Chistes de Insistio

Estos son los 19 chistes de insistio y más graciosos bromas sobre insistio que matan de risa. Lea chistes acerca insistio que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de insistio para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre insistio para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. - Pepe, estoy por creer que Adán y Eva eran cubanos.
    - ¿Y eso por qué?
    - Porque no tenían ropa, andaban descalzos, no los dejaban comer ni manzanas, y les insistían que estaban en el paraiso!
  2. Un famoso político va cambiar un cheque en un banco de la capital y no tenía identificación. El cajero le dijo que necesitaba verificar su identidad. El hombre insistió en que era una figura pública y todos debían conocerlo. El cajero le dijo:
    Señor, son las reglas, sino lo identifico no puedo cambiarle el cheque. Ayer estuvo aquí un famoso boxeador, no tenía identificación y para demostrar quién era tuvo que boxear un par de veces, aunque noqueó a dos cajeros lo identificamos y pudimos proceder.
    Dijo entonces el político:
    La verdad es que no sé qué hacer, solo se me ocurren tonterías y estupideces.
    Y dijo el cajero:
    Ok, ya lo reconocí y me convenció, ¿Cómo quiere el cambio?
  3. Dos amigos, Juan y Manuel, se van a cazar al campo, y al llegar al punto de encuentro Juan le dice a Manuel:
    Compadre, ¿tienes cartuchos para prestarme?, es que se me han olvidado en casa.
    Es que sólo tengo dos, y si te doy uno no voy a cazar nada, respondió Manuel.
    Venga ya, entonces yo, ¿me quedo con los brazos cruzados o qué?, insistió Juan.
    Está bien, toma uno, vete por aquel lado y yo me iré por este, y dentro de media hora nos vemos aquí, ¿vale?, cedió Manuel.
    Venga.
    Entonces se marchan y vuelven a la media hora:
    Hombre Juan, ya era hora, ¿has cazado mucho?, preguntó.
    Dos perdices y una liebre, respondió.
    ¿Y cómo lo has hecho?, preguntó Manuel.
    Nada, salieron volando dos perdices a la vez, una liebre saltó, y de un escopetazo me lo llevé todo por delante, ¿y tú que has cazado?, preguntó.
    Pues yo, nueve perdices, y diez tórtolas, respondió Manuel.
    ¿Y cómo lo has hecho?, preguntó Juan sorprendido.
    No lo sé, pero tengo un dolor de brazo de tirar el perro para arriba.
  4. En una ciudad pequeña, un agente de tráfico detuvo a un joven conductor que iba a gran velocidad por la calle principal. El joven empezó a protestar:
    Señor agente, déjeme que le explique.
    ¡Silencio! Lo retendré hasta que regrese mi jefe.
    El muchacho insistía:
    Pero señor oficial, escúcheme, tengo prisa.
    El agente replicó:
    ¡Cállese! ¡Ahora mismo, a la cárcel!
    varias horas después, el guardia fue a ver al detenido y le dijo:
    Ha tenido usted suerte, el jefe asiste a la boda de su hija, cuando regrese estará de buen humor y seguro que le perdona.
    No esté tan seguro, replicó el joven, ¡Yo soy el novio!
  5. El colmo de la pereza
    En un pueblo, en el que abundaba el trabajo y la comida, un perezoso estaba a punto de morir de hambre.
    Se reunieron el alcalde, el párroco, el consejo municipal y el defensor del pueblo, y por unanimidad acordaron enterrar vivo al perezoso; porque para el pueblo sería un desprestigio que alguien muriera de hambre.
    Cogieron cuatro orillos, armaron un cajón, metieron al moribundo, y salieron con él rumbo al cementerio.
    Una señora preguntó: “¿Quién murió?”. “Nadie” –le respondieron; “¿y entonces a quien llevan ahí?” –insistió. “Al perezoso que lo vamos a enterrar vivo antes de que muera de hambre” –le explicaron. “No, no, no hagan eso –exclamó la señora–, yo con mucho gusto regalo un bulto de panela”, Otra señora regaló 100 gallinas; un señor, puso una carga de arroz, más un bulto de papas; un hacendado donó un barril de leche, 50 arrobas de queso, una carga de plátanos y otra de yucas. Todos, todos, todos los paisanos donaban, donaban y donaban comida por montones. Cuando iban llegando al cementerio desistieron del entierro porque el moribundo ya tenía comida suficiente para 100 años.
