Chistes de Enviudar

Estos son los 4 chistes de enviudar y más graciosos bromas sobre enviudar que matan de risa. Lea chistes acerca enviudar que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de enviudar para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre enviudar para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Dos viudas en un cementerio, una llorando desconsoladamente y otra toda feliz poniendo flores. En esto dice la desconsolada:
    - Señora ¿Cuanto hace que enviudó?
    - Pues hace 2 meses, y usted?
    - Pues yo hace 3 años, ¿Cómo es que ha superado la pena tan rápido?
    - Hay querida, porque despues de muchos años se donde está y quien se lo está comiendo...
  2. Dos viudas se encuentran en un cementerio, una muy feliz limpiando la lápida de su marido y cantando como loca y la otra muy triste y llorando a mares.
    Al rato, la desconsolada mira a la contenta y le pregunta:
    Ay, señora, ¿Cuanto tiempo hace que enviudo?
    Una semana - respondió en tono alegre la otra.
    Y, ¿Como hace para estar tan feliz si yo llevo tres años y no he podido superar esta pena?
    porque después de muchos años, es la primera vez que se donde esta y quien se lo esta comiendo.
  3. Muy feliz limpiando la lapida
    Se encuentran dos viudas en un cementerio una muy feliz limpiando la lapida de su marido y cantando como loca.
    La otra muy triste a llanto tendido.
    Al rato, la desconsolada mira a la contenta y le pregunta:
    - Ay, señora, cuanto tiempo hace que enviudo?
    - Seis meses - respondió en tono alegre la otra.
    - Y, ¿Cómo hace para estar tan feliz si yo llevo 3 años y no he podido superar esta pena?
    - Ay mijita! porque después de muchos años, es la primera vez que sé dónde está y quién se lo está comiendo!
  4. Dos viudas Se encuentran dos viudas en un cementerio; una muy feliz limpiando la lápida de su marido y cantando como loca.
    La otra muy triste, llorando desconsoladamente...
    Al rato, la desconsolada mira a la contenta y le pregunta:
    - ¡Ay, señora!, ¿cuánto tiempo hace que enviudó?
    - Seis meses, respondió en tono alegre la otra.
    - Y ¿cómo hace para estar tan feliz si yo llevo 3 años y no he podido superar esta pena?
    - ¡Ay, hija mía! porque después de muchos años, es la primera vez que sé dónde está y quién se lo está comiendo.