Chistes de Exagerar

Estos son los 65 chistes de exagerar y más graciosos bromas sobre exagerar que matan de risa. Lea chistes acerca exagerar que sean buenos chistes para niños y amigos en español.

Tabla de contenidos


Los Mejores Chistes de Exagerar

Estos son nuestros mejores frases chistosas de exagerar. Diviértete con un buen bromas de exagerar en español con sencillo humor de exagerar y fotos para reir.

  1. Había dos hombres en el último piso de la estatua de la libertad y uno le dice al otro:
    Mira aquella mosca que va pasando por allá.
    Y el otro le dice:
    Yo no la veo, pero sí la escucho.
  2. El jefe de redacción del periódico anunció a su secretario:
    Hubo un terremoto en Szplkwzsjnbn, Polonia. Averigüe de inmediato cómo se llamaba la ciudad antes del sismo.
  3. Había una vez una mujer gorda, pero tan gorda, pero tan gorda, que cuando fue a guardar su foto en su computadora rompió el disco duro de la máquina.
  4. Están hablando dos compadres y uno le dice al otro:
    Compadre, esta mañana pasaron por el frente de mi casa 100 palomas.
    El otro le dice:
    ¿Mensajeras?
    ¡No compa, no le exagero!
  5. Un matrimonio de sordomudos estaba discutiendo, gesticulando y moviendo las manos de manera exagerada. En eso la mujer le dice con señas a su esposo:
    - No me grites, que no soy ciega!
  6. Había una vez una señora tan, pero tan presumida, que en vez de usar zapatos de piel de cocodrilo, usaba un cocodrilo en cada pie.
  7. Era una vez un hombre tan feo, tan feo, pero tan feo, que cada vez que la gente lo miraba, él les daba las gracias.
  8. Una mujer era tan gorda, pero tan gorda, que cuando murió la cremaron dos veces porque a la primera había quedado cruda.
  9. esto son dos amigos k se ven y le dice uno a otro:
    ayer vi 3000 palomas.

    el otro responde:mensageras?.
    y el amigo dice:no no t exagero.
  10. Un padre andaluz le dice a su hijo:
    - Te tengo dicho cuatro millones trescientas cincuenta y cinco mil veces que no seas exagerado
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Chistes Cortos de Exagerar

Un chiste cortos de exagerar breve puede contarse en casi cualquier momento o situación, puesto que no requiere de demasiado tiempo. Anécdotas cortas acerca de exagerar muy bueno y tienen garantizada la risa.

  1. Era una persona tan, pero tan miedosa, que cuando se veía al espejo gritaba.
  2. Era una señora tan vieja, pero tan vieja, que conoció a la sierra madre cuando era señorita.
  3. ¡Oye! ¿Qué hora es?
    Las doce.
    ¡Que tarde!
    Haberme preguntado antes.
  4. Era una mujer tan alta, tan alta, que tenía una nube en un ojo.
  5. Era un hombre tan pero tan feo, que asustaba hasta los ciegos.
  6. Era una vez un señor tan tacaño, exageradamente tacaño que no se paraba en el sol por no dar sombra.
  7. Me he comprado cien palomas.
    ¿Mensajeras?
    No, no te exagero nada.
  8. Era tan, pero tan tonto, que lo mandaron a comprar galletas de agua y no compró porque no llevaba envase.
  9. Era un delincuente tan gordo, tan gordo que la policía no lo podía rodear.
  10. Era un viejo tan, pero tan verde, que las vacas se lo comieron creyendo que era pasto.
  11. Este era un hombre tan guarro, tan guarro, tan guarro, que se rascó la muñeca y se encontró un reloj.
  12. Era un hombre tan flaco, pero tan flaquísimo, que cuando se puso un traje de mil rayas le sobraban 999.
  13. Era una señora tan chiquita, pero tan chiquita, que para pararse en el piso tenía que subirse en un banco.
  14. Era tan honrado, que cuando encontró un trabajo, lo devolvió.
  15. Había un tipo que era tan, tan feo, que cuando jugó la competencia de feos le hicieron control antidoping.
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Chistes de exagerar muy buenos y graciosos

Los chistes de exagerar para niños y para amigas muy buenos y graciosos siempre son un éxito en las fiestas. La risa está garantizada cuando se comparten estas exagerar bromas divertidas.