    El perezoso sacó la cabeza, y preguntó: “¿Quién va’cocinar todu’eso?”. “Pues, usted” –le contestaron. Y el hombre exclamó: “Entonces… ¡que siga el entierro!”.
  6. Un marinero viajaba con su capitán, y cuando ya estaban por llegar a su destino, el marinero insistió hablar con su capitán en el fondo del barco, el capitán al principio no quiso, pero el marinero insistió más y consiguió llevar a su capitán al fondo del barco, fue cuando el marinero le pidió permiso para que abandonará el barco antes de tiempo. El capitán molesto le dijo:
    ¿Y para decirme esto me llevaste al fondo del barco?
    El marinero le dijo:
    Lo que pasa es que me dijeron que usted es muy malo, pero que en el fondo es bueno.
  7. Un día el profesor de historia decide ir a un museo de cuadros con sus alumnos. Llegaron los niños al museo, un niño se acerca a un cuadro y le dice al profesor:
    Profesor, ¿Es esto un caballo?
    El profesor le dice:
    No hijito, esto es un burro.
    No profesor, esto es un caballo.
    Y el niño tanto insistía que el profesor se amargó, ve que está pasando un guardia de seguridad y le pregunta:
    Señor dígame, ¿Es esto un burro o un caballo?
    El guardia de seguridad lo mira y le dice:
    No Señor, ese es un espejo.
  8. Sorprendentemente una anciana de 80 años había dado a luz a un bebe, como era de esperarse la prensa y médicos por todo el mundo llegaron para presenciar tremendo acontecimiento.
    Ya en la casa de la viejita todos insistian en ver al bebe recién nacido pero la viejita les decía:
    - Por favor vuelvan en un momento, la bebé aún no ha llorado.
    Y los periodistas se iban. Volvieron al cabo de un rato y la viejita les decía lo mismo. Así paso hasta en 5 oportunidades. Ya cansados todos le dijeron a la viejita:
    - ¿Hay alguna razón especial por la que la bebé tenga que llorar antes de verla?
    - Si, es que no recuerdo donde la dejé.
  9. Aqui o alla? Estas eran dos vecinas y una invito a la otra a la iglesia y la otra le dijo:
    - Ay no que mis gallinas se quedan solas.
    La otra insistió y le dijo:
    - No te apures que Dios te las cuida
    Y se fueron a la iglesia. Y ese día el padre dijo:
    -Señoras y señores, Dios esta con nosotros
    Y la señora dijo:
    - AY MIS GALLINAS SE QUEDARON SOLAAAS!!!!!
  10. Sin enemigos se vive mejor Casi al final del servicio dominical el sacerdote preguntó:
    -¿Cuántos de ustedes han perdonado a sus enemigos?..
    El 80 por ciento de la sala levantó la mano.
    El sacerdote insistió con la pregunta..
    Todos respondieron esta vez excepto una viejecita.
    -Señora Josefa... ¿No está dispuesta a perdonar a sus enemigos?.
    -Yo no tengo enemigos, respondió dulcemente.
    -Sra. Josefa eso es muy raro ¿Cuántos años tiene usted?..
    -99 respondió.
    La congregación se levantó y la aplaudió.
    -¿Puede pasar al frente y decirnos como llega a los 99 años sin tener enemigos?
    La señora Josefa pasó al frente, se dirigió a la congregación y dijo:
    -Porque ya se murieron todos esos degraciados...!!!.
  11. Jaimito estaba andando en bicicleta cuando pasa por frente de la iglesia, en eso lo alcanza a ver el cura del barrio y le dice:
    Ven Jaimito, hace mucho que no vienes a la iglesia, vamos a rezar un "Padre Nuestro".
    Jaimito con cara de preocupación le contesta:
    No padre, no puedo, me van a robar la bicicleta.
    El padre lo toma de la mano y le dice:
    Pasa hijo, el Espíritu Santo te cuida la bicicleta.
    Una vez terminado el "Padre Nuestro", Jaimito dice:
    En el nombre del Padre, del Hijo, amén.
    El cura lo mira y le dice:
    No Jaimito, ¿ya te has olvidado de orar?, a ver, repítelo de nuevo.
    En el nombre del Padre, del Hijo, amen.
    Nooooo, dice desesperado el cura al ver que Jaimito insistía con lo mismo.
