Chistes de Llevame
Estos son los 11 chistes de llevame y más graciosos bromas sobre llevame que matan de risa. Lea chistes acerca llevame que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de llevame para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre llevame para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- Iban 2 borrachitos en un carro y de pronto le dice uno al otro:
- Llévame para aquel barcito "La perla milagrosa".
Entonces, al otro día se levantan en el hospital todos vendados, y aporreados y uno le dice al otro:
- ¡Ahí no decía "La perla milagrosa", sino la "Curva peligrosa"! - Está una pareja en una feria y dice la señora:
Mi amor, llévame a subir a la rueda de la fortuna.
No mi amor, mejor, ¿por qué no vamos a ver a tu madre que marea lo mismo y es gratis? - Precios de Taxi Va un tacaño con muchas maletas encima. Hace parar un taxi y le pregunta al taxista:
- ¿Por cuánto me lleva al aeropuerto?
- Por 30 euros.
- ¿Y las maletas?
- Las maletas se las llevo gratis.
- Entonces, llévame las maletas, yo me voy caminando. - Llévame al circo - Mamá, mamá, llévame al circo.
- De eso nada, el que quiera verte que venga a casa. - -Mamá, mamá, llevame al circo.
-No hijo, si quieren verte que vengan a casa. - Le dice una mujer a su marido:
Pepe, llévame al cine.
¿Otra vez? Protesta él.
¡Hombre! Dice la esposa, es que ahora las películas son en color. - Este era un niño que le dice a su padre:
Papi, papi, llévame al zoológico.
Y el padre le responde:
Si te quieren ver que vengan a casa. - Se le murió a uno la mujer, la estaba velando en el salón y tenía la caja abierta encima del comedor, y el tipo decía:
¡Ay Teresa! ¿Por qué te has ido? ¡Ay Teresa, no me dejes solo Teresa; Teresa, llévame contigo donde vayas, Teresa; Teresa me quiero ir contigo amor mío!
En esto llegaron los de la funeraria, se pusieron a tapar la caja, y sin darse cuenta de lo que hacían, le clavaron al marido la chaqueta a la caja. Cuando llegó el momento del entierro, se echaron la caja al hombro y claro, el marido iba atado detrás y decía:
¡Teresa, Teresa, que era una broma, Teresa, Teresa...! - Va pasando una carroza fúnebre y Jaimito corre detrás llorando y gritando:
¡Papá, espérame, por qué te fuiste, espérame que yo me quiero ir contigo!
Y la gente comentaba:
Pobre niño, quedó huérfano, que lastima, pobrecito, que dolor.
El niño seguía gritando:
¡Papá, papá llévame contigo, papito no me dejes!
En eso la carroza fúnebre se detiene y se baja el chofer muy enojado y grita:
Jaimito apúrate y súbete antes que te de un golpe. - Dos marcianos descendieron de su platillo volador. Era de madrugada; en las calles de la ciudad no había gente. Pasaron los extraterrestres por una gasolinera. El que iba adelante se planta frente a una de las bombas y le ordena con voz ronca y gutural:
¡Condúceme ante tu jefe!
El otro marciano se acerca a su compañero y le dice al oído:
No te metas con ese tipo, es peligroso.
¡Bah!, se burla el primero, es sólo un terrícola, hará lo que yo le mande.
Diciendo esto, le apunta a la bomba con su rifle de rayos y le ordena otra vez:
¡Llévame con tu jefe!
La bomba, claro, no responde.
Déjalo en paz, vuelve a recomendar el otro marciano con temor, te digo que ese sujeto es peligroso.
¡Conmigo no!, exclama su compañero.
Y diciendo esto dispara un rayo contra la bomba de gasolina.
¡BRRROOOOOM! Se produce una explosión terrible, los dos marcianos saltan por el aire y van a caer todos maltrechos unos cientos de metros más allá.
¡Tenías razón! Gime el marciano que había disparado.
¿Cómo supiste que el individuo ése era peligroso?
A lo que el otro responde penosamente:
Alguien que se da tres vueltas al cuerpo con una manguera, y luego se la cuelga en la oreja, ¡tiene que ser un tipo peligroso! - Los marcianos por la estación de gasolina
Dos marcianos descendieron de su platillo volador. Era de madrugada; en las calles de la ciudad no había gente. Pasaron los extraterrestres por una gasolinera. El que iba adelante se planta frente a una de las bombas y le ordena con voz ronca y gutural:
¡Condúceme ante tu jefe!
El otro marciano se acerca a su compañero y le dice al oído:
No te metas con ese tipo, es peligroso.
¡Bah!, se burla el primero, es sólo un terrícola, hará lo que yo le mande.
Diciendo esto, le apunta a la bomba con su rifle de rayos y le ordena otra vez:
¡Llévame con tu jefe!
La bomba, claro, no responde.
Déjalo en paz, vuelve a recomendar el otro marciano con temor, te digo que ese sujeto es peligroso.
¡Conmigo no!, exclama su compañero.
Y diciendo esto dispara un rayo contra la bomba de gasolina.
¡BRRROOOOOM! Se produce una explosión terrible, los dos marcianos saltan por el aire y van a caer todos maltrechos unos cientos de metros más allá.
¡Tenías razón! Gime el marciano que había disparado.
¿Cómo supiste que el individuo ése era peligroso?
A lo que el otro responde penosamente:
Alguien que se da tres vueltas al cuerpo con una manguera, y luego se la cuelga en la oreja, ¡tiene que ser un tipo peligroso!

Contar chistes de llevame es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.