsita y se lo empezó a tomar. así pasaron los minutos, y las horas; el señor fumaba y tomaba soda. Llegó un momento en que el publico se empezó a desesperar, pero pacientemente aguardaban ya que aquello sería un acto único. Llegó un momento en que fue tanta la desesperación que un asistente se levantó del publico después de varias horas, y grito:
¡Ese hombre se está haciendo buey!
Ahí lo tienen señoras y señores el único hombre que se convierte en animal.

Estaban todos lo chicos en clase esperando que llegara la profe,como veían que no llegaba, empezaron a armar despelote,a patear cosas,bancos,a romper,a tirar papelitos.Cuando llega la profe y ve todo echo un desastre se pone como loca y grita:!Que estan haciendo,se quedan quietos yaaaa!!!!.Gabriela que hiciste.Yo tire los papelitos;a la drección!!!.Tu Pedro, que hiciste;yo patee el banco(estaba el banco ahí todo roto)A la dirección!!.Y tu Jaimito que hiciste!!!!.Yo??,tire serpentina por la ventana.Vieron chicos aprendan de Jaimito, al rato cuando vuelve todo a la normalidad y todo los chicos haciendo la tarea...
Entra una chica todo moreteada, REBENTADA.
La profesora la mira y le dice;Pero quien eres tu??
:-Serpentina.

James Bond en las puertas del cielo

El día que James Bond murió, llega al cielo y San Pedro pregunta:
- ¿Cómo te llamas?
- Bond, James Bond.
- ¡Todos dicen lo mismo!, te voy a hacer una prueba, si la pasas te creo. Entra a ese cuarto, lleno de gente y me traes a Adán...
- Pasados unos minutos, James Bond, sale con Adán. Sorpendido San Pedro pregunta: ¿Cómo lo hiciste?
- Fue muy fácil, era el único que no tenía ombligo.
- San Pedro vuelve a meter a Adán y ordena a todos que se cubran el estómago. Vuelve a retar a Bond. A los cinco minutos sale nuevamente con Adán.
- ¿Pero cómo lo hiciste ahora?
- Era el único que no tenía costilla.
- Esta bien, la última prueba... San Pedro viste a todos igual y reta nuevamente a Bond.
Esta vez a los diez minutos, se escuchan gritos e insultos... Por fin nuevamente sale Bond con Adán.
- ¡No lo puedo creer, tu eres James Bond!, pero dime ¿cómo lo hiciste?
- Fue fácil, me empecé a cagar en la madre de todos los presentes y el único que no se ofendió fue este.

Erase una vez un atlante que va con su rey y le dice:
Estoy harto que todo el mundo nos critique que somos bien tontos, eso se tiene que resolver.
Y el rey le dice:
Bueno pues, te vamos a hacer una prueba para demostrar que no son tan tontos como creen. Entonces el atlante le dice:
¿Qué te parece si me haces una pregunta en un estadio lleno de puros atlantes, y ante los ojos de todo el mundo demostrar que no somos unos bobos?
Llegó el día de la pregunta en un estadio repleto de puros atlantes. Cuando el estadio estaba lleno y el mundo entero le estaba poniendo atención, le hicieron la primera pregunta:
¿Podéis decirme cuánto es 3 x 8?
Y el atlante responde:
¡Claro, pero es bien fácil 30!
¡No!, gritó el locutor.
Y todo el estado gritó al unísono:
¡Otra oportunidad! ¡Otra oportunidad!
Le dió otra oportunidad y le vuelve hacer una pregunta:
¿Cuánto es 15 + 40?
Pues 45 hombre más fácil no podía ser.
Y el locutor dice:
¡No!
Inmediatamente grita el estadio:
¡Otra oportunidad! ¡Otra oportunidad! ¡Otra oportunidad!
Bueno, bueno, dijo el locutor, ¿Qué te parece una resta?
Y el atlante le contesta:
¡Echemela que ésta sí me sale!
¿Cuánto es 15 - 6?
Y el atlante contesta:
Pues 9.
Y el estadio grita:
¡Otra oportunidad! ¡Otra oportunidad! ¡Otra oportunidad!