    Dices en el nombre del padre, del Hijo, Amén, ¿y el Espiritu Santo?
    A lo que Jaimito lo mira intrigado y responde:
    ¿Ya se olvidó que me está cuidando la bicicleta?
  12. ¿Qué haría si dos trenes van a chocar? Un día el jefe de una estación ferroviaria hablando con uno de los empleados, le pregunta:
    - Dígame, ¿usted qué haría si ve que dos trenes van a chocar?
    - Avisarles por la radio o con banderas para que cambien de carril - responde muy seguro el empleado.
    - Y, ¿si no tuviera ni radio ni banderas? -insistió el jefe.
    - Pues, entonces llamaría a mi primo.
    - Ajaaaa, ¿su primo sabe del tema?
    - No, es que nunca ha visto un choque de trenes.
  13. El novio con ganas Un novio siempre le insistía a su novia que hicieran el amor y ella lo rechazaba
    - !No! hasta que no nos casemos
    - Pero mira mi amor todavía no es suficiente el dinero
    - Búscate una cabra
    - No seas malita mi amor. Mira que yo te quiero
    - Te dije que hasta que nos casemos nada
    El novio seguía insistiendo pero sin resultados
    y se cansó. Fue y se compro una cabra,la llevo al parque del pueblecito y frente a este estaba la casa de la novia.
    Allí comenzó hacerle el amor a la cabra sujetándola por los cuernos pero la cabra se asusto y salio corriendo arrastrando al novio.
    La novia que lo vio desde el balcón y llamó:
    - Mama..mama ven a ver. Miralo me dijo que no tenia dinero para casarse y se compró una motocicleta!
  14. Iban caminando dos amigos tranquilamente por la calle cuando se encontraron a un árabe, el que les pregunta:
    ¿Son ustedes herbanos?
    Y estos contestan:
    No señor, no somos hermanos.
    Pero el árabe insiste:
    A mí no me engañan, ustedes dos son herbanos.
    Que no señor, nosotros no somos hermanos.
    ¡Cómo no! Ustedes son herbanos.
    ¡Cuántas veces le tengo que repetir que no somos hermanos.
    Pero el árabe insistió hasta que los amigos dicen:
    ¡Esta bien, sí somos hermanos!
    Y el árabe contesta.
    ¡Bues no se baresen!
  15. Una pareja de recién casados conversaba sobre cuántos hijos querían tener.
    Ella decía que quería tener tres, pero el joven esposo no estaba de acuerdo e insistía en que para él dos eran más que suficiente. Luego de varios minutos de discusión, él quiso darla por terminada:
    - Después de que nazca nuestro segundo hijo, me haré la vasectomía.
    Sin pensarlo un momento, ella replicó:
    - Bueno, pues espero entonces que quieras al tercero como si fuera tuyo.
  16. Apuestas de la anciana Una anciana fue un día al Banco del Comercio "Bancomer" llevando un bolso lleno hasta el tope de dinero.
    Insistía ante la ventanilla, solicitando que quería hablar única y exclusivamente con el Director del Banco para abrir una cuenta de ahorros, para lo cual decía:
    ANCIANA: "Comprenda Ud., es mucho dinero".
    Después de mucho discutir, la llevaron ante el Director del Banco, respetando el concepto de que el cliente tiene siempre la razón.
    DIRECTOR: -¿Cuánto dinero desea ingresar?
    ANCIANA: USD$165.000,00.
    Y automáticamente vació su bolso encima de la mesa.
    El Director, naturalmente, sintió una gran curiosidad por saber de dónde habría sacado la anciana tanto dinero y le preguntó:
    DIRECTOR: Señora, me sorprende que lleve tanto dinero encima, realmente es mucha cantidad.
    ¿Cómo lo ha conseguido?
    ANCIANA: -"Es simple, hago apuestas".
    DIRECTOR: ¿Apuestas?... ¿Qué tipo de apuestas?.
    ANCIANA: Bueno, todo tipo de apuestas. Por ejemplo, le apuesto a Ud., USD$25.000,00...
    ¡¡¡A QUE SUS PELOTAS SON CUADRADAS!!!.
    DIRECTOR: "Esa es una apuesta estúpida"... Ud., nunca podrá ganar una apuesta de ese tipo.
    ANCIANA: Bueno ya le dije que hago apuestas. ¿Está Ud. dispuesto a aceptar mi apuesta?.