Era un tipo tan gordo, tan gordo, que era más fácil brincarlo que darle la vuelta.


Era un tipo tan feo, pero tan feo, que cuando comía limón, el limón hacia caras.
Era un tipo tan enano, pero tan enano, que cuando se sentaba en el suelo le colgaban los pies.

La mujer le dice a su esposo:
¿Supiste lo que le pasó a mi madre? ¿me estás escuchando?
En eso va donde el esposo, y le apaga la televisión, y la mujer le dice:
¡Elije la televisión o yo!
En eso el esposo le responde:
¿Qué canal?

Un amigo le dice a otro:
Oye comprade, no sabes nada que subieron la bencina otra vez.


A lo que el compadre le responde:
¿Y tú de qué te preocupas si no tienes auto?
Y él le responde:
No, pero tengo encendedor poh'.

Estaban dos compadres platicando entonces uno le dice:
¡Oiga compadre el otro día pasaron cien palomas por mi casa.
Entonces el otro compadre le dice: ¿Mensajeras?
Y el otro compadre le dice: No compadre no le exagero.

LA EXAGERADA

Después de hacer el amor, le dice la esposa al marido:
-Me has hecho la mujer más feliz del mundo.
-Exagerada.
-Bueno, de España.
-Exagerada.
-Vale, de la ciudad.
-Exagerada.
-Me pillaste. No lo pasé bien. ¿Echamos otro?¡¡Exagerada!!

Era un hombre tan flaco, pero tan flaco, que para ponerle una inyección se la tenían que poner a la carne del almuerzo.
Era un hombre tan flaco, pero tan flaco, que no tenía intestino grueso.
Era un hombre tan flaco, pero tan flaco, que cuando se pesaba la báscula le decía, móntese pues.

Amigos Leperos

Se encuentran dos leperos, amigos de la infancia, que hacía tiempo que no se veían.
- Que tal Juan ¿Y tú ahora a que te dedicas?
- Pues mira tengo una granja con 10.000 palomas
- ¿Mensajeras? Le pregunta el amigo
- A lo que juan le responde. No, no te exagero nada.

Un día al regresar de la oficina, mi hijo me aborda:
Papi, papi, esta tarde te vinieron a buscar como mil cobradores.
¡Te he dicho más de un millón quinientas setenta y nueve mil veces, que no seas, tan exagerado!
Días después me esperaba en la sala:
Papi, papi, ¿Tú estás a favor del desarme?
Claro, mijo.
¡Ah, es que, desarmé el computador!

Era una mujer tan pero tan bajita, que fue al hospital y no la dieron de alta.

Era una vez un señor tan rico, pero tan rico, que se lo comieron.

Era una mujer tan horrible que el otro día vio a una rata aplastada y le dijo al hijo:
Recemos, el abuelo Carlos se ha muerto.

Era un hombre, tan limpio, pero tan limpio, que cuando se bañaba limpiaba el jabón.

Era un tipo tan, pero tan bruto, que decidió ir a un concurso de la persona más bruta y perdió el concurso por bruto.

Más peligroso que un odontólogo con el mal de Parkinson...

Un amigo le dice al otro:
Sabes que me compré mil palomas.


El otro le pregunta:
¿Mensajeras?
No, no te exagero, ¡mil palomas!

La casa es tan chiquita
Tu casa es tan chiquita, pero tan chiquita, que cuando ordenan una pizza grande se la tienen que comer afuera.

Era una señora tan gorda, pero tan gorda, que cuando iba de compras y se subía a un taxi, su Angel de la Guarda se tenía que ir en otro taxi.

Era un hombre tan pobre, pero tan pobre, que la última vez que comió carne fue cuando se mordió la lengua.

