A continuación se muestra nuestra colección de anécdotas divertidas y chistes sobre Traiganme Chaqueta. Hay algunos chistes de traiganme chaqueta cortos que nadie conoce (para contarle a tus amigos) y para hacerte reír a carcajadas.
Tómese su tiempo para leer esos juegos de palabras y acertijos en los que hace una pregunta con respuestas, o donde la configuración es el remate. Esperamos que encuentres estos juegos de palabras con traiganme chaqueta lo suficientemente divertidos como para contarlos y hacer reír a la gente.
Este era un barco pirata, de pronto, aparece una fragata inglesa. El segundo de abordo grita:
¡Capitán, capitán una fragata inglesa a babor!
Entonces el capitán gira instrucciones:
¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja!
Pin, pun, pan, trifulcas, golpes y porrazos y gana la batalla el barco pirata. Al otro día, nuevamente grita el segundo de abordo:
¡Capitán, capitán una goleta española a estribo!
Entonces el capitán gira de nuevo instrucciones:
¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja!
Pin, pun, pan, 20 trifulcas, golpes y porrazos y gana otra vez la batalla el barco pirata.
Dos días después, el segundo de abordo vuelve a gritar:
¡Capitán, capitán una fragata portuguesa hacia la proa!
Entonces el capitán gira de nuevo instrucciones:
Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja.
Pin, pun, pan, trifulcas, golpes y porrazos y de nuevo gana la batalla el barco pirata.
Al día siguiente el segundo de abordo se acerca y le pregunta al capitán:
Capitán todos estamos impresionados por sus dotes dirigiéndonos en la batalla y lo bien que nos ha ido en la mar. Sin embargo, todos entendemos por qué hay que colocar la bandera pirata, bajar las velas y lo demás, pero discúlpeme, ¿Para qué pide que le traigamos su chaqueta roja?
A esto el capitán contesta:
Elemental señor Smith; si por infortunio soy herido en batalla, la tripulación no se desmoralizará porque no se darán cuenta que estoy herido; de este modo siempre ganaremos la batalla. El señor Smith contesta:
Ah, que interesante y bien pensado mi capitán.
Tres días después el segundo de abordo grita:
¡Capitán, capitán, dos fragatas portuguesas a babor, tres fragatas inglesas hacia la popa y cuatro goletas españolas hacia proa, entonces el capitán, se rasca la cabeza y gira las instrucciones:
¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi pantalón marrón!
Este era un barco pirata, de pronto, aparece una fragata inglesa. El segundo de abordo grita:
¡Capitán, capitán una fragata inglesa a babor!
Entonces el capitán gira instrucciones:
¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja!
Pin, pun, pan, trifulcas, golpes y porrazos y gana la batalla el barco pirata. Al otro día, nuevamente grita el segundo de abordo:
¡Capitán, capitán una goleta española a estribo!
Entonces el capitán gira de nuevo instrucciones:
¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja!
Pin, pun, pan, 20 trifulcas, golpes y porrazos y gana otra vez la batalla el barco pirata.
Dos días después, el segundo de abordo vuelve a gritar:
¡Capitán, capitán una fragata portuguesa hacia la proa!
Entonces el capitán gira de nuevo instrucciones:
Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja.
Pin, pun, pan, trifulcas, golpes y porrazos y de nuevo gana la batalla el barco pirata.
Al día siguiente el segundo de abordo se acerca y le pregunta al capitán:
Capitán todos estamos impresionados por sus dotes dirigiéndonos en la batalla y lo bien que nos ha ido en la mar. Sin embargo, todos entendemos por qué hay que colocar la bandera pirata, bajar las velas y lo demás, pero discúlpeme, ¿Para qué pide que le traigamos su chaqueta roja?
A esto el capitán contesta:
Elemental señor Smith; si por infortunio soy herido en batalla, la tripulación no se desmoralizará porque no se darán cuenta que estoy herido; de este modo siempre ganaremos la batalla. El señor Smith contesta:
Ah, que interesante y bien pensado mi capitán.
Tres días después el segundo de abordo grita:
¡Capitán, capitán, dos fragatas portuguesas a babor, tres fragatas inglesas hacia la popa y cuatro goletas españolas hacia proa, entonces el capitán, se rasca la cabeza y gira las instrucciones:
¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi pantalón marrón!
Basta pensar que hay chistes basados en la verdad que pueden derribar gobiernos, o chistes que hacen reír a las chicas. Muchos de los traiganme chaqueta los chistes y los juegos de palabras son chistes que se supone que son divertidos, pero algunos pueden ser ofensivos. Cuando los chistes van demasiado lejos, son crueles o racistas, tratamos de silenciarlos y será genial si nos das tu opinión cada vez que un chiste se vuelve intimidante e inapropiado.
Sugerimos usar solo traiganme chaqueta bromas para adultos y blagues para amigos. Algunos de los chistes obscenos y obscenos son divertidos, pero utilícelos con precaución en la vida real. Intenta recordar chistes divertidos que nunca hayas escuchado para contarles a tus amigos y te harán reír.