    DIRECTOR: Por supuesto. Apuesto USD$25.000,00 a que mis pelotas no son cuadradas.
    ANCIANA: De acuerdo, pero como hay mucho dinero en juego...
    ¿Puedo venir mañana a las 10:00 AM con mi abogado para que nos sirva de testigo?
    DIRECTOR: Claro que sí.
    Aquella noche, el Director estaba muy nervioso por la apuesta. Pasó largo tiempo mirándose sus pelotas en el espejo, volviéndose de un lado para otro, una y otra vez. Se hizo un riguroso examen y quedó absolutamente convencido de que sus pelotas no eran cuadradas y que ganaría la apuesta.
    A la mañana siguiente a las 10:00 en punto, la anciana apareció con su Abogado en la Oficina del Director. Hizo las pertinentes presentaciones, y repitió la apuesta de USD$25.000,00.
    ¡¡¡LAS PELOTAS DEL DIRECTOR SON CUADRADAS!!!.
    El Director aceptó nuevamente la apuesta, y la anciana le pidió que se bajara los pantalones para mostrar sus pelotas.
    El Director se bajó sus pantalones, y la anciana se acercó, y miró sus pelotas detenidamente, y le preguntó tímidamente si las podía tocar, expresando:
    ANCIANA: Tenga Ud., en cuenta que es mucho dinero y debo cerciorarme.
    DIRECTOR: Bien, de acuerdo. Comprendo que quiera estar absolutamente segura.
    La anciana se acercó al Director, y agarrándole empezó a palpar sus pelotas, paralelo a lo cual, el Director se dio cuenta de que el Abogado estaba golpeándose la cabeza contra la pared.
    El Director preguntó a la anciana:
    DIRECTOR: ¿Y ahora que le pasa a su Abogado?.
    ANCIANA: Nada, sólo que he apostado con él, USD$100.000,00 a que hoy, a las 10:00 de la mañana...
    "LE TOCARÍA LAS PELOTAS AL DIRECTOR DE BANCOMER".
  17. Un día el jefe de la estación de ferroviaria hablando con el banderillero:
    – Dígame, ¿usted qué haría si ve que dos trenes van a chocar?
    – Avisarles por la radio o con banderas para que cambien de carril, – Responde seguro el empleado.
    – Y, ¿si no tuviera radio ni banderas? -insistió el jefe.
    –Llamo a mi primo.
    – Ajá, ¿él sabe del tema?
    – No, es que nunca ha visto un choque de trenes.
  18. Entra el doctor a la sala con una bella enfermera a su lado. Luego de unos vistazos a todos los lados, el doctor cierra la puerta y comienza a preguntarle a la enfermera:
    ¿De quién son estos ojitos?
    La enfermera responde:
    ¡No lo sé!
    ¿Y de quién son estas orejitas?
    ¡No lo sé!, Replica la enfermera.
    ¿Y de quién es este cuellito?
    ¡No lo sé!
    ¿Y de quién son estos pechitos?
    ¡No lo sé!, Insistía la enfermera.
    ¡Caramba!, Dice muy enojado el doctor, ¡este Servicio Médico Forense es un completo desorden!
  19. Eran exactamente las 3 y media de la madrugada cuando le suena el teléfono al dueño de un kiosco, este se despierta muy exaltado y contesta el teléfono:
    Hola, dice el señor con voz de dormido.
    Hola, ¿le puedo hacer una pregunta?, preguntan del otro lado del teléfono.
    Sí, dígame.
    ¿A qué hora abre el negocio?
    A las siete y media, y colgó el hombre.
    Una hora después, suena otra vez el teléfono...
    Hola, dice el comerciante
    Perdone, ¿a qué hora me dijo que abría el negocio?, preguntó la misma voz.
    El quiosquero ya fastidiado cuelga el teléfono de una.
    5 minutos más tarde suena otra vez el teléfono...
    Ya gritando...
    ¡Hola!
    ¿Le falta mucho para abrir el negocio?, insistió la voz de siempre.
    Ya el hombre más que cansado le respondió:
    ¿Pero por qué tiene tanta prisa para entrar?
    Y la voz del otro lado, con voz de desesperación:
    ¡No! ¡No quiero entrar, quiero salir!



chistes de insistio

Contar chistes de insistio es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.