Chistes de Raul

Estos son los 7 chistes de raul y más graciosos bromas sobre raul que matan de risa. Lea chistes acerca raul que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de raul para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre raul para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Fidel y Raúl están en el aeropuerto esperando a Chávez y comienza a llover. Raúl se remanga los pantalones para no salpicarse. Llega Chávez y cuando está descendiendo de la escalerilla del avión, Fidel le dice a Raul:
    - Raúl, bájate los pantalones.
    Y Raúl bajito le pregunta:
    - ¿Tanto le debemos?.
  2. te muestro una foto con Raul ¿Que Raul? La que te la puso en el baúl
  3. Hablando a los zapatos Un padre a su hijo:
    - Raúl ¿Por qué estás hablando con unos zapatos ?
    - Es que en la caja ponía converse.
  4. Estos son dos amigos, Pepe y Juan. Un día se encuentran por la calle y Pepe saluda a Juan y le dice:
    Juan, te voy a enseñar una foto, mira, ¿sabes quién es este?
    Y Juan dice:
    Pues no sé, ¿quién es?
    Y Pepe le responde:
    Pues es Raúl, el del Real-Madrid, es que, a ver si salimos más Juan, hay que salir a ver el fútbol.
    Al día siguiente Pepe vuelve a encontrarse con Juan, y le dice:
    Mira, te voy a enseñar otra foto, ¿sabes quién es?
    Y Juan le dice que no, y Pepe responde:
    Pues es Madonna, una cantante muy famosa, es que Juan, a ver si salimos más, que no entiendes de nada, tienes que salir a los conciertos.
    Al día siguiente es Juan quién se encuentra con Pepe y le dice:
    Mira Pepe, que te voy a enseñar una foto.
    Y le dice Pepe:
    ¿Tú a mí?
    Y le dice Juan:
    Sí, yo a ti. Se la enseña y le dice: ¿sabes quién es?
    Y le dice Pepe:
    Pues no, no lo sé.
    Y le responde Juan:
    Claro Pepe, si no salieras tanto...
  5. Fidel Castro y su hermano Raúl Castro sobrevuelan la Habana en helicóptero. Fidel dice:
    - Voy a tirar un billete de veinte pesos al aire y así haré feliz a un cubano.
    A lo que su hermano le inquiere:
    - ¿Y por qué no tiras dos billetes de diez pesos y así haces felices a dos cubanos?.
    - Buena idea, pero se me ha ocurrido una todavía mejor: voy a tirar cuatro billetes de cinco pesos y así haré felices a cuatro cubanos.
    Al final el piloto del helicoptero se harta, se da la vuelta y les sugiere:
    - ¿Y por qué no hacen felices a varios millones de cubanos y mejor se tiran ustedes dos?.
  6. Un profesor pasando lista:
    Carlos Martínez
    ¡Presente!

    Raúl Lozano
    ¡Presente!
    Pablo Ríos
    ¡Presente!
    Juan Botones
    ¡Se me caen los pantalones!
    Al día siguiente vuelve a pasar lista
    Pablo Ríos
    ¡Presente!
    Juan Botones
    ¡Se me caen los pantalones!
    Y bueno, el profesor enojado piensa que no puede ser, que ese niño todos los días haga lo mismo.
    Entonces al día siguiente vuelve a pasar la lista.
    Pablo Ríos
    ¡Presente!
    Botones Juan
    ¡Se me caen igual!
  7. Fidel Castro desesperado ante la situacion de Cuba se sienta en la plaza de la revolución y se dirige a la estatua de Martí:
    - Por favor Martí, ayúdame a resolver el problema de mi país.
    Y al rato siente una mano que le toca el hombro y le dice:
    - Si quieres que te ayude tráeme un caballo.
    Fidel, asustado, sale corriendo y le hace el cuento a su hermano Raúl, el cual quiere comprobarlo por sus propios ojos y acompaña a Fidel a donde se encuentra la estatua de Martí. Fidel repite su pedido y al poco rato Martí le contesta:
    - Te dije que me trajeras un caballo, no un burro.



chistes de raul

Contar chistes de raul es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.