Chistes de Jaleo

Estos son los 2 chistes de jaleo y más graciosos bromas sobre jaleo que matan de risa. Lea chistes acerca jaleo que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de jaleo para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre jaleo para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. El otro día iba yo, que soy de Lepe, conduciendo por la autopista con mi esposa, mi niña y mi suegra. A los pocos kilómetros ví que la Guardia Civil nos seguía.
    Obviamente no pensé que nos siguieran a nosotros… no
    tenían muchos motivos… El caso es que después de varios kilómetros me cansé de tenerlos detrás, y cuando iba a acelerar para perderlos, me adelantaron, y con un gesto me indicaron que parara en el arcén:
    - Buenos días.
    - Buenos días agente. ¿Qué se le ofrece?
    - Pues mire, es que la DGT (Dirección Gral. de Tráfico) ha establecido un premio de un apartamento en Torrevieja (Alicante), una comida en un buen restaurante y 1.000 Euros para el mejor conductor del año, y hemos decidido dárselo a Vd. después de observarlo durante este trayecto.
    - Bueno pues… ¡muchas gracias…!
    - Nada, nada, que lo disfrute! y… ¿qué piensa hacer con el dinero?
    - Pues no sería mala idea sacarme el carnet de conducir.
    Y dijo mi mujer:
    - No le haga Vd. caso, que cuando está borracho no sabe lo que dice
    Y mi niña:
    - Papi, estos tíos son los que tú siempre dices que son unos maricones de m**...… ¿no?
    Y dijo mi suegra, medio sorda la pobre:
    - Ya nos hemos metido en un jaleo… ¡Ya decía yo que con un coche robado no llegaríamos muy lejos!
  2. Estaba un borracho en un bar y ya se le había acabado el dinero. Entonces saca una hormiguita de color negro del bolsillo, y le dice al barman:
    ¡Oye amigo! ¿Te apuesto mi coche contra una botella de tu mejor vino a que mi hormiguita levanta aquel vaso lleno de vino?
    Entonces el cantinero pensando que eso era imposible, acepta. El hombre le dice algo al oído a su hormiguita, la deja en la mesa y la hormiguita camina y levanta sin dificultad el vaso. Entonces el barman la aclama, ¡Oh eso es muy bueno! Pero deja de platicar para atender a los clientes.
    Después de un buen rato al borracho se le termina la botella de vino, y le grita al barman:
    Te apuesto mi casa contra cinco botellas de tu mejor vino a que mi hormiga levanta aquella mesa de billar contigo encima.
    Entonces, el barman acepta pensando que es imposible, y la hormiga lo hace.
    Maravilloso, se la compro por 10,000 dólares.
    Entonces el borracho se la vende.
    En ese momento llega otro borracho y al ver el público que tenía la hormiguita, la ve y al pasar por su lado la pisa y grita:
    ¡Ja, ja, tanto jaleo por una simple hormiguita!