Chistes de Olerte

Estos son los 3 chistes de olerte y más graciosos bromas sobre olerte que matan de risa. Lea chistes acerca olerte que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de olerte para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre olerte para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Caperucita roja, segundo final Caperucita Roja fue a visitar a su abuelita sin saber que el lobo ya había dado buena cuenta de ella...
    - Abuelita, qué ojos tan grandes tienes.
    - Es para verte mejor.
    Nuevamente, Caperucita mira a su abuelita y dice:
    - Abuelita, qué orejas tan grandes tienes.
    - Es para escucharte mejor.
    Caperucita vuelve a insistir:
    - Abuelita, qué nariz tan grande tienes.
    - Es para olerte mejor.
    Caperucita vuelve a la carga:
    - Abuelita, qué boca tan grande tienes.
    - ¿A qué viniste?, ¿a visitarme o a criticarme?
  2. Llega Caperucita donde la abuela y le dice:
    Abuela, que ojos tan grandes tienes.

    La abuela le contesta:
    Son para verte mejor mija.
    Caperucita le pregunta de nuevo:
    Que orejas tan grandes tienes abuelita.
    La abuela le dice:
    Son para oírte mejor mija.
    Caperucita vuelve y pregunta:
    Que nariz tan grande tienes abuelita.
    La abuelita le contesta:
    Es para olerte mejor mija.
    Caperucita de nuevo dice:
    Que boca tan grande tienes.
    La abuela le dice:
    ¡Oye, tú si criticas!
  3. Abuelita, abuelita Una vez Caperucita Roja fue a visitar a su abuelita sin saber que a su abuelita se la había comido el lobo, entra a la casa y dice:
    - Abuelita, que ojos tan grandes tu tienes.
    Y la abuelita dice:
    - Es para verte mejor.
    Nuevamente, Caperucita mira a su abuelita y dice:
    - Abuelita, que orejas tan grandes tu tienes.
    Y la abuelita dice:
    - Es para escucharte mejor.
    Caperucita vuelve a insistir:
    - Abuelita, que nariz tan grande tu tienes.
    Y la abuelita le dice:
    - Es para olerte mejor.
    - Abuelita que boca tan grande tu tienes.
    Y la abuelita contesta ya cansada de sus preguntas:
    - ¿A que has venido, a visitarme o a criticarme?