Chistes de Llevame

Estos son los 12 chistes de llevame y más graciosos bromas sobre llevame que matan de risa. Lea chistes acerca llevame que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de llevame para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre llevame para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Iban 2 borrachitos en un carro y de pronto le dice uno al otro:
    - Llévame para aquel barcito "La perla milagrosa".
    Entonces, al otro día se levantan en el hospital todos vendados, y aporreados y uno le dice al otro:
    - ¡Ahí no decía "La perla milagrosa", sino la "Curva peligrosa"!
  2. Está una pareja en una feria y dice la señora:
    Mi amor, llévame a subir a la rueda de la fortuna.

    No mi amor, mejor, ¿por qué no vamos a ver a tu madre que marea lo mismo y es gratis?
  3. Yo tenía un hermano tan tonto, pero tan tonto, que encontró trabajo de taxista y, un día se subió un tipo y le dijo:
    Llévame donde haya mujeres que quieran salir.
    Y el tonto de mi hermano lo llevó a la cárcel de mujeres.
  4. Precios de Taxi Va un tacaño con muchas maletas encima. Hace parar un taxi y le pregunta al taxista:
    - ¿Por cuánto me lleva al aeropuerto?
    - Por 30 euros.
    - ¿Y las maletas?
    - Las maletas se las llevo gratis.
    - Entonces, llévame las maletas, yo me voy caminando.
  5. -Mamá, mamá, llevame al circo.
    -No hijo, si quieren verte que vengan a casa.
  6. Llévame al circo - Mamá, mamá, llévame al circo.
    - De eso nada, el que quiera verte que venga a casa.
  7. Le dice una mujer a su marido:
    Pepe, llévame al cine.

    ¿Otra vez? Protesta él.
    ¡Hombre! Dice la esposa, es que ahora las películas son en color.
  8. Este era un niño que le dice a su padre:
    Papi, papi, llévame al zoológico.

    Y el padre le responde:
    Si te quieren ver que vengan a casa.
  9. Se le murió a uno la mujer, la estaba velando en el salón y tenía la caja abierta encima del comedor, y el tipo decía:
    ¡Ay Teresa! ¿Por qué te has ido? ¡Ay Teresa, no me dejes solo Teresa; Teresa, llévame contigo donde vayas, Teresa; Teresa me quiero ir contigo amor mío!
    En esto llegaron los de la funeraria, se pusieron a tapar la caja, y sin darse cuenta de lo que hacían, le clavaron al marido la chaqueta a la caja. Cuando llegó el momento del entierro, se echaron la caja al hombro y claro, el marido iba atado detrás y decía:
    ¡Teresa, Teresa, que era una broma, Teresa, Teresa...!
  10. Va pasando una carroza fúnebre y Jaimito corre detrás llorando y gritando:
    ¡Papá, espérame, por qué te fuiste, espérame que yo me quiero ir contigo!
    Y la gente comentaba:
    Pobre niño, quedó huérfano, que lastima, pobrecito, que dolor.
    El niño seguía gritando:
    ¡Papá, papá llévame contigo, papito no me dejes!
    En eso la carroza fúnebre se detiene y se baja el chofer muy enojado y grita:
    Jaimito apúrate y súbete antes que te de un golpe.
  11. Dos marcianos descendieron de su platillo volador. Era de madrugada; en las calles de la ciudad no había gente. Pasaron los extraterrestres por una gasolinera. El que iba adelante se planta frente a una de las bombas y le ordena con voz ronca y gutural:
    ¡Condúceme ante tu jefe!
    El otro marciano se acerca a su compañero y le dice al oído:
    No te metas con ese tipo, es peligroso.
    ¡Bah!, se burla el primero, es sólo un terrícola, hará lo que yo le mande.
    Diciendo esto, le apunta a la bomba con su rifle de rayos y le ordena otra vez:
    ¡Llévame con tu jefe!
    La bomba, claro, no responde.
    Déjalo en paz, vuelve a recomendar el otro marciano con temor, te digo que ese sujeto es peligroso.
    ¡Conmigo no!, exclama su compañero.
    Y diciendo esto dispara un rayo contra la bomba de gasolina.
    ¡BRRROOOOOM! Se produce una explosión terrible, los dos marcianos saltan por el aire y van a caer todos maltrechos unos cientos de metros más allá.
    ¡Tenías razón! Gime el marciano que había disparado.
    ¿Cómo supiste que el individuo ése era peligroso?
    A lo que el otro responde penosamente:
    Alguien que se da tres vueltas al cuerpo con una manguera, y luego se la cuelga en la oreja, ¡tiene que ser un tipo peligroso!
  12. Los marcianos por la estación de gasolina
    Dos marcianos descendieron de su platillo volador.
    Era de madrugada; en las calles de la ciudad no había gente. Pasaron los extraterrestres por una gasolinera. El que iba adelante se planta frente a una de las bombas y le ordena con voz ronca y gutural:
    ¡Condúceme ante tu jefe!
    El otro marciano se acerca a su compañero y le dice al oído:
    No te metas con ese tipo, es peligroso.
    ¡Bah!, se burla el primero, es sólo un terrícola, hará lo que yo le mande.
    Diciendo esto, le apunta a la bomba con su rifle de rayos y le ordena otra vez:
    ¡Llévame con tu jefe!
    La bomba, claro, no responde.
    Déjalo en paz, vuelve a recomendar el otro marciano con temor, te digo que ese sujeto es peligroso.
    ¡Conmigo no!, exclama su compañero.
    Y diciendo esto dispara un rayo contra la bomba de gasolina.
    ¡BRRROOOOOM! Se produce una explosión terrible, los dos marcianos saltan por el aire y van a caer todos maltrechos unos cientos de metros más allá.
    ¡Tenías razón! Gime el marciano que había disparado.
    ¿Cómo supiste que el individuo ése era peligroso?
    A lo que el otro responde penosamente:
    Alguien que se da tres vueltas al cuerpo con una manguera, y luego se la cuelga en la oreja, ¡tiene que ser un tipo peligroso!



chistes de llevame

Contar chistes de llevame es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.