Chistes de Punir

Estos son los 17 chistes de punir y más graciosos bromas sobre punir que matan de risa. Lea chistes acerca punir que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de punir para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre punir para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. le pregunta la maestra a jaimito,jaimito si tu tienas 3 galletas y si tu hermana se te come 2 que te queda y jaimito responde lamano ardiendo del puño que le meto
  2. Un tipo sale de un centro comercial y le apuntan con una pistola en la cabeza, el tipo se da la vuelta, le da una patada al ladrón, otra patada, lo tira al suelo, lo recoge y le da cinco puños, lo lanza contra un carro, y el ladrón dice:
    ¿Tú no vas a llamar a la policía?
  3. ¿como se dice puño en chino?
    muchachangre
  4. LA VIRGEN Un adolescente pregunta a su padre:
    - ¿Conociste a alguna mujer que fuese virgen?
    - A tu madre.
    - ¿Mamá era virgen cuando la conociste?
    - Era y es.
    - ¡¿Y cómo nací yo?!
    - Pregúntale a la Virgen del Puño.
  5. Una señora en el consultorio:
    Doctor, doctor, mi hijo se comió un puñado de tierra, ¿Le hace daño?
    El doctor, en tono irónico, le contesta:
    Tranquila mi señora, yo conozco varios abogados que se han comido fincas enteras y no les ha pasado nada.
  6. El camino más rápido para llegar al corazón de un hombre es el puño de Chuck Norris.
  7. Qué tengo en la mano Dos locos se encuentran en el patio de un manicomio; uno de ellos le enseña el puño cerrado al otro y le dice:
    - ¿A que no adivinas qué tengo en la mano?
    - UHmm... ¡un elefante!
    El del puño cerrado pone cara de fastidio y replica:
    - Sí, vale, bueno, pero ¿de qué color es?
  8. Cacahuetes sin cáscara Esto es un autobús repleto de viejecitos, que van de viaje a Lourdes.
    Una viejecita le toca el hombro al chófer y le da un gran puñado de cacahuetes sin cáscara.
    El chófer sorprendido le da las gracias y se los come con agrado.
    Pocos minutos más tarde, la abuelita vuelve a venir, el chófer vuelve a agradecerle el gesto y se come los cacahuetes.
    A los cinco minutos, la anciana viene de nuevo con otro puñado.
    El chófer ya no puede comer más y le pregunta:
    - Buena señora, es muy amable de su parte regalándome tantos cacahuetes, pero…… ¿usted no cree que, a lo mejor, sus cincuenta amigos y amigas les apetecerían también unos pocos?
    - ¡ No se preocupe caballero!, no tenemos dientes para masticarlos y sólo chupamos el chocolate que los recubre!
  9. esto es un policia que se levanta con mala leche y se pone a haser guardia en una rotonda pasan dos tias y se caen pun multa
    pasa una tio con una moto y se cae pun multa
    pasan dos monjas y no se caen el policia las
    para y le dice -por que c**... no o aveis caido-
    porque dios va con nosotros le contesta la monja
    pun multa dice en poli porque dice la monja por que van tres en la moto
  10. Los piratas de los siete mares:
    Este era un barco pirata, de pronto, aparece una fragata inglesa.
    El segundo de abordo grita:
    ¡Capitán, capitán una fragata inglesa a babor!
    Entonces el capitán gira instrucciones:
    ¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja!
    Pin, pun, pan, trifulcas, golpes y porrazos y gana la batalla el barco pirata. Al otro día, nuevamente grita el segundo de abordo:
    ¡Capitán, capitán una goleta española a estribo!
    Entonces el capitán gira de nuevo instrucciones:
    ¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja!
    Pin, pun, pan, 20 trifulcas, golpes y porrazos y gana otra vez la batalla el barco pirata.
    Dos días después, el segundo de abordo vuelve a gritar:
    ¡Capitán, capitán una fragata portuguesa hacia la proa!
    Entonces el capitán gira de nuevo instrucciones:
    Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja.
    Pin, pun, pan, trifulcas, golpes y porrazos y de nuevo gana la batalla el barco pirata.
    Al día siguiente el segundo de abordo se acerca y le pregunta al capitán:
    Capitán todos estamos impresionados por sus dotes dirigiéndonos en la batalla y lo bien que nos ha ido en la mar. Sin embargo, todos entendemos por qué hay que colocar la bandera pirata, bajar las velas y lo demás, pero discúlpeme, ¿Para qué pide que le traigamos su chaqueta roja?
    A esto el capitán contesta:
    Elemental señor Smith; si por infortunio soy herido en batalla, la tripulación no se desmoralizará porque no se darán cuenta que estoy herido; de este modo siempre ganaremos la batalla. El señor Smith contesta:
    Ah, que interesante y bien pensado mi capitán.
    Tres días después el segundo de abordo grita:
    ¡Capitán, capitán, dos fragatas portuguesas a babor, tres fragatas inglesas hacia la popa y cuatro goletas españolas hacia proa, entonces el capitán, se rasca la cabeza y gira las instrucciones:
    ¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi pantalón marrón!
  11. Los piratas de los siete mares:
    Este era un barco pirata, de pronto, aparece una fragata inglesa.
    El segundo de abordo grita:
    ¡Capitán, capitán una fragata inglesa a babor!
    Entonces el capitán gira instrucciones:
    ¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja!
    Pin, pun, pan, trifulcas, golpes y porrazos y gana la batalla el barco pirata. Al otro día, nuevamente grita el segundo de abordo:
    ¡Capitán, capitán una goleta española a estribo!
    Entonces el capitán gira de nuevo instrucciones:
    ¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja!
    Pin, pun, pan, 20 trifulcas, golpes y porrazos y gana otra vez la batalla el barco pirata.
