Chistes de Guinar Ojo

Estos son los 11 chistes de guinar ojo y más graciosos bromas sobre guinar ojo que matan de risa. Lea chistes acerca guinar ojo que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de guinar ojo para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre guinar ojo para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. - Tu novia me guiñó el ojo en Halloween.
    - Es un tic.
    - Pensé que le gustava mi disfraz de telaraña y me la tiré.
    - ¿Te la qué?
    - Telaraña
  2. Un gitano viaja en el metro, y un pollito que lleva escondido en el bolsillo del pantalón saca la cabeza por la bragueta. Una chica lo ve y dice a su amiga:
    - ¡Fíjate, fíjate! muchas veces he visto una cosa así, pero es la primera vez que me guiña un ojo...
  3. Un chico se acerca a una chica en una fiesta y guiñándole el ojo le pregunta:
    ¿Bailas cariño?

    Y la chica le responde:
    Lo siento, estoy pedida.
    Y el chico replica:
    Bueno, pues cuando se te pase la peste me llamas.
  4. Eran 2 amigos que estaban tomando algo cuando 1 se confiesa al otro:
    - Verás, tu mujer me ha guiñado un ojo.
    - , no te preocupes, no es nada, lo cierto es que tiene un tic.
    - Ah vaya, pues yo ya me la he tirado.
  5. Gallego guiña un ojo Si un gallego te guiña un ojo, ¿es un galleguiño?
  6. Un hombre va a hacerse unas pruebas para la tele y tiene un tic nervioso que le hace guiñar un ojo continuamente:
    - Pero ¿cómo quiere que le contratemos así?
    - No, si se me pasa con una aspirina, espere, que tengo por aquí una en el bolsillo...
    El tipo sé hurga los bolsillos y empieza a sacar cajas de preservativos de 10, de 15, de 20, y de todas las marcas posibles.
    - Parece que a usted le va bien con las mujeres...
    - ¡Ni ahí!.
    - ¿Y entonces todo esto?
    - ¿Ha probado usted alguna vez a entrar en una farmacia y pedir una caja de aspirinas guiñando un ojo?
  7. Un hombre que tiene un tic nervioso que le hace guiñar un ojo, pide trabajo como vendedor en una agencia de viajes.
    - Según su currículum, veo que usted está más que cualificado para este trabajo - dice el jefe de personal - pero, desgraciadamente, no podemos contratar a un vendedor que esté constantemente guiñando el ojo a los clientes.
    - Pero espere - dice el hombre- si me tomo dos aspirinas dejo de guiñar el ojo.
    - Muéstreme - dice el jefe de personal.
    Entonces el hombre se mete la mano en el bolsillo del pantalón y saca una cantidad enorme de condones de todas formas y colores, finalmente encuentra un par de aspirinas y al ratito de tomarlas deja de guiñar el ojo.
    - Es excelente que haya dejado de guiñar el ojo - dice el jefe -, pero no podemos tener vendedores que sean unos mujeriegos.
    - ¿Qué quiere decir? - pregunta el hombre -, yo estoy felizmente casado.
    - ¿Y cómo explica todos esos condones?, dice el jefe.
    - Ah, eso ... - dice el hombre - haga usted la prueba de ir a una farmacia y pedir aspirinas guiñando el ojo?
  8. Un tío va a hacerse unas pruebas para la tele y tiene un tic nervioso que le hace guiñar un ojo continuamente.
    - Pero hombre, ¿cómo quiere que le contratemos así?
    - No, si se me pasa con una aspirina, espere, que tengo por aquí una
    en el bolsillo...
    El tío se urga los bolsillos y empieza a sacar cajas de preservativos de 10, de 15, de 20, y de todas las marcas posibles.
    - Parece que a usted le va bien con las mujeres.
    - ¡Que vá! Si ligo menos que el Santi.
    - ¿Y entonces todo esto?
    - ¿Ha probado usted alguna vez a entrar en una farmacia y pedir una caja de aspirinas guiñando un ojo?
  9. Un hombre se sienta en un tren frente a una voluptuosa rubia que lleva una pequeña minifalda puesta. Aunque quisiera, no era capaz de retirar su mirada de los muslos de ella. Como era de esperar, se da cuenta de que va sin ropa interior.
    La rubia se da cuenta de que el la mira ahí, y le dice:
    - ¿Me estás mirando la vagina?
    - Si, disculpa.
    Responde el hombre, tras quitar su mirada.
    - Está bien -responde la mujer- Es muy talentosa, mira esto, voy a hacer que mi vagina te mande un beso.
    Increíblemente, la vagina le manda un beso. El hombre, totalmente asombrado, pregunta que otra cosa puede hacer.
    - Puedo también hacer que te guiñe un ojo, dice la mujer.
    El hombre mira asombrado como la vagina le hace un guiño.
    - Ven y siéntate al lado mío.
    Sugiere la excitada mujer.
    El hombre se sienta a su lado y ella le pregunta:
    - ¿Quieres meter un par de dedos ahí?
    Paralizado de asombro, el hombre responde:
    - ¡No me jodas que también silba!
  10. Actor con un tic Un tío va a hacerse unas pruebas para la tele y tiene un tic nervioso que le hace guiñar un ojo continuamente.
    - Pero hombre, ¿cómo quiere que le contratemos así?
    - No, si se me pasa con una aspirina, espere, que tengo por aquí una en el bolsillo....
    El tío se hurga los bolsillos y intentando encontrar las aspirinas saca cajas de preservativos de 10, de 15, de 20, de todas las marcas posibles.
    - Parece que a usted le va bien con las mujeres, ¿eh?.
    - ¡Que va! Si ligo menos que nadie.
    - ¿Y entonces todo esto?
    - ¿Ha probado usted alguna vez a entrar en una farmacia y pedir una caja de aspirinas guiñando un ojo?
  11. Un chico de 18 años, un poco estúpido, dice a su padre:
    - Una señorita me ha guiñado un ojo y me ha invitado a tomar algo.
    - Sí, hijo...
    - Papá, es que también me ha invitado a su casa. ¿Voy?
    - Sí, hijo.
    - Papi, y si me invita a meterme en la cama, con ella, para hacer el amor... ¿eso cómo se hace?
    - Es muy sencillo: sólo tienes que meter tu miembro en la parte donde ella hace pipí. Al otro día...
    - ¡Papá, he tenido un gran problema... Tuvo que venir el fontanero para sacarme el miembro del inodoro!



chistes de guinar ojo

Contar chistes de guinar ojo es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.