Chistes de Aduana

Estos son los 13 chistes de aduana y más graciosos bromas sobre aduana que matan de risa. Lea chistes acerca aduana que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de aduana para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre aduana para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. He ido al médico y me ha quitado el whisky, el tabaco y las d**....
    Pero, ¿Venís del médico o de la aduana?
  2. Paran a un hombre sospechoso en la aduana y le dicen:
    -¿Qué lleva en esa bolsa?

    -Llevo comida para mis gatos señor agente.
    -Déjeme examinarla. Cuando la abre, encuentra unos veinte relojes Rolex de dudosa procedencia...
    -¿Con que comida para sus gatos, no?
    -Si señor, yo se lo echo a los gatos, y si no los comen, a veces los vendo...
  3. Un hombre lleva una lora y viaja al exterior. En la Aduana el policía le dice:
    Si la lora viaja viva, tiene que pagar mil pesos. Si viaja muerta sólo tiene que pagar cien pesos.
    El viajero se queda un momento pensativo y la lora le dice:
    ¡Pague rápido los mil pesos, y no piense en barbaridades!
  4. Un matrimonio argentino viaja a Europa de vacaciones.
    En la aduana de Alemania la esposa, que domina muy bien el idioma, mientras hace todos los trámites conversa en alemán con la empleada de migración:
    - Buenos días, señora ¿sus papeles?'
    - Aquí los tiene
    El esposo, al no entender nada, pregunta:
    - Mi amor, ¿qué dijo?
    - Me pidió los papeles -contesta la esposa tranquila.
    Vuelve a preguntar la empleada;
    - ¿Cual es el motivo de su visita?
    - Venimos de vacaciones
    El esposo nervioso vuelve a preguntar:
    - Mi amor, ¿qué dijo?
    - Me preguntó que a qué venimos a Alemania
    Continúa la empleada alemana:
    - ¿De dónde vienen, señora?
    - De Buenos Aires, Argentina
    Nuevamente insiste el marido muy nervioso:
    - Mi amor, ¿qué dijo?
    - Pregunta que de dónde venimos.
    La empleada comenta entonces:
    - ¡Oh, Buenos Airessss! Una vez estuve allí hace algunos años. Qué ciudad tan hermosa, la gente increíble, pero tuve la mala suerte de toparme con un hombre que era insoportable, vago, sucio, machista, celoso, preguntón, desconfiado, no me dejaba en paz y además tuve el peor s**... de mi vida.
    - ¿Qué dijo, mi amor?
    - ¡Que te conoce boludo, te conoce!
  5. Cabra camuflada Esto es un señor que va a embarcar en un barco y llevaba a su cabra. En esto que el de la aduana le dice:
    - ¡La cabra no pasa!
    El hombre se va, le ve un amigo y le dice:
    - Pinta la cabra de negro y ponle un bozal y pensará que es un perro.
    El hombre lo hace y el de la aduana le dice:
    - ¡He dicho que la cabra no pasa!
    Y el hombre le responde:
    - ¡Sino es una cabra, que es un perro!
    Y el de la aduana le dice:
    - ¿Y los cuernos?
    Y el hombre contesta:
    - ¡Con la vida privada de mi perro no se meta!
  6. En plena época soviética a un judío ruso finalmente se le permitió emigrar a Israel. En el aeropuerto de Moscú, la aduana encontró una estatua de Lenin en su equipaje y preguntó: "¿Qué es esto?"
    El hombre respondió: "¿Qué es esto? Camarada de la pregunta equivocada. Debería haber preguntado: ¿Quién es? Este es el camarada Lenin. Él sentó las bases del socialismo y creó el futuro y la prosperidad del pueblo ruso. Me lo llevo conmigo". como recuerdo de nuestro querido héroe ".
    El oficial de aduanas ruso lo dejó ir sin más inspección.
    En el aeropuerto de Tel Aviv, el funcionario de aduanas israelí también le preguntó a nuestro amigo: "¿Qué es esto?"
    Él respondió: "¿Qué es esto? Pregunta incorrecta, señor. Debería estar preguntando, '¿Quién es este?' Este es Lenin, el b**... que hizo que yo, un judío, me fuera de Rusia. Me llevo esta estatua para poder maldecirlo todos los días ".
    El funcionario de aduanas israelí dijo: "Le pido disculpas, señor, está autorizado para ir".
    Al instalarse en su nueva casa, puso la estatua sobre una mesa. Para celebrar su inmigración, invitó a cenar a sus amigos y familiares.
    Uno de sus amigos preguntó: "¿Quién es?".
    Él respondió: "Mi querido amigo, ¿quién es este?" Es una pregunta incorrecta. Deberías haberte preguntado: ¿Qué es esto?
    "Son diez kilogramos de oro macizo que me las arreglé para llevarme sin pagar impuestos ni derechos de aduana".
  7. Estaba Josafat en la aduana y le preguntan.
    ¿Por qué trae tantas cajas en su trailer? ¿Cuál es su contenido?
    Es alimento para pollos, respondió.
    Y le ordenaron que abriera las cajas, y al abrirlas se encuentran con monitores,
    televisores, computadoras, etc.
    ¿No que era alimento para pollos?
    A lo que él respondió:
    Ah sí, yo se los echo y ellos no se lo comen.
