Chistes de Hormiguero
Estos son los 3 chistes de hormiguero y más graciosos bromas sobre hormiguero que matan de risa. Lea chistes acerca hormiguero que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de hormiguero para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre hormiguero para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- ¿En qué se parecen las mujeres a un hormiguero?.
En que les tapas el hoyo y se ponen como locas. - Era un conejito que nunca había salido del lugar donde vivía, entonces le dice a su mamá:
¡Mamá, mamá! ¿Me das permiso de salir al campo?
Entonces su mami le contesta que sí.
Sale el conejito de su cueva, y comienza a ver todo lo que hay a su alrededor y se sorprende por todo lo que ve, en eso pasa un osito y el conejo le pregunta:
¿Oye, y tú quién eres? ¿Quiénes son tus papás?
Entonces, contesta el oso:
Soy un oso y mi papá es un oso y mi mamá una osa.
¡Ahhhh! El conejito se sorprende y se va, en eso se encuentra a un león y le dice:
¿Oye y tú quién eres?
El león contesta:
Ah, pues soy hijo de un león y una leona.
¡Oooohhhh! El conejito se encuentra a una hormiguita y le pregunta:
¿Oye y tú quién eres?
Entonces le contesta la hormiga:
Pues soy una hormiga.
¡Oooohhhh! Contesta el conejito.
Y así sucesivamente se encuentra a varios animalitos y les hace la misma pregunta.
En eso se encuentra a un oso hormiguero y le pregunta:
¿Oye y tú quién eres?
Y le contesta:
Ah, pues soy un oso hormiguero.
Y el conejito le contesta:
¡Aaaaaayyyy! ¡No te creo! - Había una vez unas hormiguitas que estaban cansadas que un elefante les rompiera el hormiguero, cuando éste se acercaba a una planta para comer. Entonces, las hormigas se pusieron de acuerdo, la próxima vez que venga el elefante, nos subimos arriba de la planta y nos tiramos encima de él y lo picamos todo. Así sucedió, vino el elefante y las hormiguitas se subieron a la planta y se le tiraron encima y lo empezaron a picar. El elefante comenzó a sacudirse y se cayeron todas las hormigas, salvo una que quedó enganchada del cuello. Entonces, las otras hormiguitas le gritaban desde abajo:
¡Ahórcalo! ¡Ahórcalo!