Chistes de Suicidarme
Estos son los 7 chistes de suicidarme y más graciosos bromas sobre suicidarme que matan de risa. Lea chistes acerca suicidarme que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de suicidarme para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre suicidarme para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- El pollito que se acuesta en el riel de la carrilera del tren y el hermanito al verlo, sale corriendo donde la mamá gallina:
¡Mami, mami, mi hermanito se va a suicidar!
Y corre la mamá a salvar a su hijo pollito, y toda angustiada llega y le pregunta:
¿Qué haces, te vas a suicidar?
No mami, yo sólo estoy aquí escuchando música de carrilera. - Cual es el colmo de un libro de matematicas?
suicidarse por tener muchos problemas!!!!!!!!!! - Eran dos atlantes gemelos y uno de ellos se iba a suicidar y se equivocó y mató a su hermano.
- una señora se quiere suicidar y llama al doctor y le dice doctor donde se encuentra el corazon y el doctor le dice 2 dedos debajo de la teta izquierda
y la señora le dice gracias.....2 horas mas tarde
la misma señora fue llevada al hospital de un tiro en la rodilla.¬¬¬¬¬¬ - ¿Para que corremos rápido bajo la lluvia, si delante también llueve?
¿Dónde están los codos de una silla de brazos?
¿Dónde está la otra mitad del Medio Oriente?
¿A qué árbol pertenece el fruto del trabajo?
¿Cuánto miden las altas horas de la noche?
¿No es algo poco tranquilizante que los médicos se refieran a sus trabajos como 'prácticas'?
Cuándo los fabricantes de carteles y pancartas hacen una huelga y una movilización de protesta... ¿hay algo escrito en sus carteles?
¿Por qué no hay comida para gatos con sabor a ratón?
¿Por qué utilizan agujas esterilizadas para dar una inyección letal?
¿Qué hay que hacer si uno ve un animal en peligro de extinción comiendo una planta en peligro de extinción?
Si una persona con múltiples personalidades decide suicidarse, ¿puede considerarse que ha tomado rehenes?
¿Un esquizofrénico paranoico tiene miedo de estar persiguiéndose?
¿Por qué cuando llueve levantamos los hombros? ¿Acaso nos mojamos menos?
Si estamos compuestos en un 80% de agua... ¿cómo podemos ahogarnos?
Si un clarín pequeño es un clarinete, entonces un ascensor pequeño ¿es un ascensorete? - La Historia de un Feo.
Voy a contarles mi historia, no es una historia de amor ni tiene un final
feliz, pero es la única que tengo por haber nacido así, feo, muy feo.
Cuando nací, el doctor fue a la sala de espera y le dijo a mi padre, "hicimos lo
que pudimos, pero salió".
Mi mamá no sabía si quedarse conmigo o con la placenta.
Como era prematuro me metieron en una incubadora, con vidrios polarizados.
Mi madre nunca me dio el pecho porque decía que sólo me quería como amigo. Así que en vez de darme el pecho, me daba la espalda.
Es por eso que debo haber quedado petiso, tan petiso que en lugar de ser enano, soy profundo. De chico iba por los cuarteles para que me gritaran:
¡Alto! ¡Alto!
Yo siempre fui muy peludo. A mi madre siempre le preguntaban:
Señora, a su hijo, ¿Lo parió o lo tejió?
Mi padre llevaba en su cartera la foto del niño que ya venía en la cartera
cuando la compró.
Una vez me perdí, le pregunté al policía si creía que íbamos a encontrar a mis
padres y me contesto:
No lo sé, hay un montón de lugares donde se pudieron haber escondido.
Y para colmo era muy flaco, tan flaco que un día metí los dedos en el enchufe y
la electricidad erró la patada.
Era realmente flaco, para hacer sombra tenía que pasar dos veces por el mismo
lugar.
Pero mi problema no era ser tan flaco sino ser FEO.
Mis padres tenían que atarme un trozo de carne al cuello para que el perro jugara conmigo.
Sí amigos, yo soy FEO, tan FEO que una vez me atropelló un auto y quedé mejor.
Cuando me secuestraron, los secuestradores mandaron un dedo mío a mis padres
para pedir recompensa. Mi padre les contestó que quería más pruebas.
Yo creo que no pagaron el rescate porque en casa éramos muy pobres, pero eso sí, a pesar de nuestra situación económica, somos muy honrados. Mi padre era tan honrado que un día encontró trabajo, y lo devolvió.
Por eso tuve que trabajar desde chico. Trabajé en una tienda de animales y la gente no paraba de preguntarme cuánto costaba yo.
Un día llamó una chica a mi casa diciéndome, "Ven a mi casa que no hay nadie", cuando llegué no había nadie.
El psiquiatra me dijo un día que yo estaba loco. Yo le dije que quería escuchar una segunda opinión. De acuerdo, además de loco es usted muy feo, me dijo.
Una vez cuando me iba a suicidar tirándome desde la azotea de un edificio de 50
pisos, mandaron a un cura a darme unas palabras de aliento. Sus palabras fueron:
¡En sus marcas, listos!
El último deseo de mi padre antes de morir era que me sentara en sus piernas. Lo habían condenado a la silla eléctrica. - En un edificio de 20 pisos en construcción tres trabajadores, Pedro, Juan y un atlante a la hora de la comida se reunen los tres, y Pedro dice:
¡Oh!, si mi esposa me preparó nuevamente hamburgesa y papas yo me voy a suicidar.
Entonces, el tipo abre la lonchera, encuentra hamburguesa y papas y se lanza al vacío.
Después Juan dice:
¡Mamma mía!, si mi esposa me preparó spaghetti y fabada otra vez, ¡Yo me mato!
Entonces, el tipo abre su lonchera y encuentra fabada y spaghetti y decide lanzarse al vacío.
Por último el atlante dice:
¡Que si mi esposa me preparó caldo atlante y paella juro por la gloria de mi madre que me mato!
Acto seguido, ve en su lonchera y encuentra lo dicho y se mata.
Después de lo ocurrido se encuentran las tres esposas reunidas llorando y la de Pedro dice:
¡Fue mi culpa!, él estaba harto de hamburguesa y siempre le daba eso, yo lo maté.
La señora de Juan dice:
¡Si no le hubiera dado siempre lo mismo de comer, ahorita él estaría vivo! ¡Fue mi culpa!
Y la esposa atlante dice:
¡Hombre! ¡Y yo que les puedo decir, si mi marido se preparaba el mismo su comida!

Contar chistes de suicidarme es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.