Chistes de Eminente

Estos son los 4 chistes de eminente y más graciosos bromas sobre eminente que matan de risa. Lea chistes acerca eminente que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de eminente para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre eminente para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. - Mi tio - presume un niño -, es cura y todo el mundo le dice "padre".
    - Pues el mío es obispo -presume el segundo niño -, y todo el mundo le llama "eminencia".
    - ¿Sí? - dice el tercer niño -, pues el mío pesa 200 kilos y todo el mundo le dice "¡Dios mío!".
  2. En una ciudad de EE. UU. muere un eminente cardiólogo y sus amigos y familiares deciden hacerle un grandioso y pomposo funeral.
    En medio de la Iglesia, y detrás del ataúd, se encontraba un gigantesco Corazón todo cubierto de flores.
    Terminado el servicio fúnebre y leído el responso, el corazón se abre en dos y el ataúd se desliza suavemente dentro del corazón al ritmo de una suave música.......
    Una vez adentro, las dos puertas se cierran y el ataúd desaparece de la vista de los presentes, encerrado para toda la eternidad en el hermoso Corazón.
    Se oye la risa de uno de los amigos del difunto.
    Todos los presentes se dan vuelta para mirarlo y el señor se disculpa diciendo:
    "¡Perdón! lo siento mucho....estaba pensando en mi funeral; ¡soy ginecólogo!"
  3. Votos sagrados Un cura recién ordenado se confiesa por primera vez con su obispo:
    - Dime hijo mío ¿qué tal has llevado los votos durante esta tu primera semana?
    - Verá eminencia, en cuanto a la pobreza he regalado mi hábito y me visto con uno que ya había desechado, mis sandalias están rotas y llenas de agujeros y doy la mitad de mi comida a los pobres que vienen al comedor.
    - Muy bien, hijo mío, muy bien, continúa.
    - En cuanto a la obediencia hago cualquier cosa que me mande cualquier otro padre sin pensar en si es justo o adecuado, dando gracias al Señor por tener el privilegio de obedecer.
    -Muy bien, hijo mío, excelente, excelente.
    -Finalmente, eminencia, en esta semana he hecho el amor con 37 mujeres.
    El obispo casi se cae de la silla y con ojos desorbitados pregunta:
    - Pero ¡hijo mío! ¡¿y el voto de castidad?!
    El curilla, asustado y con cara de perplejidad responde:
    - Pero... ¿no era voto de cantidad?
  4. Problemas de memorias Se encuentran dos amigos y dice uno al otro:
    - Oye qué tal te va con aquellos problemas que tenías de memoria. Totalmente curado, estoy como nuevo, de coña, tu.
    - ¿Y quien te ha curado?
    - Una eminencia.
    - ¿Podrías decirme su nombre, porque mi mujer tiene también problemas de memoria?
    - Claro, es el doctor,... como se llama hombre, el doctor .... ¿Cómo se llama esta montaña que está en Barcelona, que tiene una Virgen morena?
    Le contesta: - Montserrat.
    - El tío dirigiéndose a su mujer le dice: Oye Montserrat ¿Cómo se llama el médico que me ha curado?