Era una señora tan gorda, pero tan gorda, pero tan gorda, que cuando se caía de la cama, se caía para los dos lados.

Un empresario concurre a una consultoría y pregunta:
¿Cuánto cobran por realizar un estudio?
El consultor le responde:
Primero estructuramos el proyecto, y cobramos 5.000 dólares por contestar a 3 preguntas.
¿No es eso exageradamente caro?
Puede ser, ¿Y su tercera pregunta?

Había una señora tan gorda, pero tan gorda, que cuando le tomaban una foto decía: Continuará.

Había una vez un señora, muy, pero muy chica, que quería enfermarse a diario para que el doctor la diera de alta.

Era tan educado, tan educado, que cuando una mujer desde su coche alargaba la mano por la ventanilla para indicar que iba a la izquierda, que se acercaba rápidamente y se la besaba.

"¿Tienen pastillas para dejar de exagerar?"
"Si, ¿cuantas quieres?"
"Deme dos mil, por favor."

Una señora andaba buscando un perfume llamado Paloma Azul y llegó a una perfumeria y dijo:
¿Tiene Paloma Azul?
Y el perfumero le dijo:
¡Ni que fuera pitufo!

La paloma más cara del mundo

Se encuentran dos amigos:
– ¿Sabes? Hoy me he comprado una paloma que cuesta diez mil euros.
– ¿Mensajera?
– No no, no te exagero

Este era un hombre tan viejo, tan viejo, tan viejo, que cuando se murió el pobre hombre, el mar muerto estaba enfermo.

Esta es una familia tan pobre, tan pobre, que cuando entras a su casa y pisas una colilla, la madre pregunta:
¿Quién ha apagado la calefacción?

Era una tía tan gorda, tan gorda, que daba un salto en el aire y se quedaba atascada.

Era una mujer tan, pero tan gorda, que cuando quiere ir al cine se tiene que alquilar la sala.

Era un tipo tan vago, tan vago, tan vago, que llamó a los bomberos para que le apagaran la luz.

Había niño tan feo, tan feo, pero tan feo, que cuando nació el doctor lo lanzó al techo y le dijo a la madre:
Si se queda pegado en el techo es un tumor, y si vuela es un murciélago.

Manolo, me han regalado mil palomas.
¿Mensajeras?
No, no te exagero, mil palomas.

Era tan educada, pero tan educada la señora que al abrir una lata de atún decía:
¿Se puede?

Era un hombre tan, tan, tan, pero tan alto, que en vez de tomar café con leche, tomaba café con Dios.

Llega un niño de la escuela, va con su papá y le dice:
Papá, hoy en la escuela escribí como 3.

597 hojas.
Y el papá le contesta:
¡Ay hijo, te he dicho 1.756.934 veces que no seas tan exagerado!

Un codicioso estaba hablando con Dios y le pregunta:
- Dios, ¿Cuánto es para ti mil años?
Y Dios le contesta:
- Un segundo.
- ¿Y un millón de pesos?.
Y Dios le contesta:
- Un centavo.
Entonces el codicioso le dice: ¿Me das un un centavo?.
A lo que Dios le contesta:
- Espérate un segundo.

Era un hombre tan bueno, tan bueno, pero tan bueno, que subió al cielo sin haber muerto.

Esta era una señora tan gorda, tan gorda, tan gorda, que una vez se hizo un vestido de flores y se acabó la primavera.

Era una casa tan chiquita, pero tan chiquita, que cuando llevaron un cuadro de la Santa Cena, los apóstoles se quedaron afuera.

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Los chistes son una forma popular de entretenimiento que típicamente consta de una anécdota o historia cómica con un final sorpresivo y gracioso. Existen muchos géneros de chistes, como los chistes de niños, los chistes de adultos, entre otros. El propósito principal de los chistes es provocar risa, normalmente atravesando conceptos o situaciones comunes en la vida de una manera humorística y a menudo irónica. La habilidad de contar chistes y hacer reír a las personas es una gran forma de romper el hielo y de conectar con los demás.

chistes de exagerar

Contar chistes de exagerar es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.