Chistes de Empeorar

Estos son los 5 chistes de empeorar y más graciosos bromas sobre empeorar que matan de risa. Lea chistes acerca empeorar que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de empeorar para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre empeorar para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Una viejecita va al hospital. La enfermera le da una hoja de papel y le dice:
    - ¡Señora, escriba aquí cuántos años tiene!
    - ¿Quiere que escriba mi edad?
    - Eso mismo. Viendo que la anciana vacila, la enfermera suspira y le dice:
    - ¡Escriba, señora, escriba, que cuanto más tiempo pase, más empeorará la situación!
  2. Las tres hormigas Una noche estaban tres hormigas en el baño para acampar cada una se eligió un sitio: una de ellas en la ducha,otra en el lavamanos y finalmente otra en el váter.
    Al día siguiente,las tres hormigas fueron a reunirse para asegurarse de que cada una está bien y como lo pasó en su acampada.
    -¿Chicas estáis todas bien?-Preguntó una de ellas.
    -Estamos bien.-Dijo una.-No tenemos ningún rasguño y hemos dormido genial.
    -Habla por ti.-Dijo una muy enfadada.-Yo he dormido fatal y casi me mato.
    -¿Pero que te pasó,por qué dormiste tan mal y por qué casi te matas?.-Preguntó la primera.
    -Pues mira,es que me fui al retrete para dormir y de repente se puso a llover, se oían truenos,y cuando pensé que ya nada podía empeorar.¡Se me cayó un tronco super gigante que casi me mata!
  3. Sensaciones universales ante un examen.
    Llegada (demasiado temprano) al lugar del examen.
    Repaso compulsivo y totalmente infructuoso de los apuntes.
    Fase de cachondeo nervioso pre-examen.
    Entrada atemorizada al aula donde va a perpetrarse el examen.
    Reparto de las hojas para el examen ("¡¿Cinco hojas?!" dicen algunos).
    Reparto de las hojas de preguntas ("En algo tan pequeño no pueden caber muchas preguntas" dicen algunos infelices).
    Vuelta de la hoja y descubrimiento de que usan un tamaño de letra 5 o más pequeño.
    Carcajada histérica.
    Resoplidos varios y llevadas de manos a la cabeza automáticas.
    Descubrimiento de que con lo (poco) que se recuerda no se pueden contestar ni a la mitad de las cuestiones.
    Intentos vanos de copia (con el subsiguiente descubrimiento de que el de al lado tiene menos idea que vos).
    Fase de derrumbamiento, desesperación, impotencia y espera (ya que queda mal entregar el examen tras sólo diez minutos).
    Entrega del examen y huida del lugar del crimen.
    Fase de cachondeo nervioso post-examen.
    Fase de exclamación de palabras soeces y de índole sexual ("Me rompieron el ","me remataron", etc).
    Comparación de resultados (comprobando que no hay dos personas con las mismas respuestas, o mucho peor: todos coinciden menos vos. Típico).
    Fase de consulta compulsiva de los apuntes (cuyo único resultado es empeorar el estado de ánimo del consultante).
    Fase de declaración de principios:
    "Ya no voy más a... (Cálculo, Física, Algebra...)".
    Fase de negación ("¿Examen? ¿Qué examen? Yo no he hecho ningún examen").
    Fase depresiva post-traumática y elaboración de planes para eliminarla:
    "Necesito pegarle a alguien", "Necesito emborracharme".
  4. Había una vez un hombre perfecto que se encontró con una mujer perfecta, se hicieron novios y tuvieron una relación perfecta. Se casaron en un matrimonio perfecto y su relación siguió siendo perfecta. Un día de navidad, la pareja perfecta iba en su carro perfecto por la calle no tan perfecta, y se encontraron a Santa Claus sentado en la nieve porque su trineo se había dañado. La pareja perfecta subió a santa con todos sus juguetes al carro perfecto, y empezaron a repartir juguetes casa por casa, pero el tiempo empeoró y tuvieron un accidente, ¿quién de los 3 sobrevivió?
    La mujer perfecta, porque todos sabemos que no existe ese tal Santa Claus y tampoco existe ningún hombre perfecto.
  5. Sensaciones universales ante un examen.
    Llegada (demasiado temprano) al lugar del examen.
    Repaso compulsivo y totalmente infructuoso de los apuntes.
    Fase de cachondeo nervioso pre-examen.
    Entrada atemorizada al aula donde va a perpetrarse el examen.
    Reparto de las hojas para el examen ("¡¿Cinco hojas?!" dicen algunos).
    Reparto de las hojas de preguntas ("En algo tan pequeño no pueden caber muchas preguntas" dicen algunos infelices).
    Vuelta de la hoja y descubrimiento de que usan un tamaño de letra 5 o más pequeño.
    Carcajada histérica.
    Resoplidos varios y llevadas de manos a la cabeza automáticas.
    Descubrimiento de que con lo (poco) que se recuerda no se pueden contestar ni a la mitad de las cuestiones.
    Intentos vanos de copia (con el subsiguiente descubrimiento de que el de al lado tiene menos idea que vos).
    Fase de derrumbamiento, desesperación, impotencia y espera (ya que queda mal entregar el examen tras sólo diez minutos).
    Entrega del examen y huida del lugar del crimen.
    Fase de cachondeo nervioso post-examen.
    Fase de exclamación de palabras soeces y de índole sexual ("Me rompieron el ","me remataron", etc).
    Comparación de resultados (comprobando que no hay dos personas con las mismas respuestas, o mucho peor: todos coinciden menos vos. Típico).
    Fase de consulta compulsiva de los apuntes (cuyo único resultado es empeorar el estado de ánimo del consultante).
    Fase de declaración de principios: "Ya no voy más a... (Cálculo, Física, Algebra...)".
    Fase de negación ("¿Examen? ¿Qué examen? Yo no he hecho ningún examen").
    Fase depresiva post-traumática y elaboración de planes para eliminarla: "Necesito pegarle a alguien", "Necesito emborracharme".