Con un Saludín señoras maduras:
Anoche conquisté a una señora madura en una discoteca de primer nivel. Tenía buen aspecto para una mujer de 57 años. De hecho no estaba nada mal, era muy guapa, elegante, distinguida y sin querer, me encontré pensando que quizá tendría una hija preciosa de unos 30 años.
Tomamos unas copas más, nos hicimos algunas caricias fogosas y me preguntó si había tenido un 'Doble Deportivo'.
- ¿Qué es eso? le pregunté.
- Es un trío con madre e hija, me contestó.
- Le dije NO, ¡¡¡¡¡¡¡¡muy excitado!!!!!!!!!!!!!!!!!.
Tomamos unas copas más y me dijo que esta era mi noche de suerte y fuimos para su departamento (pensé para mis adentros, 'se me hace realidad lo de la hija preciosa que imaginé', ese solo pensamiento me excitaba más).
Llegamos a su edificio, en un barrio muy elegante.
En el estacionamiento sólo Mercedes Benz y BMW...
Subimos en un ascensor directo a su departamento, luego entramos (se me aceleró el ritmo cardiaco imaginando al monumento de hija que tendría), se quitó los zapatos y los tiró sobre la alfombra.
Encendió la luz del vestíbulo, admiré la decoración de la sala, era todo de muy buen gusto, la decoración, los muebles, la vista...
Empezó a desvestirse lentamente y luego gritó:
- “Mamá, ¿todavía estás despiertaaaaaa?” ☺

Tres hombres están hablando sobre lo que habían hecho la noche
anterior.


El Italiano dice: -Anoche le di masajes a mi esposa con un aceite
de oliva finísimo, luego hicimos el amor apasionadamente . La hice
gritar durante 5 minutos.
El Francés dice: -Anoche le di masajes a mi mujer con un aceite
perfumado afrodisíaco especial luego hicimos el amor. La hice gritar
durante 15 minutos.
El español dice: -Anoche le di masajes a mi esposa con manteca de
cerdo, le acaricié toooooodo el cuerpo con la manteca, luego hicimos
el amor. La hice gritar durante 2 horas seguidas.
El Italiano y el Francés asombrados preguntan:
-¿Dos horas continuas?
Y ¿qué hiciste para hacerla gritar durante 2 horas seguidas?
-Me limpié las manos en la colcha...!!!!

Un catalán que le ha prometido a su hija un viaje en avioneta:
- ¿Cuánto me cobra por dar un paseo de una hora?
- 300 ¤.
- Uff, eso es mucho dinero. ¿Y si solo es media hora?
- Por media hora, 150 ¤.
- ¿150 ¤? ¿Y no tiene nada más barato?
- Pues mire, podemos hacer un trato. Si usted se sube a la avioneta y es capaz de no gritar durante todo el vuelo, se lo dejo gratis.
- ¡Trato hecho!.
Se suben en la avioneta y el piloto venga a hacer malabarismos, caidas en picado, el avión boca abajo, y el catalán sin escucharse. Por fin se cansa el piloto y aterriza.
- Oiga, ¡me tiene usted asombrado! ¡Mire que hice cosas peligrosas con usted y no gritó para nada!
- Si quiere que le diga la verdad, estuve a punto de gritar cuando se cayó mi hija.

