Chistes de Gestión

Estos son los 5 chistes de gestión y más graciosos bromas sobre gestión que matan de risa. Lea chistes acerca gestión que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de gestión para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre gestión para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. El sueldo del mes Una empresa entendió que había llegado el momento de cambiar el estilo de gestión y contrató un nuevo gerente general. El nuevo gerente vino con la determinación de hacer cambios y hacer la empresa más productiva.
    El primer día, acompañado por sus principales colaboradores, hizo una inspección en la empresa. En la planta todos estaban trabajando, pero un muchacho estaba recostado contra la pared con las manos en los bolsillos.
    Viendo una buena oportunidad para dejar bien clara su filosofía de trabajo, el nuevo gerente le preguntó al joven:
    - ¿Cuánto gana usted por mes?
    - Cuatrocientos euros señor, ¿por qué? - respondió el muchacho sin saber de qué se trataba.
    El gerente sacó 400€ del bolsillo y se los entregó al joven, diciendo:
    - Aquí está el sueldo de este mes. Ahora desaparezca y ¡no vuelva nunca más!
    El joven guardó el dinero y se fue, de acuerdo a las órdenes recibidas.
    El gerente entonces, orgulloso, pregunta a un grupo de operarios:
    - ¿Alguno de ustedes puede decirme qué hacía ese joven?
    - Sí, señor - respondieron atónitos los operarios.- Vino a entregar una pizza...
  2. Una chica informatica dejando a su novio
    - Es en estos momentos en los que mi vida experimenta terribles fluctuaciones de red, cuando me veo en la obligación de decirte adiós y desinstalarte de mi sistema.
    - Me cuesta mucho, créeme, pues para borrarte de mi disco duro necesitare mucho mas que un par de formateos a bajo nivel.
    - Desde el primer día en que te vi, ya tu versión trial dejo huella en mi de lo que adivine como una arquitectura interna realmente interesante y tierna. ¿Por qué lo
    voy a negar?
    - Lo atractiva de tu interfase me dijo desde el primer momento que no encontraría una aplicación como tu, con un diseño interno tan hermoso y con ese "joystick" que luces y sobre el que tanto me gusta hacer "click".
    - Pero de un tiempo a esta parte te habrás dado cuenta de que nuestra interactividad no es lo que era, en todos los aspectos. Hay que admitirlo: usamos diferentes protocolos. Y, en fin, hay parejas que arreglan muchas de esas diferencias mediante el compartir el hardware, pero en los últimos meses te convertiste en un sistema cerrado que no aceptaba mi login.
    - Soy una mujer! Nuestra vida en común tenia como punto básico el que me aseguraste ser multitarea: tu cuidarías mi core, y alimentarías mi slot y yo cuidaría nuestras homepages, haría la comida y llevaría a cabo la gestión de los recursos del sistema.
    - Esa condición era de solo-lectura. Como he podido comprobar, no eres mejor que cualquier beta en ese sentido y no cumples lo que prometes. !Yo no soy ninguna demo y pido lo mismo a cambio!
    - ¡Y yo nunca me he quedado colgada cuando me pedías que hiciera todos los "documentos" en start-office! Si no estabas de acuerdo con los términos de la licencia, no deberías haber hecho clic en 'NEXT', por varias veces consecutivas.
    - Creí que eras un Unix sólido y te quedaste colgado en el momento crucial. Me siento pirateada, crackeada, con un virus que ha destruido gran parte de mi data y quiero formatear e instalar desde cero.
    - No niego que hayamos tenido buenas sesiones (con o sin red) pero lo nuestro se acabo. Tal vez algún día, si me presentas una versión muy mejorada, podamos volver a intentarlo. Pero hasta entonces, trabajare otros formatos hasta dar con aquel que llene mi core interno.
    - Sé que con tu interfase ya debes tener a una usuaria interesada en comprar tus derechos. Espero que no te resulte difícil la actualización, y que comprendas la razón de nuestra incompatibilidad.
  3. Una chica informatica dejando a su novio
    - Es en estos momentos en los que mi vida experimenta terribles fluctuaciones de red, cuando me veo en la obligación de decirte adiós y desinstalarte de mi sistema.
    - Me cuesta mucho, créeme, pues para borrarte de mi disco duro necesitare mucho mas que un par de formateos a bajo nivel.
    - Desde el primer día en que te vi, ya tu versión trial dejo huella en mi de lo que adivine como una arquitectura interna realmente interesante y tierna. ¿Por qué lo
    voy a negar?
    - Lo atractiva de tu interfase me dijo desde el primer momento que no encontraría una aplicación como tu, con un diseño interno tan hermoso y con ese "joystick" que luces y sobre el que tanto me gusta hacer "click".
    - Pero de un tiempo a esta parte te habrás dado cuenta de que nuestra interactividad no es lo que era, en todos los aspectos. Hay que admitirlo: usamos diferentes protocolos. Y, en fin, hay parejas que arreglan muchas de esas diferencias mediante el compartir el hardware, pero en los últimos meses te convertiste en un sistema cerrado que no aceptaba mi login.
    - Soy una mujer! Nuestra vida en común tenia como punto básico el que me aseguraste ser multitarea: tu cuidarías mi core, y alimentarías mi slot y yo cuidaría nuestras homepages, haría la comida y llevaría a cabo la gestión de los recursos del sistema.
