Chistes de Ojitos

Estos son los 13 chistes de ojitos y más graciosos bromas sobre ojitos que matan de risa. Lea chistes acerca ojitos que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de ojitos para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre ojitos para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Debió ser raro, sí —¿Has probado hacer el amor a gatas?
    —A gatas nunca, pero mi hijo tuvo un conejo que me puso ojitos y claro... Luego fue raro verlo en el arroz.
  2. Mama,mama en el cole me llaman extraterrestre
    Trankilo hijo cierra tus tres ojitos y a dormir
  3. Llega el niño mama enla escuela me dicen marcianito la mama le dice ya migo cierra tus tres ojitos y vete a dormir.
  4. ¡Mamá, mamá! -¡Mamá, mamá!, en la escuela me dicen monstro...
    -No les hagas caso hijito, cierra tu ojito y vete a dormir.
  5. ESTA UNA PAREJA DE MARICONES EN UN PARQUE Y AUNO DE ELLOS LES DA GANA DE CAGAR Y SE VA DETRAS DE UN ARBUSTO, D PRONTO GRITA EL MARICON Y DICE HAY JULIO VEN A VER CREO QUE ESTABA ENBARAZADA Y ACABO DE ABORTAR MIRALO AHI ESOS SON SU OJITOS Y SU BOCAALO QUE RESPONDE JULIO, NO LOCA ESO NO ES UN NIÑO NO VES QUE CAGASTES A UN SAPO
  6. mama,mama en la escuela me dicen qe soy un marciano
    callate mijito y sierra tus 3 ojitos y vete a dormir
  7. jaimito yega a su casa y le dice asu mama mama mama en la escuela me dicen deforme
    y la mama le contesta no les agas caso aora sierra tus 3 ojitos y duermete
  8. Un padre preocupado corre al doctor con su bebe:
    - Doctor, mi hijo no abre sus ojitos y ya tiene siete meses, es normal?
    - En lo que el médico le contesta: señor el que debe abrir los ojos es usted, no ve que este niño es chino..
  9. ¡Mamá, mamá, en la escuela me dicen cabezón!
    No le hagas caso hijo, pero andá a guardar la gorra al garage.
    ¡Mamá, mamá, en la escuela me dicen dientudo!
    No le hagas caso hijo, pero cerrá la boca que me estás rayando el piso.
    ¡Mamá, mamá, afuera está frío.
    Bueno, decile que pase.
    ¡Mamá, mamá, se acaba de morir la abuelita.
    ¡Pucha!, y todavía tenemos más medio abuelo en la heladera.
    ¡Mamá, mamá, en la escuela me dicen deforme.
    No le des importancia, ahora cerrá tus tres ojitos y dormite.
  10. ¿No sabes japonés? Un tipo fue a visitar a su amigo y vecino japonés que había sido víctima de un grave accidente automovilístico. Estaba en la UCI.
    Al llegar encontró al nipón todo entubado. Un tubo por aquí, un tubo por allá… Cables por todas partes.
    Se quedó allí parado, en silencio, al lado de la cama del amigo de ojitos rasgados, que se hallaba sereno y reposando con todas aquellas mangueras conectadas
    a su frágil cuerpo. De repente, en un momento dado, el japonés despierta y con los ojos casi fuera de órbita, grita:
     - ¡ SAKARO AOTA NAKAMY ANYOBA, SUSHI MASHUTA!
    Dicho esto, suspiró y pasó a mejor vida.
    Las últimas palabras de su amigo muerto, quedaron grabadas en la mente de nuestro protagonista. En el funeral del japonés, el individuo en cuestión se
    aproximó a la madre y a la viuda y les dijo abrazándolas:
     - Señora Fumiko y señora Shakita, nuestro querido Fuyiro, segundos antes de su fallecimiento, me dijo estas palabras que no consigo olvidar:  ” ¡ SAKARO
    AOTA NAKAMY ANYOBA, SUSHI MASHUTA!”   Y no sé qué quieren decir.
    La madre de Fuyiro se desmayó casi al instante, y la viuda miró asustada al vecino.
    El tipo insiste:
     - ¿Qué quieren decir esas palabras, señora Shakita.
    La viuda lo miró con rabia y respondió:
    - "¡NO PISES LA MANGUERA DEL OXÍGENO, ANIMAL!"
  11. El rey león convoca a una orgía salvaje el día d su cumpleaños y bueno pasa d todo y entre todos: jirafas, lobos, elefantes, tortugas y demás salen extasiados y agotados d la faena. Sin embargo quedan dos animales q pese a todo el reventón q organizaron todavía quedaron con más ganas, eran el burro y el mono y bueno acordaron hacerse felices el uno al otro, deciden a la suerte quien será el primero en ejercer d ejecutor y le toca al mono; y en plena faena el burro no siente absolutament nada, igual por las dimensiones del miembro del primate; luego le toca el turno al burro y zas le encaja toda su virilidad y el mono q empieza a gritar: metemeló por favor, metemeló; el burro piensa y decide encajar aun más su atributo y el mono q sigue diciendo q se lo meta; entonces el burro le pregunta: pero serás i**... mono?, no ves q lo tienes todo adentro; y el mono le contesta: es q no me entiendes, lo q yo quiero es q me lo metas !!! mis ojitos!!!!!
  12. Entra el doctor a la sala con una bella enfermera a su lado. Luego de unos vistazos a todos los lados, el doctor cierra la puerta y comienza a preguntarle a la enfermera:
    ¿De quién son estos ojitos?
    La enfermera responde:
    ¡No lo sé!
    ¿Y de quién son estas orejitas?
    ¡No lo sé!, Replica la enfermera.
    ¿Y de quién es este cuellito?
    ¡No lo sé!
    ¿Y de quién son estos pechitos?
    ¡No lo sé!, Insistía la enfermera.
    ¡Caramba!, Dice muy enojado el doctor, ¡este Servicio Médico Forense es un completo desorden!
  13. un borracho le dice al amigo hola yo me voy pa la casa porq si llego tarde mi mujer me pega entonces el amigo le contesta nooo como le va a pegar mire mejor pa q no le diga nada ud llegue y le hecha este verso: mi vida tienes ojitos de luceros boquita d coral y eres bajada del cielo por linda y por celestial. el borracho contento llega a la casa y sale la mujer gritandole borracho descarado y el le dice mujer esperece escuche el verso q me invente. haber descarado mmm mi vida tienes ojitos de borrego boquita de corral y eres bajada del cerro por bruta y por animal...



chistes de ojitos

Contar chistes de ojitos es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.