La Historia de un Feo.
Voy a contarles mi historia, no es una historia de amor ni tiene un final
feliz, pero es la única que tengo por haber nacido así, feo, muy feo.
Cuando nací, el doctor fue a la sala de espera y le dijo a mi padre, "hicimos lo
que pudimos, pero salió".
Mi mamá no sabía si quedarse conmigo o con la placenta.
Como era prematuro me metieron en una incubadora, con vidrios polarizados.
Mi madre nunca me dio el pecho porque decía que sólo me quería como amigo. Así que en vez de darme el pecho, me daba la espalda.
Es por eso que debo haber quedado petiso, tan petiso que en lugar de ser enano, soy profundo. De chico iba por los cuarteles para que me gritaran:
¡Alto! ¡Alto!
Yo siempre fui muy peludo. A mi madre siempre le preguntaban:
Señora, a su hijo, ¿Lo parió o lo tejió?
Mi padre llevaba en su cartera la foto del niño que ya venía en la cartera
cuando la compró.
Una vez me perdí, le pregunté al policía si creía que íbamos a encontrar a mis
padres y me contesto:
No lo sé, hay un montón de lugares donde se pudieron haber escondido.
Y para colmo era muy flaco, tan flaco que un día metí los dedos en el enchufe y
la electricidad erró la patada.
Era realmente flaco, para hacer sombra tenía que pasar dos veces por el mismo
lugar.
Pero mi problema no era ser tan flaco sino ser FEO.
Mis padres tenían que atarme un trozo de carne al cuello para que el perro jugara conmigo.
Sí amigos, yo soy FEO, tan FEO que una vez me atropelló un auto y quedé mejor.
Cuando me secuestraron, los secuestradores mandaron un dedo mío a mis padres
para pedir recompensa. Mi padre les contestó que quería más pruebas.
Yo creo que no pagaron el rescate porque en casa éramos muy pobres, pero eso sí, a pesar de nuestra situación económica, somos muy honrados. Mi padre era tan honrado que un día encontró trabajo, y lo devolvió.
Por eso tuve que trabajar desde chico. Trabajé en una tienda de animales y la gente no paraba de preguntarme cuánto costaba yo.
Un día llamó una chica a mi casa diciéndome, "Ven a mi casa que no hay nadie", cuando llegué no había nadie.
El psiquiatra me dijo un día que yo estaba loco. Yo le dije que quería escuchar una segunda opinión. De acuerdo, además de loco es usted muy feo, me dijo.
Una vez cuando me iba a suicidar tirándome desde la azotea de un edificio de 50
pisos, mandaron a un cura a darme unas palabras de aliento. Sus palabras fueron:
¡En sus marcas, listos!
El último deseo de mi padre antes de morir era que me sentara en sus piernas. Lo habían condenado a la silla eléctrica.

Un hombre que trabajaba en una fábrica de enlatados le confesó a su mujer que estaba poseído por una terrible obsesión: Introducir su pene en la cortadora de pepinos. Espantada, la esposa le sugirió que consultara con un psicólogo.
El marido prometió que lo pensaría, pero todos los días le repetía a su esposa la misma historia, hasta que ella, harta, un día le dijo:
- ¡¡Pues mételo y no me fastidies más!! Es tu problema.
Días después, el marido llegó cabizbajo, pálido y profundamente abatido.
- ¿Qué pasó, querido? - Le preguntó la mujer.
- ¿Te acuerdas de mi obsesión por meter el pene en la cortadora de pepinos?
- ¡Oh, no! - Gritó la mujer- ¡Dime que no lo hiciste!
- ¡Sí, si lo hice, lo hice !
- ¡Oh, por Dios!, Y... ¿Qué pasó ?
- ¡Me despidieron! - Respondió el marido.
- Pero y, que pasó con la cortadora de pepinos ¿te hizo daño ?
- ¡No, no .... También a ella la despidieron.

