Chistes de Sevillano

Estos son los 4 chistes de sevillano y más graciosos bromas sobre sevillano que matan de risa. Lea chistes acerca sevillano que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de sevillano para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre sevillano para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. - ¿Cómo se dice pistola en sevillano?
    - Mi arma...
  2. Dos sevillanas que se encuentra en una esquina del barrio de la Cruz y una le dice a la otra:
    – Po, ?zabe que m’eshao novio?
    – ?Ah, zi? ?Y como e?
    – Po mira, e otorrinolaringologo.
    – !Ozu!, !vajco como er mio!
  3. El arzobispo manda a un cura de Granada, para que vaya a Sevilla a cubrir una baja de tres semanas en una parroquia sevillana. El cura acepta el puesto, pero muy a disgusto porque odia a muerte a Sevilla y a los sevillanos.
    El primer día, empieza su misa con Adan y Eva, con una mala follá que a duras penas podía reprimir:
    –Empecemos con el Génesis… Adán, ese hombre casto, virtuoso… del barrio de la Chana de Granada. Y Eva… esa mujer perversa, encarnación del mal… del barrio de la Macarena de Sevilla…!!!
    Y así todo el rato, para el asombro e indignación de los feligreses. A la semana siguiente, el cura vuelve a las andadas:
    –Continuamos con el Génesis… Abel, ese hombre honrado, trabajador, un dechado de virtudes… del Zaídín, de Granada. Y Caín, hombre depravado, violento, asesino por naturaleza… del barrio de Triana, de Sevilla…!!!
    Al acabar la misa, los feligreses salen indignados, y sus quejas acaban llegando a oídos del arzobispo, que llama al cura a su presencia, y le reprende:
    –Hombre, esto no puede ser. Entiendo que tienes tus recelos contra los sevillanos, pero estás dando misa y no puedes decir lo que quieras. Sólo te queda una semana, así que mantén la templanza.
    El cura, a regañadientes, le da la razón. Al día siguiente, en misa, está más cabreado que nunca, y decide pasar directamente a la Última Cena:
    –Y Jesús le dice a los apóstoles: «En verdad os digo, que uno de vosotros me traicionará». Todos ellos, sorprendidos, van preguntando, primero Pedro: «¿Seré yo, maestro?», luego Juan: ¿Seré yo, mi señor», y así hasta llegar al miserable Judas Iscariote, que dice… «¿Seré yo, mi arma????»
  4. El cura Granadino Un cura granadino está en la iglesia y viene el obispo y le dice:
    -TIenes que irte a sevilla.
    Y el cura, que odia a los sevillanos, se tuvo que ir.
    Entonces está dando la primera misa y empieza a hablar de Adán y Eva:
    -Adán, bueno, puro... ¡del barrio de la Chana, de Granada!
    -Eva, mala, impura... ¡del barrio de la Macarena, de Sevilla!
    Y todo el mundo alborotado.
    Al día siguiente da la segunda misa y se pone a hablar de Caín y Abel:
    -Abel, bueno, puro... ¡del barrio del Zaidín, de Granada!
    -Caín, malo, impuro... ¡del barrio del Nervión, de Sevilla!
    Y todo el mundo alborotado de nuevo.
    Al finalizar la misa, se le acerca el obispo de Sevilla y le dice:
    -Esto no puede seguir así, mañana das la última misa y te vas.
    A lo que piensa el cura:
    Al día siguiente habla de la Última Cena, donde todos los apóstoles se acercaban a Jesús diciendo:
    -¿Seré yo, maestro?
    -No, no serás tu, Pedro.
    -¿Seré yo, maestro?
    -No, no serás tu, Juan.
    Así hasta que le toca el turno a Judas y este se acerca y le dice:
    -¿¿¿¡¡¡¡ZERÉ YO, MIÁRMA!!!!???