    Dos días después, el segundo de abordo vuelve a gritar:
    ¡Capitán, capitán una fragata portuguesa hacia la proa!
    Entonces el capitán gira de nuevo instrucciones:
    Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja.
    Pin, pun, pan, trifulcas, golpes y porrazos y de nuevo gana la batalla el barco pirata.
    Al día siguiente el segundo de abordo se acerca y le pregunta al capitán:
    Capitán todos estamos impresionados por sus dotes dirigiéndonos en la batalla y lo bien que nos ha ido en la mar. Sin embargo, todos entendemos por qué hay que colocar la bandera pirata, bajar las velas y lo demás, pero discúlpeme, ¿Para qué pide que le traigamos su chaqueta roja?
    A esto el capitán contesta:
    Elemental señor Smith; si por infortunio soy herido en batalla, la tripulación no se desmoralizará porque no se darán cuenta que estoy herido; de este modo siempre ganaremos la batalla. El señor Smith contesta:
    Ah, que interesante y bien pensado mi capitán.
    Tres días después el segundo de abordo grita:
    ¡Capitán, capitán, dos fragatas portuguesas a babor, tres fragatas inglesas hacia la popa y cuatro goletas españolas hacia proa, entonces el capitán, se rasca la cabeza y gira las instrucciones:
    ¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi pantalón marrón!
  12. Existía un marido al que siempre lo regañaba su mujer porque llegaba a altas horas de la madrugada y acompañado de varias copas de más. Un día de esos, el hombre se dirigía a su casa (bastante borracho) y al pasar al lado de un jardín vio varios caracoles de tierra que se alimentaban, se agachó y se echó al bolsillo un puñado de estos animalitos.
    Cuando llegó a su casa y en el momento que habría la puerta, sacó los caracoles y los dejó en el suelo empujándolos por el pasillo con ambas manos, justo en el momento en que sale al encuentro su mujer comenzando el regaño correspondiente y con un palo en la mano, éste con voz alta y seria le habla a los caracoles:
    Apúrense, no ven que por culpa de ustedes me están regañando.
  13. En un autobús repleto de viejecitos, en una gira especial a Lourdes para
    gente de tercera edad, una viejecita le toca el hombro al chofer y le brinda
    un buen puñado de cacahuates (maní) sin cáscara.
    El chofer sorprendido le da las gracias y se los come con agrado.
    Cinco minutos después, la abuelita repite, el chofer vuelve a agradecerle el
    gesto y se come los cacahuates.
    Cinco minutos mas tarde, la anciana viene con otro puñado.
    El chofer ya no puede comer más y le pregunta:
    - Dígame abuelita, es muy gentil de su parte atiborrarme de cacahuates, pero
    ¿usted no cree que, a lo mejor, sus cuarenta amigos y amigas querrían
    también unos pocos?
    - ¡ No se preocupe joven!, no tenemos dientes para masticarlos y sólo
    chupamos el chocolate que los recubre!
  14. van un aleman un frances y un español en un avion y el abion se estrellany suben a la "secretaria" del i**....Baja el diablo y dice hoy estoy de buen humor si me aceis una prueba y no la consigo superar os perdono la muerte.Ba el aleman y le da una barra de hierro:aber si la doblas-(la dobla con dos dedos)Ba el frances y construye una torre ifel en peqeño:aber si la aplastas-(el diablo le da con el puño y la aplasta)ba el español todo tranqiloo y le dice traime una silla y un cuchillo se lo da y el español ace abujeros a la silla se sienta se tira un pedoo y le dicee al diablooo por q abujeroo a salidoo-por este(señala un abujeroo)español:no por este(le señala el c**...)
  15. un niño llamado pepito va a la tienda y le dice señor tiene papel higienico y el señor le responde si claro y el niño le dice deme un paquete de serbilletas,y al otro dia vuelve y le dice señor tiene jabon fab,si como no deme un jabon rey,y al otro dia vuelve otra ves el niño y le dice señor tiene platos de vidrio,deme un paquete de platos desechables,entonces el señor todo molesto va y le dice al papa,mire señor es que su hijo va a la tienda pide una cosa y lleva otra,entonces dice el papa ahhh este no a aprendido o que me voy a quitar la correa y le voy a dar un par de puños.
  16. Presentador: Demos paso al concurso mas esperado de año.
    Primer concursante: Nacho Vidal 30cm y toda la gente bien...!
    Segundo: Es un moro 40cm y todos bien este casi..
    Tercero: Viene de Ucrania 50cm y toda la gente este gana, este gana y el ultimo concursante: Viene de Egipto demosle paso...
    Viendo que no llegava dicen vamos a darle 3 segundos para que venga o si no descalificado
    1
    2
    ...
    y suena la puerta toctoc y se abre y aparecen un puñado de Egipcios con una polla entre los brazos y dicen Mohama no viene hoy, mohama vendra mañana...
  17. Autobus del Imserso En un viaje del IMSERSO a Lourdes, una abuelita le toca el hombro al chófer y le brinda un buen puñado de cacahuetes sin cáscara.
    El chófer sorprendido le da las gracias y se los come con agrado.
    Cinco minutos después, la abuelita repite, el chófer vuelve a agradecerle el gesto y se come los cacahuetes.
    Cinco minutos mas tarde, la anciana viene con otro puñado.
    El chófer ya no puede comer más y le pregunta:
    - Dígame abuelita, es muy gentil de su parte atiborrarme de cacahuetes, pero ¿usted no cree que, a lo mejor, sus cuarenta amigos y amigas querrían también unos pocos?
    - ¡ No se preocupe joven!, no tenemos dientes para masticar los conguitos y sólo podemos chupar el chocolate que los recubre.



chistes de punir

Contar chistes de punir es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.