Chistes de Reencarnarse

Estos son los 4 chistes de reencarnarse y más graciosos bromas sobre reencarnarse que matan de risa. Lea chistes acerca reencarnarse que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de reencarnarse para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre reencarnarse para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Un hombre está en el entierro de su suegra. Después de echar tierra sobre el ataúd, dice:
    Querida suegra, usted ha sido como una madre para mí.
    En ese momento un pájaro, sobrevolando el cementerio, le caga en la cabeza. El hombre levanta la cabeza hacia el cielo y dice:
    ¡Ah! ¿Usted ya se reencarnó?
  2. Un hombre va al cielo y le preguntan:
    ¿Nombre y apellidos?

    Manolo Gutiérrez.
    Vaya por Dios, no me aparece en pantalla.
    Pero, ¿Y eso?, si yo he sido muy bueno, muy bueno.
    Pues no sé, va a tener usted que pasar por el i**....
    Pero, joder, si yo...
    Nada, nada, ya le digo que su nombre no aparece en la pantalla, y por favor no nos interrumpa que tenemos mucho lío.
    Llega al i**...:
    ¿Nombre y apellidos?
    Manolo Gutiérrez.
    Uhm, no aparece en pantalla, va tener usted que pasar por el purgatorio.
    Pero oiga, ¿Qué dice?
    Sí, sí y además no me entretenga, ¿No ve que estoy ocupado?
    Llega al purgatorio.
    ¿Nombre y apellidos?
    Manolo Gutiérrez.
    No, no parece en pantalla, tiene usted que reencarnarse. Puede elegir entre un rinoceronte del Congo o una gallina andaluza.
    Pero...
    Ni pero ni leches, a reencarnarse ya mismo.
    De repente Manolo que aparece en una granja (convertido en gallina) entre otras dos gallinas.
    Esto, ¿También reencarnación?
    Sí, ¿Y aquí, qué hay que hacer?
    Pues poner huevos.
    ¿Y eso?
    Sino te pasan a la sala de despiece.
    ¿Y cómo ponen huevos?, yo no he puesto huevos en mi vida.
    Apretando.
    ¿Apretando?
    Sí, sí, sí, aprieta.
    Gghrmhnrrrmeegrnmnmgreggmmh...
    ¡Manolo! ¡Manolo! ¡Despierta que te estas cagando!
  3. Un hombre va al cielo y le preguntan:
    ¿Nombre y apellidos?

    Manolo Gutiérrez.
    Vaya por Dios, no me aparece en pantalla.
    Pero, ¿Y eso?, si yo he sido muy bueno, muy bueno.
    Pues no sé, va a tener usted que pasar por el i**....
    Pero, joder, si yo...
    Nada, nada, ya le digo que su nombre no aparece en la pantalla, y por favor no nos interrumpa que tenemos mucho lío.
    Llega al i**...:
    ¿Nombre y apellidos?
    Manolo Gutiérrez.
    Uhm, no aparece en pantalla, va tener usted que pasar por el purgatorio.
    Pero oiga, ¿Qué dice?
    Sí, sí y además no me entretenga, ¿No ve que estoy ocupado?
    Llega al purgatorio.
    ¿Nombre y apellidos?
    Manolo Gutiérrez.
    No, no parece en pantalla, tiene usted que reencarnarse. Puede elegir entre un rinoceronte del Congo o una gallina andaluza.
    Pero...
    Ni pero ni leches, a reencarnarse ya mismo.
    De repente Manolo que aparece en una granja (convertido en gallina) entre otras dos gallinas.
    Esto, ¿También reencarnación?
    Sí, ¿Y aquí, qué hay que hacer?
    Pues poner huevos.
    ¿Y eso?
    Sino te pasan a la sala de despiece.
    ¿Y cómo ponen huevos?, yo no he puesto huevos en mi vida.
    Apretando.
    ¿Apretando?
    Sí, sí, sí, aprieta.
    Gghrmhnrrrmeegrnmnmgreggmmh...
    ¡Manolo! ¡Manolo! ¡Despierta que te estas cagando!
  4. Una mujer cansada e indignada de escuchar discusiones entre su marido y su mamá, le dice al marido:
    Por favor negro, hacéme un favor, andá a la casa de mi mamá y hablále bien, intenta acercarte, sólo Dios sabe cuánto tiempo más la tengamos con nosotros.
    El marido le responde:
    Está bien, gorda, lo voy a hacer, pero que conste que lo hago por vos.
    Llega a la casa de su suegra, golpea y ahí se encuentran, el hombre amablemente le dice: Hola suegrita, ¿cómo anda?, ya la estábamos extrañando.
    La suegra sorprendida lo mira y le dice:
    Bien acá ando, intentando descansar.
    Y el hombre pregunta:
    Mire suegrita, ¿usted cree en la vida después de la muerte?
    Sí, responde la suegra.
    Bueno si usted se muriera, Dios no lo permita, ¿en qué animal le gustaría reencarnarse? Mmmmmmmmm, me gustaría en una víbora, le responde la suegra.
    Y el hombre dice:
    ¡Noooo! ¡Pero tiene que ser algo que nunca haya sido!