Chistes de Heladería

Estos son los 13 chistes de heladería y más graciosos bromas sobre heladería que matan de risa. Lea chistes acerca heladería que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de heladería para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre heladería para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. entra una rubia a una heladería, pide un helado y el dependiente le pregunta de que sabor lo quiere. La rubia le contesta:
    - da igual, porque se me va ha caer.
  2. ¿Cuál es la monja más fuerte?
    Sor zenegger (Schwarzenegger)
    ¿Y la más bruja?
    Sor Tilegio
    ¿Y la que tiene una joyería?
    Sor Tija
    ¿Y la que tiene una heladería?
    Sor Bete
    ¿Y la que menos oye, pero la más generosa?
    Sor Da
    ¿Y la que tiene más suerte?
    Sor Teo
    ¿Y la que está en la cárcel?
    Sor Presa
  3. Esto es un señor ke va a una heladería y le dice: tiene helado de pistacho? le dice el señor de la heladería: no. Va el hombre al siguiente día y le dice: tiene helado de pistacho? dice el hombre de la heladería: no. Va el siguiente día y le dice: tiene helado de pistacho? le dice el de la heladería: si. Dice el hombre: pos ke asco :)
  4. Entra un tonto en un heladeria , me pone un helao y le contesta el heladero de que sabor , me da igual me va a caer .
  5. Este es un niño con sindrome de down que va a una heladeria y pide un helado y le dice el heladero .
    ¿De que sabor lo quieres? y el niño dice:
    Da igual se me va a caer.
  6. Va un atlante a una heladería y le dice al tendero con voz gangosa:
    ¿Me da usted un helado?

