Chistes de Vanguardismo

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Chistes de vanguardismo para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre vanguardismo para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Musico de vanguardia Un joven de un pueblo muestra especiales dotes para la música. Reunido el Consistorio y no sin influencias de la madre del muchacho, deciden pagarle una costosísima beca para que amplíe estudios en Austria.
    A la vuelta de tres años, regresa al pueblo con los estudios terminados. Se organiza un concierto en el teatro del Ayuntamiento que congrega a todo el pueblo orgulloso de su chavalote.
    Comienza el concierto, el muchacho que se había especializado en música vanguardista, sometió a la audiencia a una interminable serie de sonidos casi insoportables, excepto claro está, para su madre.
    En el descanso se acerca la madre al Alcalde y le dice:
    - ¿Qué le parece la ejecución de mi hijo?
    Y el Alcalde:
    - Tanto como una ejecución, me parece excesivo, pero unas cuantas ostias no se las quita nadie cuando acabe el concierto.
  2. Refieren las crónicas que en 1994 se celebró una competencia de remo entre Japón y la Argentina. Los remeros japoneses se destacaron desde el comienzo. Llegaron a la meta una hora antes que el equipo argentino.
    De regreso en la Argentina, el Comité Ejecutivo se reunió para analizar las causas de tan desconcertante e imprevisto resultado. Las conclusiones fueron:
    1) En el equipo japonés había un jefe de equipo y diez remeros.
    2) En el equipo argentino había un remero y diez jefes de equipo.
    La decisión pasó a la esfera de planificación estratégica, con una reestructuración que calaría en lo más profundo de la delegación.
    En 1995, producida la largada de la nueva competencia, el equipo japonés volvió a adelantarse desde el comienzo. Esta vez el equipo argentino arribó a la meta dos horas más tarde. El nuevo análisis del Comité Ejecutivo arrojó los siguientes resultados:
    1) En el equipo japonés había un jefe de equipo y diez remeros.
    2) En el equipo argentino, luego de los cambios introducidos por el Departamento de Planificación Estratégica, la composición era la siguiente:
    - Un jefe de equipo
    - Dos asistentes del jefe de equipo.
    - Siete jefes de sección.
    - Un remero.
    La conclusión del Comité fué unánime y lapidaria:
    "El remero es un incompetente"
    En 1996 se le presentó una nueva oportunidad al equipo argentino. El Departamento de Nuevas Tecnologías y Negocios había puesto en marcha un plan destinado a mejorar la productividad, introduciendo novedosas modificaciones en la organización que generarían, sin lugar a dudas, incrementos substanciales de efectividad, eficiencia y eficacia.
    Serían la llave del éxito, el broche de oro de un trabajo que humillaría al mismísimo Peter Drucker.
    El resultado fué catastrófico.
    El equipo argentino llegó tres horas más tarde que el japonés.
    Las conclusiones revelaron datos escalofriantes:
    1) Para desconcertar, el equipo japonés optó por la alineación tradicional: un jefe de equipo y 10 remeros.
    2) El equipo argentino utilizó una novedosa formación vanguardista, integrada por:
    - Un jefe de equipo
    - Dos auditores de calidad total.
    - Un asesor de empowerment.
    - Un supervisor de downsizing.
    - Un analista de procedimientos.
    - Un tecnólogo.
    - Un contador.
    - Un jefe de sección.
    - Un apuntador de tiempos.
    - Un remero
    Luego de varios días de agotadoras reuniones y profundo análisis, el Comité decidió castigar al remero quitándole "todos los bonos e incentivos por el fracaso alcanzado".
    En la reunión de cierre, el Comité junto con los accionistas representativos, concluyeron:
    "Recurriremos a la contratación de un nuevo remero, pero a través de un contrato de outsourcing, con el objeto de no tener que lidiar con el sindicato y de no estar atado a convenios laborales anquilosados, que sin duda degradan la eficiencia y productividad de los recursos."
    De la anterior historia se desprenden cuatro moralejas:
    1) No hay justicia en los juegos olímpicos.
    2) Existen japoneses con mucha suerte.
    3) Los argentinos no pasaban por un buen momento.
    4) El remero era reactivo en lugar de ser proactivo. Era vago y no se apegó a la misión, visión, objetivos, estrategias y tácticas del sistema y por si fuera poco no supo trabajar en equipo.