En una ocasión entró un vaquero a una cantina de un pueblo a tomarse un trago, y al llegar amarró su caballo en la puerta. Pero al salir el forastero de la cantina se percató que su caballo ya no estaba, muy enfadado el tipo regresó al salón y pateando la puerta y tirando las sillas amenazó:
Si no aparece mi caballo en 5 minutos voy a hacer aquí lo mismo que hice en San Francisco, y se dirigió a la barra por otro trago. A los 3 minutos volvió a salir y de nuevo no encontró su caballo, de nuevo entró al salón pateo la puerta y volvió a gritar:
Si en 2 minutos no aparece mi caballo, voy a hacer aquí lo mismo que hice en San Francisco, y se volvió a dirigir al cantinero por otro trago al minuto, nuevamente se dirigió a la puerta y el caballo ni luces y encolerizado tiró la puerta del salón y exclamó:
Se los advierto, si en un minuto no aparece mi caballo, voy a hacer aquí lo mismo que hice en San Francisco, y se dirigió nuevamente a la barra con el cantinero para otro trago. Finalmente al pasar el minuto, volvió a salir y por fin allí se encontraba el caballo tal y como lo había dejado. Ya satisfecho regresó al salón para pagarle al cantinero y luego se dirigió a su caballo, se monto y ya se iba a marchar cuando de pronto salió corriendo el cantinero con una cara de duda que para que les cuento, y le preguntó:
Disculpe señor, este, en nombre de todos los parroquianos de la cantina y mío, tenemos una dudota, este, ¿Qué fue lo que hizo en San Francisco?
A lo que el forastero contesta:
Pues, me fui a pie.

- Abogado Defensor: ¿Cuál es su edad?
- Viejita Indefensa: Tengo 86 años.


- Abogado Defensor: ¿Podría decirnos, que fué lo que sucedió?
- Viejita Indefensa: Allí yo estaba, sentada en la mecedora en el porche de mi casa en una gradable noche de primavera, cuando un joven se acercó y se sentó junto a mí.
- Abogado Defensor: ¿Usted lo conocía?
- Viejita Indefensa: No, pero él se mostró bastante amigable.
- Abogado Defensor: ¿Qué sucedió después de que él se sentó?
- Viejita Indefensa: Él comenzó a acariciar mis piernas.
- Abogado Defensor: ¿Usted lo detuvo?
- Viejita Indefensa: No, yo no lo detuve.
- Abogado Defensor: ¿Por qué?
- Viejita Indefensa: Me sentía muy bien, nadie me había hecho eso desde que mi esposo murió hace 30 años.
- Abogado Defensor: ¿Qué sucedió después?
- Viejita Indefensa: Él comenzó a acariciarme los senos.
- Abogado Defensor: ¿Usted lo detuvo entonces?
- Viejita Indefensa: No, yo no lo detuve.
- Abogado Defensor: ¿Por qué?
- Viejita Indefensa: Bueno, señor Juez, sus caricias me hicieron sentir viva y excitada. No me había sentido así en muchos años.
- Abogado Defensor: ¿Qué sucedió después?
- Viejita Indefensa: Bueno yo me estaba sintiendo tan caliente y excitada que simplemente abrí mis piernas y le dije : hazme tuya jovencito, tómame, hazme el amor.
- Abogado Defensor: Entonces, ¿él la tomó, le hizo el amor?
- Viejita Indefensa: No. Él solo gritó "¡Feliz Día de los Inocentes!". Y fue allí cuando le disparé al hijo de la gran p**.... O_o

Mientras el avión atestado está a punto de despegar, la calma es rota por un pequeño de 5 años que escoge ese momento para hacer una tremenda rabieta. No importa lo que hiciera la frustrada y avergonzada madre para calmarlo, el niño continuaba gritando furiosamente y pateaba los asientos alrededor. De pronto, desde el fondo del avión se levantó un anciano general en uniforme, con el pecho cubierto de condecoraciones, que caminó lentamente por el pasillo, llegó hasta donde estaba el niño e inclinándose suavemente le dijo algo al oído. De inmediato, el niño se tranquilizó, tomó la mano de su madre, y se abrochó su cinturón. Todos los pasajeros empezaron a aplaudir. Mientras el general regresaba
lentamente a su asiento, una de las azafatas le dijo:
Disculpe, señor, pero podría decirme qué palabras mágicas usó para callar a ese pequeño.
El viejo sonrió y dijo:
Simplemente le mostré mis condecoraciones, y le expliqué que todas esas medallas me autorizaban a tirar a un pasajero por la puerta del avión, en el momento que yo quisiera.

Todos los locos de un manicomio se habían escapado y se habían subido a un árbol.