    - Esa condición era de solo-lectura. Como he podido comprobar, no eres mejor que cualquier beta en ese sentido y no cumples lo que prometes. !Yo no soy ninguna demo y pido lo mismo a cambio!
    - ¡Y yo nunca me he quedado colgada cuando me pedías que hiciera todos los "documentos" en start-office! Si no estabas de acuerdo con los términos de la licencia, no deberías haber hecho clic en 'NEXT', por varias veces consecutivas.
    - Creí que eras un Unix sólido y te quedaste colgado en el momento crucial. Me siento pirateada, crackeada, con un virus que ha destruido gran parte de mi data y quiero formatear e instalar desde cero.
    - No niego que hayamos tenido buenas sesiones (con o sin red) pero lo nuestro se acabo. Tal vez algún día, si me presentas una versión muy mejorada, podamos volver a intentarlo. Pero hasta entonces, trabajare otros formatos hasta dar con aquel que llene mi core interno.
    - Sé que con tu interfase ya debes tener a una usuaria interesada en comprar tus derechos. Espero que no te resulte difícil la actualización, y que comprendas la razón de nuestra incompatibilidad.
  4. Todos los días, muy temprano llegaba a su empresa la hormiga productiva y feliz. Allí pasaba sus días, trabajando y tarareando una antigua canción de amor. Ella era productiva y feliz, pero ¡ay!, no era supervisada.
    El abejorro gerente general consideró que ello no era posible, así que se creó el puesto de supervisor, para el cual contrataron a un escarabajo con mucha experiencia. La primera preocupación del escarabajo supervisor fue organizar la hora de llegada y de salida y también preparó hermosos informes.
    Pronto fue necesario contar con una secretaria para que ayudara a preparar los informes, así que contrataron una arañita que organizó los archivos y se encargó del teléfono. Mientras tanto la hormiga productiva feliz trabajaba y trabajaba.
    El abejorro gerente estaba encantado con los informes del escarabajo supervisor, así que pidió cuadros comparativos y gráficos, indicadores de gestión y análisis de tendencias.
    Entonces fue necesario contratar una abeja ayudante para el supervisor y fue indispensable un nuevo computador con impresora a color. Pronto la hormiga productiva y feliz dejó de tararear sus melodías y comenzó a quejarse de todo el papeleo que había que hacer ahora. El abejorro gerente, entonces, consideró que era momento de adoptar medidas.
    Así crearon el cargo de Gerente del Área donde trabajaba la hormiga productiva y feliz. El cargo fue para una libélula que alfombró su oficina e hizo adquirir un sillón especial . El nuevo gerente necesitó, claro está, un nuevo computador y, cuando se tiene más de un computador, hay que tener una red local.
    El nuevo gerente pronto necesitó un asistente (que había sido su ayudante en la empresa anterior), para que le ayudara a preparar el plan estratégico y el presupuesto para el área donde trabajaba la hormiga productiva y feliz.

    La hormiga ya no tarareaba sus viejas melodías y cada vez se le notaba más irascible. "Vamos a tener que contratar un estudio de clima laboral un día de estos" dijo la libélula. Pero un día el gerente general, al revisar las cifras, se dio cuenta que la unidad de negocios (donde trabajaba la hormiga productiva y feliz) ya no era tan rentable como antes.
    Así que contrató al búho, prestigioso consultor, para que hiciera un diagnóstico. El búho estuvo tres meses en la empresa y pronto emitió un sesudo informe:
    "Hay demasiada gente en este departamento ..." Así el gerente general siguió el consejo del consultor y ... despidió a la hormiga productiva y feliz.
    Moraleja: Si eres hormiga productiva y feliz, instala tu propia empresa.
  5. Batallitas del jubilado Un jubilado comenta:
    La gente que todavía trabaja me pregunta a menudo que qué hago diariamente, ahora que estoy retirado...
    Pues bien, por ejemplo, el otro día fui al centro y entré en Correos a recoger un paquete que me había llegado, sin tardar en la gestión ni cinco minutos.
    Cuando salí y llegué al coche que estaba en la puerta, un Policía Local estaba rellenando una multa por estacionamiento prohibido.
    Rápidamente me acerqué a él y le dije:
    - ¡Vaya hombre, no he tardado ni cinco minutos...! Dios le recompensaría si hiciera un pequeño gesto para con los jubilados...
    Me ignoró olímpicamente y continuó llenando la infracción.
    La verdad es que me pasé un poco y le dije que no tenía vergüenza. Me miró fríamente y empezó a llenar otra infracción alegando que, además, el vehíc**... no traía yo no sé qué calcomanía de la ITV. Entonces levanté la voz para decirle que me había percatado de que estaba tratando con un capullo, y que cómo le habían dejado entrar en la Policía...
    Él acabó con la segunda infracción, la colocó debajo del limpiaparabrisas, y empezó con una tercera.
    No me achiqué y estuve así durante unos 20 minutos llamándole de todo.
    Él, a cada insulto, respondía con una nueva infracción. Con cada infracción que llenaba, se le dibujaba una sonrisa que reflejaba la satisfacción de la venganza...
    Después de la enésima infracción... le dije:
    - Lo siento. Lo tengo que dejar, porque... ¡Ahí viene mi autobús!
    Y es que desde mi jubilación, ensayo cada día cómo divertirme un poco. Es importante hacer algo a mi edad, para no aburrirme.