Chistes de Limar
Estos son los 6 chistes de limar y más graciosos bromas sobre limar que matan de risa. Lea chistes acerca limar que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de limar para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre limar para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- El sumo,¿es de Japón o de Lima?
- ¿Por qué los atlantes se liman los dientes de leche?
Para sacar leche en polvo. - Un señor, al camarero de un restaurante chino:
- "Por favor, un lenguado con lima".
Y al cabo de un rato viene el camarero con un lenguado en el plato, sin nada más, y le dice:
- "Le tlaigo su lenguado, con un lico lebozado". - Estaba el tigre en un claro del bosque limando sus afiladas garras. De pronto aparece el monito y le pregunta:
¿Qué haces tigre?
A lo que el tigre responde:
Aquí estoy afilándome las uñas porque pienso destronar al león, rey de la selva a mí, ja, ya va a ver el amarillito ese, lo voy a dejar hecho un estropicio, gatito faldero, vas a ver monito, vas a ver cuando lo agarre.
A todo esto, el monito (muy alcahuete del león) va y le cuenta todo al rey de la selva. El león enfurecido va en busca del tigre y al encontrarlo le increpa con un temible rugido.
¿Qué diablos haces con esa lima tigrecito?
¡Aquí ando, trabando de loca nomás! - Era una vez un tigre que quería, a como diera lugar, ser el rey de la selva. Un día el tigre se estaba limando las garras para "pelear" con el león.
Sale una cebra y le dice:
¿Por qué te estás limando las garras?
Y dice el tigre:
Para que el león sepa que, yo soy el rey de la selva.
Dice un oso:
¿Por qué te estás limando las garras?
Dice el tigre:
Para que el león sepa que, yo soy el rey de la selva.
Dice una jirafa:
¿Por qué te estás limando las garras?
Dice el tigre:
Para que el león sepa que, yo soy el rey de la selva.
De repente sale el león, y va donde el tigre y le dice:
¡Oye tigre! ¿Por qué te estás limando las garras?
Dice el tigre:
¡Ay, pacaterías mías nomás! - Era una vez dos prisioneros y que al día siguiente empezaban cadena perpetua. Y le dice el listo al tonto:
Coge aquella lima y cuando se acueste esta gente nos ponemos a limar.
Dice el tonto:
¡Venga, vale!
Se pone el listo a limar las rejas de la cárcel y se despierta el guardia y dice:
¿Quién anda ahí?
El listo dice:
¡Miau!
Y dice el guardia:
Ah, ese es el gato de siempre.
Ahora se pone a limar el tonto y dice el guardia:
¿Quién anda ahí?
Y dice el tonto:
¡Otro gato!