Chistes de Papito
Estos son los 9 chistes de papito y más graciosos bromas sobre papito que matan de risa. Lea chistes acerca papito que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de papito para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre papito para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- Un niño le dice a su papá:
Papito, papito, mi hermanita ha prendido la computadora.
El papá le responde:
Déjala hijito, que tu hermanita juegue un ratito.
El niño le respode:
Está bien papá, pero como el fuego llegue a tu cuarto, es tu problema. - La niña le dice al padre:
Papito, papito, no me gusta la abuelita.
El padre le responde:
No importa hijita, retírala a un lado y cómete las papas. - Era una vez un niño tan feo, tan feo, que cuando nació el que lloró fue el doctor, y cuando se iba a dormir la mamá le decía:
Papito si viene el cuco, cuidadito con ir a asustarlo. - ¿Qué le dijo el hijo palta (Aguacate) al papá palta (Aguacate)?
Papito, no te muelas nunca. - le dice la mama de pepito a pepito:pepito puedes ir por unos huevos y pepito dice que si pero pepito se los gasta en los videojuegos y ya va para su casa y pasa un señor y lo atropella un carro y sale una mano por alla y la otra por otro lado y pepito llaga a su casa y le dice papito:mama.mama que cres que atropellaron a un señor salio una mano por alla la otra por el otro lado y dice la mama de pepito:y los huevos y dice pepito:ah,esos si no los vi en donde salieron volando
- Una pareja de ancianos entró en un restaurante una noche de invierno.
Buscaron una mesa libre entre todos los jóvenes que estaban allí cenando esa noche.
El anciano se acercó a la caja, pidió su comida y seguidamente la pagó. El anciano desenvolvió la hamburguesa y cuidadosamente la partió por la mitad.
Puso una mitad junto a su esposa, luego con mucho cuidado contó todas las papitas fritas dividiéndolas en dos montones iguales, uno para él y otro para su esposa. Igualmente, metió dos pajitas dentro del refresco y lo puso entre él y su esposa..
Cuando el anciano empezó a comer su mísera media hamburguesa, la gente de alrededor se les quedó mirando con compasión.
Un joven se les acercó y educadamente les dijo que les compraría otra ración de comida.
Él anciano, respondió, que no se molestara, que estaba bien así, que estaban acostumbrados a compartirlo todo entre ambos.
La gente de alrededor, se dio cuenta de que la anciana no había probado bocado.
Solo miraba como comía su marido y de vez en cuando, cuando era su turno, bebía un poquito del refresco.
El joven se acercó otra vez y les suplicó que por favor dejara que les invitara algo para comer.
Esta vez fue la anciana la que le explicó que no, que ellos estaban acostumbrados a compartir siempre todo juntos.
Cuando el anciano terminó de comer su parte y se limpiaba con la servilleta delicadamente, el joven que ya no podía continuar viendo esa situación, volvió por tercera vez a intentar invitarles algo de comer.
Después de que la pareja de ancianos, rechazara otra vez la invitación, el joven le preguntó a la anciana:
¿Y usted, que es lo que está esperando que no ha probado su comida?.
Y La anciana contestó:
¡LOS DIENTES, COPUCHENTO ! - Va pasando una carroza fúnebre y Jaimito corre detrás llorando y gritando:
¡Papá, espérame, por qué te fuiste, espérame que yo me quiero ir contigo!
Y la gente comentaba:
Pobre niño, quedó huérfano, que lastima, pobrecito, que dolor.
El niño seguía gritando:
¡Papá, papá llévame contigo, papito no me dejes!
En eso la carroza fúnebre se detiene y se baja el chofer muy enojado y grita:
Jaimito apúrate y súbete antes que te de un golpe. - estabbaa la mama y pepito y llega pepito y le dise a su mama mama vamos al templo yy ya se van y le ase papito mama mama me anda del bañoo y le dise su mama pero aqui no hay baños y dise pepito sii siay ay ay un ollitoo y se va yyy dise el padre que caiga el pan salio la popo que caiga el vino salio la pipi el grito de independensia no ayy papel
- Llega el niño pequeño a la casa de su padre, todo golpeado, con los ojos negros, la nariz sangrando, la ropa rota y vuelta una nada y el papá le pregunta:
¿Pero mijito, y eso, qué le pasó?
Y el muchachito le dice:
Pues en la escuela un muchacho grande me golpeó y mire como me volvió papito.
Y el padre le pregunta:
¿Y usted no se defendió?
Y el hijo le responde:
Sí papito, si no me vengo me mata el desgraciado.

Contar chistes de papito es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.