  8. Este tipo llega de un viaje a África, y pasa por la aduana a chequear su equipaje. Detrás de él viene un elefante con un pedazo de pan en cada oreja. Cuando nuestro amigo está frente al inspector, éste le pide que declare lo que lleva y el tipo le entrega un bulto. Luego de revisado el bulto, el inspector le pregunta:
    ¿No tiene nada más que declarar?, observando al elefante con el pan en cada oreja, que viene con el viajero.
    No, eso es todo.
    El inspector intrigado y molesto pues sabe que le están mintiendo, le reclama:
    ¿Cómo que es todo y ese elefante que viene con usted?
    ¿Y desde cuándo uno tiene que declarar un sandwich?
  9. Un matrimonio decide viajar a New York de vacaciones, ya que el marido hablaba inglés perfectamente. En la aduana, haciendo los tramites, el empleado le preguntaba, lógicamente en ingles.
    - Buenos días señor, ¿me entrega su documentación y el de su esposa?
    - Aquí las tiene, caballero.
    La mujer, como no entendía nada, le pregunta.
    - Mi amor, ¿que ha dicho?
    - Me ha pedido los papeles.
    El empleado de la aduana vuelve a preguntar.
    - ¿Tienen algo que declarar?
    - No, absolutamente nada.
    Nuevamente la esposa.
    - ¿Que dice ahora, cariño?
    - Que si llevamos algo que tengamos que declarar.
    Continúa el empleado con unas preguntas.
    - ¿De donde vienen ustedes, señor?
    - Somos atlantes.
    Nuevamente insiste la mujer.
    - Cariño, ¿que ha dicho?
    - Pregunta de donde venimos.
    El empleado entonces comenta:
    - ¡Atlante! Estuve unos días allí hace tiempo. Magnifico país, estupendo clima y buenísima gastronomía, aunque tuve una experiencia un tanto negativa. Conocí a una mujer que era insoportable, no me dejaba en paz, no paraba de hablar, era lo más pesado que he conocido en mi vida, hablaba y hablaba, como una cotorra. Es la peor experiencia de mi vida.
    - ¿Qué ha dicho, cielo?
    - Que te conoce
  10. Hay un larga cola en la aduana en el aeropuerto de Barajas, Madrid. El agente grita de muy malas maneras, "¡A ver tú, venga!"
    El hombre se acerca indignado por el mal trato y tono empleado por el agente. Y el agente le pregunta, "¿Tú de dónde eres?"
    El hombre muy molesto simplemente le responde, "¡ES TO NIA!"
    Y a lo que el agente le dice, "Muy bien, Tonia pues, ¿de dónde eres?"
  11. Un matrimonio decide viajar a New York de vacaciones, ya que el marido hablaba inglés perfectamente. En la aduana, haciendo los tramites, el empleado le preguntaba, lógicamente en ingles.
    - Buenos días señor, ¿me entrega su documentación y el de su esposa?
    - Aquí las tiene, caballero.
    La mujer, como no entendía nada, le pregunta.
    - Mi amor, ¿que ha dicho?
    - Me ha pedido los papeles.
    El empleado de la aduana vuelve a preguntar.
    - ¿Tienen algo que declarar?
    - No, absolutamente nada.
    Nuevamente la esposa.
    - ¿Que dice ahora, cariño?
    - Que si llevamos algo que tengamos que declarar.
    Continúa el empleado con unas preguntas.
    - ¿De donde vienen ustedes, señor?
    - Somos atlantes.
    Nuevamente insiste la mujer.
    - Cariño, ¿que ha dicho?
    - Pregunta de donde venimos.
    El empleado entonces comenta:
    - ¡Atlante! Estuve unos días allí hace tiempo. Magnifico país, estupendo clima y buenísima gastronomía, aunque tuve una experiencia un tanto negativa. Conocí a una mujer que era insoportable, no me dejaba en paz, no paraba de hablar, era lo más pesado que he conocido en mi vida, hablaba y hablaba, como una cotorra. Es la peor experiencia de mi vida.
    - ¿Qué ha dicho, cielo?
    - Que te conoce
  12. Que no te den perro por cabra Un hombre pretendía embarcar con su cabra rumbo a Mallorca cuando le ve el controlador de aduanas y dice:
    - La cabra no pasa.
    El señor se marcha y en el camino encuentra un amigo que le aconseja que pinte la cabra de negro y le ponga un bozal para hacer creer que es un perro. El hombre lo hace y vuelve al barco. Al entrar, el de la aduana le dice:
    - ¡ Le he dicho que la cabra no pasa!
    - Pero, si no es una cabra, es un perro.
    Y el controlador le contesta:
    - Si claro...¿y los cuernos?
    - ¡En la vida privada de mi perro no se meta agente!
  13. Era una vez dos Atlantes que traían una camioneta hasta el tope de cosas, y más altas en la caja, y al llegar a la aduana no pasaba pues chocaba arriba, y se pusieron a pensar cómo pasarla y dice uno:
    Vale, ¿Y si acostamos la camioneta para pasarla?
    Y le contesta su compañero:
    ¡No! ¿Cómo la vamos a voltear?
    ¿Y si bajamos las cosas y las pasamos y las volvemos a subir?
    Y le contesta:
    ¡No qué flojera!
    Bueno, ¿Y si le bajamos las llantas, y las pasamos y las inflamos de aquel lado?
    Y le contesta:
    No seas tonto, si topa de arriba, no de abajo.



chistes de aduana

Contar chistes de aduana es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.