Chistes de Postiza

Estos son los 10 chistes de postiza y más graciosos bromas sobre postiza que matan de risa. Lea chistes acerca postiza que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de postiza para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre postiza para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. En la consulta el dentista le comenta a la paciente:
    - Bueno, pues ya le he implantado el diente postizo
    - ¿Me lo puedo cepillar, doctor?
    - Hecho, salgo a las 8...
  2. - Una señora, como de cien años, va a la consulta del dentista:
    - Vengo a que me saque los dientes...
    - ¡Pero señora, si usted no tiene dientes!
    - ¡Lo que quiero es que me saque los postizos que acabo de tragarme!
  3. Monstruo chamuscado El marido le escribe a su esposa un mensaje al móvil:
    Querida:
    La policía ha hallado un cuerpo quemado, con dentadura postiza, peluca, pechos caídos y caderas deformes... por favor, respondé este mensaje para saber que estás bien.
  4. Va un hombre al dentista y le dice:
    -Quería ponerme brackets!

    -Pero señor tiene 70 años!
    -Mi dinero es mi dinero!
    -Si ya lo se, pero su dentadura es postiza!
  5. En el asilo de ancianos, le pregunta un abuelo a otro:
    "¿Por qué te enfadaste con tu compañero de cuarto?"
    "Por abusivo"
    "¿Por abusivo?"
    "Sí, usaba mis camisas, mis corbatas y mis trajes, y no me importó. Lo que no pude tolerar fue que se riera de mí con mi propia dentadura postiza".
  6. En la noche de bodas ella confiesa:
    - Tengo que decirte que mi dentadura es postiza, que tengo un ojo de cristal y una mano artificial.
    - ¿Entonces es que no tienes nada tuyo? Ella contesta:
    - Sí, un hijo, pero no me atrevía a decírtelo.
  7. ¡Julio!, que causalidad, después de tanto tiempo, pero hay que ver lo que has cambiado.
    Eh, debes haber empezado a hacer ejercicio, porque mira que has adelgazado. Te ves fenomenal, si hasta parece que tienes más pelo, ¿Es postizo? Lo digo porque antes lo tenías rizado.
    Y también has cambiado de sastre, obviamente; pero si era imposible verte con un traje, y ahora llevas una de esas corbatas que odiabas tanto. Y las arrugas, si tienes la piel que parece la de un niño, claro que a lo mejor es porque te has cortado la barba. Pero te queda muy bien, igual que los lentes de contacto, me alegro, porque las gafas aquellas no te favorecían, y además ahora tienes los ojos de color azul, dime picarón, ¿Se liga más así, eh?
    Perdone, pero yo no me llamo Julio.
    ¿Qué? ¿También te has cambiado de nombre?
  8. PLATICA DE MUJERES MAYORES +40
    - ¡Hola!
    ... Contame, ¿Cómo te fue con tu cita de la otra noche?
    - ¡Horrible! ¡No sé qué pasó!
    - ¿Por qué? ¿No te dio ni un beso?
    - ¡Si!... Me besó tan fuerte y me mordió los labios hasta que pensé que se me iba a explotar el implante de colágeno...
    Entonces me acarició el pelo y se me salieron unas extensiones que tenía.
    - ¿No me digas que terminó ahí?
    - ¡Nooo!... Después me tomó la cara entre sus manos, hasta que le tuve que pedir que no lo hiciera más, porque me estaba aplastando el
    bótox. Además, que mis pestañas postizas se le quedaron pegadas en la nariz.
    - ¿Y no intentó nada más?
    - Sí... se puso a acariciarme las piernas y lo frené porque me acordé que no había tenido tiempo para depilarme...
    Al tratar de detenerlo, se me salieron dos de las uñas postizas; después le entró un arrebato de lujuria impresionante y me abrazó tan fuerte que casi se le quedan mis prótesis de las pompas en las manos y casi me revienta los implantes de silicona de mis senos.
    - ¿Y después qué pasó?
    - Que se puso a beber champaña en mi zapato.
    - ¡Ay... qué romántico!
    - ¿Romántico?... ¡Por poco se muere!
    - ¿Por qué?
    - Porque se tragó el corrector del juanete que estaba adentro y casi se ahoga.
    - ¿Y después qué paso?
    - ¿Podés creerme que se fue?... ¡Para mí que era gay!
  9. Estaba un borracho ya sin dinero para seguir bebiendo, y estaba terco diciendo al cantinero que le diera un trago, el cantinero le responde:
    Sin dinero, no hay tragos.
    Entonces, el borracho le dice:
    ¿Si me muerdo un ojo me das un trago?
    El cantinero sorprendido le dice:
    ¿A ver?
    Entonces, el borracho se saca el ojo de vidrio, y se lo muerde. El cantinero sorprendido le da el trago.
    De nuevo el borracho le pide un trago, y el cantinero le dice:
    Sin dinero no hay tragos.
    Entonces, el borracho le dice:
    ¿Si me muerdo el otro ojo me das un trago?
    El cantinero se dice a sí mismo:
    Éste no puede tener dos ojos de vidrio, así que le da el trago. El borracho se saca la dentadura postiza y se muerde el otro ojo, y le dice:
    No, que no.
  10. En la plaza había un matrimonio de abuelitos. La abuelita le dice al viejito:
    - ¿Te acordás cuando me acariciabas el pelo?
    Y el viejito comenzó a acariciarle el pelo.
    - ¿Te acordás los tiempos en que me hacías cosquillitas?
    Y el viejito comenzó a hacerle cosquillitas.
    - ¿Y te acordás cuando me dabas mordisquitos?
    El viejito se levanta y se va. La viejita le dice:
    - ¿Adónde vas, viejo?
    - ¡A buscar la dentadura postiza!



chistes de postiza

Contar chistes de postiza es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.