Chistes de Pajita
Estos son los 6 chistes de pajita y más graciosos bromas sobre pajita que matan de risa. Lea chistes acerca pajita que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de pajita para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre pajita para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- Un mexicano está tumbado en una hamaca, con su pajita en la boca y en esto que le pregunta a su mujer:
- Lupita, ¿tú sabes cómo se cura la mordedura de una serpiente?
- Ay, pues nó, chamaco! ¡Cómo crees! Pero por qué me lo preguntas, ¿te mordió?
- No, pero mira por donde viene, lo hará en 10 minutos... - Estaba Josechu tomando una cerveza con pajita y viene su amigo y le dice:
¿Por qué bebes la cerveza con pajita Josechu?
Porque le prometí a mi padre que no volvería a poner los labios en una copa. - Está Jaimito en un bar con sus amigos, cuando uno de ellos ve que bebe con pajita la cerveza. Éste le pregunta:
Jaimito, ¿por qué bebes con pajita?
Y dice Jaimito:
Porque le prometí a mi padre que nunca más volvería a poner los labios en una copa. - Concurso de pájaros En un concurso de pájaros les toca el turno a un francés, un ingles y un español:
El francés lleva un halcón le quita la capuchita y lo suelta a volar. A los pocos segundos el halcón estaba bastante alto, saca una pajita del bolsillo y la tira al aire, el halcón baja en picado alcanzando la velocidad de 120 Km. y logra recoger la pajita antes de que ésta caiga al suelo, le dan 8 puntos.
Ahora le toca el turno al inglés, éste trae un águila real, le quita la capucha, la suelta a volar y cuando está muy alto, saca una pajita, la parte en dos y la tira al aire, el águila baja en picado a la velocidad de 160 Km. y logra recoger los dos pedazos antes de que toquen el suelo, le otorgan 9 puntos.
Le toca el turno al español, éste trae un lorito de su casa y se le escucha gritar:
- ¡Quítame ya esta porquería de la cabeza que no veo nada!
Cuando lo hace el loro se escapa a volar, cuando va muy alto el amo saca una pajita, la parte en tres y la tira al aire, el loro baja en picado alcanzando la vertiginosa velocidad de 240 Km., y cuando se va acercando al suelo le grita al dueño:
- ¡Tira más paja, tira mas paja, desgraciado, que me mato! - En un concurso de aves les toca el turno a 3 extranjeros:
El primero lleva un halcón le saca la capuchita y lo suelta a volar. A los pocos segundos el halcón estaba bastante alto, saca una pajita del bolsillo y la tira al aire, el halcón baja en picada alcanzando la velocidad de 120 Km. y logra recoger la pajita antes de que ésta caiga al suelo, le dan un puntaje de 8 puntos.
Ahora le toca el turno al segundo, éste trae un águila real, le quita la capucha, la suelta a volar y cuando está bien alto, saca una pajita, la parte en dos y la tira al aire, el águila baja en picada a la velocidad de 160 Km. y logra recoger los dos pedazos antes de que toquen el piso, le otorgan 9 puntos.
Le toca el turno al tercero, éste trae un lorito de su granja y se le escucha gritar:
¡Sácame ya esta porquería de la cabeza que no veo nada!
Cuando lo hace el loro se escapa a volar, cuando va muy alto el amo saca una pajita, la parte en tres y la tira al aire, el loro baja en picada alcanzando la vertiginosa velocidad de 240 Km., y cuando se va acercando al piso le grita al dueño:
¡Tira más paja infeliz, que me mato! - Una pareja de ancianos entró en un restaurante una noche de invierno.
Buscaron una mesa libre entre todos los jóvenes que estaban allí cenando esa noche.
El anciano se acercó a la caja, pidió su comida y seguidamente la pagó. El anciano desenvolvió la hamburguesa y cuidadosamente la partió por la mitad.
Puso una mitad junto a su esposa, luego con mucho cuidado contó todas las papitas fritas dividiéndolas en dos montones iguales, uno para él y otro para su esposa. Igualmente, metió dos pajitas dentro del refresco y lo puso entre él y su esposa..
Cuando el anciano empezó a comer su mísera media hamburguesa, la gente de alrededor se les quedó mirando con compasión.
Un joven se les acercó y educadamente les dijo que les compraría otra ración de comida.
Él anciano, respondió, que no se molestara, que estaba bien así, que estaban acostumbrados a compartirlo todo entre ambos.
La gente de alrededor, se dio cuenta de que la anciana no había probado bocado.
Solo miraba como comía su marido y de vez en cuando, cuando era su turno, bebía un poquito del refresco.
El joven se acercó otra vez y les suplicó que por favor dejara que les invitara algo para comer.
Esta vez fue la anciana la que le explicó que no, que ellos estaban acostumbrados a compartir siempre todo juntos.
Cuando el anciano terminó de comer su parte y se limpiaba con la servilleta delicadamente, el joven que ya no podía continuar viendo esa situación, volvió por tercera vez a intentar invitarles algo de comer.
Después de que la pareja de ancianos, rechazara otra vez la invitación, el joven le preguntó a la anciana:
¿Y usted, que es lo que está esperando que no ha probado su comida?.
Y La anciana contestó:
¡LOS DIENTES, COPUCHENTO !