    A lo que éste le responde:
    ¿De qué sabor, majo?
    Y el atlante agitando las manos le dice:
    Me da lo mismo, si igual se me va a caer.
  7. Helados Un mongolo que va a una heladería:
    -Me pone un helado?
    -De qué sabor?
    -Da igual, si se me va a caer
  8. -¿Cuál es la monja más fuerte?-
    -Sor zenegger (Schwarzenegger)-
    -¿Y la más bruja?-
    -Sor Tilegio-
    -¿Y la que tiene una joyería?-
    -Sor Tija-
    -¿Y la que tiene una heladería?-
    -Sor Bete-
    -¿Y la que menos oye, pero la más generosa?-
    -Sor Da-
    -¿Y la que tiene más suerte?-
    -Sor Teo-
    -¿Y la que está en la cárcel?-
    -Sor Presa-
  9. Era un grupo de chicos sentados en el banco y pasan 2 monjas. Dice uno -Las conozco, una tiene una heladería y otra estuvo en la cárcel.
    - ¿Cómo sabes tú eso?
    - Porque una es Sor Bete, y la otra Sor Presa.
  10. Era una vez un niño que todo le salía mal, era tan desafortunado, que una vez fue a una heladería, pidió un helado y el empleado le pregunta qué sabor quería y contestó:
    Da igual, si de todos modos se me va a caer.
  11. Pura lógica Está Jaimito en clase y le dice la profesora:
    -Jaimito si hay 3 pájaros en un alambre y pegas un tiro y matas a 1, ¿cuántos pájaros quedan?
    -Ninguno.
    A ver Jaimito si matas a 1 de 3 pájaros te quedarán 2.-dice la profesora.
    -No señorita si pegas 1 tiro y matas a 1 los otros se van volando por lo que no queda ninguno.
    -La respuesta no es correcta pero me gusta tu lógica.
    Al día siguiente llega Jaimito a clase y le dice a la profesora:
    -Señorita, si entran 3 mujeres en una heladería y piden 3 helados, una de ellas lo lame, otra lo chupa y otra lo muerde. ¿Cuál está casada?
    A lo que la profesora responde:
    -La que lo chupa.
    Y le contesta Jaimito:
    -No señorita la que tiene el anillo en el dedo, pero me gusta su lógica.
  12. - Esposa: ¿A dónde vas?
    + Marido: Salgo un rato.
    - ¿Te vas con el auto?
    + Sí.
    - ¿Tienes bencina?
    + Sí, ya le puse.
    - ¿Vas a tardar mucho?
    + No mucho.
    - ¿A dónde vas?
    + No sé, por ahí. A dar una vuelta.
    - ¿Y no prefieres ir caminando?
    + No, voy con el auto.
    - ¿Me traes un helado?
    + ¿De qué sabor?
    - De chocolate.
    + Bueno, voy a la vuelta por la heladería y te traigo.
    - ¿A la vuelta?
    + Y si no, se derrite.
    - ¿Por qué no vas ahora, vuelves y me lo dejas?
    + Mejor a la vuelta, va a ser mejor.
    - Ya...
    + Cuando vuelvo tomamos el helado juntos.
    - Pero a ti no te gusta el chocolate.
    + Me compro otro.
    - ¡Trae de vainilla!
    + Tampoco me gusta la vainilla.
    - Entonces de frutilla, que nos gusta a los dos.
    + OK. Besos, vuelvo en un rato.
    - Mijito.
    + ¿Qué?
    - Mejor frutilla no. Trae limón.
    + ¡No me gusta el limón!
    - Entonces traeme chocolate a mí y para ti lo que quieras.
    + Fue lo que dije al principio.
    - ¿Estás siendo irónico?
    + No, me voy.
    -¡Dame un beso!
    + Bueno... (beso)
    - ¿Vas con tu auto o con el mío?
    + Con el mío.
    - Usa el mío, tiene CD. El tuyo no.
    + No voy a oír música, voy a despejarme un poco.
    - ¿Necesitas despejarte?
    + No sé, cuando salga te digo.
    - ¡No tardes!
    + No tardo... (abre la puerta).
    - Amor...
    + ¿Y ahora qué...?
    - ¡Qué grosero! ¡Mejor ándate!
    + Estoy intentando irme y no me dejas.
    - ¿Por qué tienes que ir solo? ¿Te vas a encontrar con alguien?
    + ¿Qué quieres decir?
    - Nada.
    + (Cariñoso) ¿Creés que te estoy engañando con alguien?
    - No... claro que no... pero tú sabes cómo son.
    + ¿Cómo son quiénes?
    - ¡Los hombres!
    + ¿Estás generalizando o estás hablando de mí?
    - Estoy generalizando.
    + Entonces no se aplica a mí. Sabes que no te haría algo así.
    - Ya, bueno. Anda entonces.
    + Me fui.
    - Espera.
    + ¡Ay por Dios! ¡¿Qué?!
    - Llévate el celular, ¿quieres?
    + ¿Para qué? ¿Para que me estés llamando a cada rato?
    - No. Por si pasa algo.
    + No te preocupes.
    - Perdóname por la desconfianza. ¡Es que te extraño!
    + Está bien. No quise contestarte así. Te amo.
    - ¡Yo también!
    - ¿Puedo usar tu celular?
    + ¿Para qué?
    - Es que me gustan unos jueguitos.
    + ¿Quieres mi celular para jugar?
    - Sí.
    + Usa la computadora, hay un montón de juegos ahí.
    - No entiendo ese aparato...
    + ¿Y para qué me hiciste que te la comprara el mes pasado?
    - No importa. Llévate el celular porque si no, lo voy a usar.
    + Úsalo, no hay nada importante en él.
    - ¿Sí?
    + Sí.
    - ¿Dónde está?
    + ¿Qué cosa?
    - ¡Lo que debería estar en el celular y no está!
    + ¿Qué?
    - ¡Nada! ¡Olvídalo!
    + ¿Estás nerviosa?
    - No, no estoy.
    + Entonces me voy.
    - Lo último…
    + -¿¿¡¡QuééééÉÉÉÉ!!??
    - ¡No quiero más el helado!
    + ¿Ah no?
    - ¡No!
    + ¡Entonces yo no voy a salir!
    - ¿Ah no?
    + ¡No!
    - ¿Entonces te quedas conmigo?
    + No, me aburriste. ¡Me voy a dormir!
    - ¿Estás nervioso?
    + ¡Sí!
    - ¿Y por qué no te vas a dar una vuelta para despejarte?
  13. Está Jaimito en clase y le dice la profesora:
    - Jaimito si hay 3 pájaros en un alambre y pegas un tiro y matas a 1, ¿cuántos pájaros quedan?
    A lo que responde Jaimito:
    -Ninguno.
    - A ver Jaimito si matas a 1 de 3 pájaros te quedarán 2.-dice la profesora.
    Pero Jaimito le contesta diciendo:
    - No señorita si pegas 1 tiro y matas a 1 los otros se van volando por lo que no queda ninguno.
    Entonces dice la profesora:
    - La respuesta no es correcta pero me gusta tu lógica.
    Al día siguiente llega Jaimito a clase y le dice a la profesora:
    - Señorita, si entran 3 mujeres en una heladería y piden 3 helados una de ellas lo lame, otra lo chupa y otra lo muerde. ¿Cuál está casada?
    A lo que la profesora responde:
    - La que lo chupa.
    Y le contesta Jaimito:
    - No señorita la que tiene el anillo en el dedo, pero me gusta su lógica.



chistes de heladería

Contar chistes de heladería es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.