Una vez allí, agarrados de las ramas se pusieron a gritar todos a la vez:
¡Somos unas peras, somos unas peras!
Llegó el director del manicomio muy enfadado les dijo:
¡O os bajáis de ahí ahora mismo o llamo a bomberos!
Los locos no hicieron ni caso, el director llamó a los bomberos y les pidió que les echaran agua. Los locos al ser rozados por el agua se tiraron al suelo, todos menos uno, y le preguntó el director intrigado:
¿Y tú, por qué no te has caído?
A lo que contestó:
¡Soy una pera de agua, soy una pera de agua!

El marido gracioso

Un hombre que siempre molestaba a su mujer, pasó un día por la casa de sus amigos para que lo acompañasen al aeropuerto a despedirse de su esposa que se iba a París.
Al despedirse, frente a todo el mundo, él le desea buen viaje y en tono burlón le grita:
- Amor, que tengas buen viaje y no te olvides de traerme una hermosa francesita Ja ja ja!!
Ella bajó la cabeza y se embarcó muy molesta.
La mujer pasó dos semanas en Francia.
A su regreso, el marido otra vez pidió a sus amigos que lo acompañasen al aeropuerto a recibirla.
Al verla llegar, lo primero que le gritó a toda voz fue:
- ¿Amor me trajiste mi francesita?
- Hice todo lo posible, - contestó ella - ahora sólo tenemos que rezar para que nazca niña.

Un matrimonio de ancianitos de más de 90 años decide recordar viejos tiempos, y el viejito le dice a su mujer:
- Nena, vamos al pueblo que tengo una idea muy atrevida.
- Uyy...claro viejo.
Al llegar el viejecito dice:
- Mira aquella valla del jardín, ¿te acuerdas que ahí hicimos el amor por primera vez?
- Claro, como olvidarlo.
¿Por qué no vamos y... lo repetimos?
- Vaaleee mi amor!
Entonces van los viejecitos, se desnudan y empiezan a retorcerse, gemir y gritar.
En eso pasa un policía y les dice:
- Estoy muy sorprendido, con la edad que tienen y la energía que les queda... serían unas máquinas a los veinte años!
Y el viejo le responde:
- Si claro, pero en esos tiempos la valla no estaba electrificada!

Se encuentran en un bar un italiano, un francés y un mexicano, y platican sobre lo que hicieron la noche anterior. El italiano dice:
-Anoche cuando llegué a mi casa, despojé de todas sus ropas a mi mujer, la lleve a la alcoba, le hice un romántico masaje con un finísimo aceite de almendras, y luego hicimos el amor... La hice gritar durante 10 minutos.
El francés dice:
-Anoche cuando llegué a mi casa, despojé de todas sus ropas a mi mujer, la lleve a la alcoba, le hice un masaje erótico con un aromático aceite afrodisíaco, y luego hicimos el amor... La hice gritar durante 20 minutos.
El mexicano dice:
-Anoche cuando llegué a mi casa, le saqué toda la ropa a mi mujer, yo no la lleve a la alcoba, allí mismo en el sofá le hice un calentador masaje con manteca de cerdo, y luego hicimos el amor... La hice gritar cuando menos durante 3 horas...
Los otros dos amigos se miran aterrados y preguntan:
-¿Tres horas? ¿Y como hiciste para hacerla gritar durante tanto tiempo?
-¡Es que luego me limpié las manos en la cortina!

Los chistes son una forma popular de entretenimiento que típicamente consta de una anécdota o historia cómica con un final sorpresivo y gracioso. Existen muchos géneros de chistes, como los chistes de niños, los chistes de adultos, entre otros. El propósito principal de los chistes es provocar risa, normalmente atravesando conceptos o situaciones comunes en la vida de una manera humorística y a menudo irónica. La habilidad de contar chistes y hacer reír a las personas es una gran forma de romper el hielo y de conectar con los demás.

chistes de hice gritar

Contar chistes de hice gritar es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.