Chistes de Evaluación

Estos son los 5 chistes de evaluación y más graciosos bromas sobre evaluación que matan de risa. Lea chistes acerca evaluación que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de evaluación para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre evaluación para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. ¿Quien evalua a los médicos? Un médico que se encuentra a otro en el cementerio y le pregunta:
    - ¿Qué haces tu por aquí, no deberías estar trabajando a estas horas?
    - Estoy trabajando lo que pasa es que hoy hacemos la evaluación de como ha ido la semana.
  2. Llegan las vacaciones de navidad y las notas tras la evaluación. Entre un ministro y su hijo:
    - ¿Has salido bien de los exámenes?
    - Sí, papá, me han dado sobresaliente.
    - ¿Y qué te han preguntado?
    - Que si era hijo tuyo.
  3. Jaimito esta haciendo los deberes, pero tiene dudas, va y le pregunta a su padre:
    - Papá, papa donde esta Rusia.
    - Eso pregúntaselo a tu mama, que es la que ordena la casa.
    - La madre de jamito, dice:
    - Vamos a la peluquería
    - No es que no tengo ganas, dice Jaimito.
    - Pero jaimito por que tienes miedo de ir a la peluquería.
    - Por que hay una crema que te quita diez años y yo solo tengo siete.
    Niños!!!; ¿Sabéis cual es la diferencia entre el papel higiénico y la cortina de la ducha?
    - Hum ...pues no, dice Jaimito
    - ¡Ah! con que fuiste tu, ¿eh?
    A ver niños, si yo digo "Estoy buscando marido", ¿En qué tiempo estoy hablando? Jaimito levanta la mano y dice:
    - Tiempo perdido, maestra.
    El profesor da las nota luego de la evaluación:
    - Luisito un diez.
    - Pedrito un ocho.
    - Juanito un seis.
    - Jaimito un cero.
    - Oiga profesor, ¿Y por qué a mí un cero?
    - Porque has copiado el examen de Pedrito.
    -¿ Y usted cómo lo sabe?
    - Porque las cuatro primeras preguntas, están iguales, y en la última pregunta Pedrito respondió: "Esa, no me la sé" y tu has puesto: "Yo tampoco".
    Jaimito esta haciendo c**... en un árbol y entonces, vienen dos monjas y a Jaimito no le da tiempo a subirse los pantalones, y para esconderse se sube a un árbol.
    Se tira un pedete y la monja mira para arriba y exclama:
    - Serán naranjas y la otra contesta:
    - Serán limones;
    - Ni son naranjas, ni son limones son las bolsas de mis cojines, dice Jaimito.
    La profesora le dice a los niños:
    Mañana tenéis que traer tres cosas para curar;
    - Va, Antonio, trae algodón;
    - Quién te lo a dado? - mi padre
    - Para que sirve: para tapar las heridas¿Qué te ha dicho? - que es muy bueno para acompañar con agua oxigenada
    Va, cristina:
    Trae agua oxigenada.
    - ¿Quién te lo a dado?
    - Mi padre.
    - Para que sirve: para desinfectar las heridas.
    - ¿Qué te ha dicho? - que es muy bueno para acompañar con el algodón
    Va, Jaimito:
    Dos bombas de oxigeno.
    - ¿Quién te lo a dado?
    - Mi abuelo
    ¿Qué te ha dicho?
    - ****, ****...
  4. Se acercaba la fecha para evaluación final de inglés en la facultad, como muchos de los exámenes universitarios, su principal objetivo era eliminar a los que no llegaban al promedio exigido.
    El examen duraba dos horas y cada estudiante recibió su correspondiente hoja de examen con las preguntas.
    El profesor era muy recto y severo, catedrático a la antigua usanza, y le dijo a toda la clase que si el examen no estaba sobre su mesa después de dos horas exactamente, no se aceptaría, y el estudiante sería suspendido.
    Media hora después de empezar el examen, un estudiante entró por la puerta y le pidió una hoja de examen al profesor:
    – No va a tener tiempo usted para terminarlo, dijo el profesor al dársela.
    – Sí que lo terminaré, contestó el estudiante. Se sentó y empezó a escribir.
    Después de dos horas, el profesor pidió los exámenes, y los estudiantes, en forma ordenada entregaron sus evaluaciones.
    Todos menos el que había llegado tarde, que continuó escribiendo como si nada pasase.
    Después de otra media hora, este último estudiante se acercó a la mesa donde se encontraba el profesor sentado leyendo un libro.
    En el instante en que intentó poner su examen encima del montón, dijo el profesor al alumno:
    – Ni lo intente. No puedo aceptar eso. Ha terminado tarde.
    El estudiante lo miró furioso e incrédulo.
    – ¿Sabe quién soy? -le preguntó-.
    – No, no tengo ni la menor idea -contestó el profesor en tono de voz sarcástico-.
    – ¿Sabe quién soy? -preguntó nuevamente el estudiante, apuntándose a su propio pecho con su dedo, y acercándose de manera intimidante-.
    – No, y no me importa en absoluto -contestó el profesor con un aire de superioridad
    En ese momento, el estudiante cogió rápidamente su examen y lo metió en medio del montón, entre todos los demás.
    – ¡Extraordinario! -exclamó-. Y se marchó
  5. El profesor da las nota luego de la evaluación:
    - Luisito un diez.

    - Pedrito un ocho.
    - Juanito un seis.
    - Jaimito un cero.
    - Oiga profesor, ¿Y por qué a mí un cero?
    - Porque has copiado el examen de Pedrito.
    - ¿Y usted cómo lo sabe?
    - Porque las cuatro primeras preguntas, están iguales, y en la última pregunta Pedrito respondió: "Esa, no me la sé" y tu has puesto: "Yo tampoco".