Chistes de Ciudades

Estos son los 7 chistes de ciudades y más graciosos bromas sobre ciudades que matan de risa. Lea chistes acerca ciudades que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de ciudades para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre ciudades para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Tu nombre -Hola guapa, ¿cómo te llamas?
    - Maria de Los Angeles, ¿y tu?
    - Pedro, de New York
  2. Sabes como se llaman... - Oye, ¿sabes cómo se llaman los habitantes de Barcelona?
    - Hombre , pues todos no....
  3. ¿Dónde te vas de vacaciones? Se encuentran un alemán y un catalán.
    Le pregunta el catalán…
    - Y tu donde te vas de vacaciones?.
    Y el alemán le responde:
    - Pues yo me voy a Baden-Baden" y tu?
    Y el catalán le dice….
    - !Ah, sí! pues yo voy a Vilanova i la Geltrú-Vilanova i la Geltrú".
  4. Por fin trabajo Se encuentran dos y uno le dice al otro:
    - Por fin ya he encontrado trabajo!
    - ¿Dónde?
    - En Santiago
    - ¿De qué?
    - De Compostela
  5. Dicen que los atlantes están haciendo todas sus ciudades a 100 m. al nivel del mar. ¿Saben por qué?
    Porque dicen que en el fondo no son tan tontos.
  6. Ciudades de Italia - ¿Qué tal tu viaje por Italia?
    - Muy bien, estuve en Roma, en Milán, en Temeo.
    - ¿Temeo? ¿Nunca había oído hablar de esa ciudad?
    - Pues es grandisima.
    - ¿Si?
    - Si, y muy famosa.
    - ¿Estás seguro de que se llama Temeo?
    - Ah no! perdona, era Torino.
  7. No tienes ni idea - No tienes ni idea de lo que soporto
    - Una ciudad de Portugal



chistes de ciudades

Contar chistes de ciudades es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.