Chistes de Ingenuidad

Estos son los 12 chistes de ingenuidad y más graciosos bromas sobre ingenuidad que matan de risa. Lea chistes acerca ingenuidad que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de ingenuidad para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre ingenuidad para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Mamá, mamá, en el colegio me llaman ingenua.
    No hija, lo que pasa es que tienes la cabeza llena de pajaritos.
    Ay, ¡Quítamelos, quítamelos, quítamelos!
  2. Este era un muchacho al que se le vaciaron 2 gomas del carro. Llegó otro muchacho y le dijo que esas gomas se llenaban si él soplaba por el mofler. Pues el muchacho tan ingenuo empezó a soplar. Ya estaba mareado de tanto soplar y llegó otro muchacho y le dijo:
    Chico, ¿cómo tú vas a dejar que te cojan de bobo así? ¿cómo vas a soplar por el mofler para que se te llenen las gomas si tienes los cristales abiertos?
  3. Un chico chileno se va a la universidad en Estados Unidos, pero mas o menos a la mitad del semestre se le acaba el dinero que le dieron sus padres .
    Se le ocurre entonces una idea brillante y llama a su padre :
    Papi, no vas a creer las maravillas modernas de la educación en este sitio. Resulta que aquí en la Universidad de Berkeley tienen un programa para enseñar a hablar a los perros.
    ¿ Y cómo puedo hacer para que acepten a Tribilín, el perro de la casa?- pregunta su papá -
    Solo envíamelo con USD 3,000 y yo me encargo de matricularlo
    Así es que el confiado padre envía al perro con los USD3,000
    Mas o menos a los 2/3 del semestre el muchacho se gasta la plata de nuevo y decide volver a llamar a su padre.
    Bueno, y ¿ cómo le va a Tribilín ? - Le pregunta su padre -
    Increíble, Papi. Ya habla hasta por los codos, pero ahora resulta que hay otro curso más avanzado para enseñar a los perros a leer.
    ¡No jodas.......! ¿Y cómo hago para que entre a ese curso?
    Sólo envíame USD 2,500, y lo matriculo en ese nuevo curso.
    Así es que el ingenuo padre le envía el dinero.
    Al final del curso el chico se da cuenta que el perro no sabe ni hablar, ni leer, ni un carajo, así es que le mete un tiro al perro.
    Cuando llega a su casa al final del semestre el padre está esperándolo con júbilo.
    ¿Dónde está Tribi? Estoy deseoso de escucharlo hablar y leer. Ya tengo separada una revista de animales para que me la lea.
    Papá, no me lo vas a creer. Ya lo tenía todo preparado para el viaje a Chile cuando lo veo acostado en el sofá, leyendo el New York Times, como todas las mañanas, cuando de pronto me dice:
    ¿Bueno, y tu viejo sigue saliendo con la pelirroja ésa que vive enfrente de la casa?
    Y el padre le contesta:
    Espero que le hayas metido un tiro a ese perro antes de que hable con tu mamá....!!!!!!!
    Claro, Papi ¡Eso fue exactamente lo que hice!
    Muy bien.........Así se hace, hijo.
  4. Un chico chileno se va a la universidad en Estados Unidos, pero mas o menos a la mitad del semestre se le acaba el dinero que le dieron sus padres .
    Se le ocurre entonces una idea brillante y llama a su padre :
    Papi, no vas a creer las maravillas modernas de la educación en este sitio. Resulta que aquí en la Universidad de Berkeley tienen un programa para enseñar a hablar a los perros.
    ¿ Y cómo puedo hacer para que acepten a Tribilín, el perro de la casa?- pregunta su papá -
    Solo envíamelo con USD 3,000 y yo me encargo de matricularlo
    Así es que el confiado padre envía al perro con los USD3,000
    Mas o menos a los 2/3 del semestre el muchacho se gasta la plata de nuevo y decide volver a llamar a su padre.
    Bueno, y ¿ cómo le va a Tribilín ? - Le pregunta su padre -
    Increíble, Papi. Ya habla hasta por los codos, pero ahora resulta que hay otro curso más avanzado para enseñar a los perros a leer.
    ¡No jodas.......! ¿Y cómo hago para que entre a ese curso?
    Sólo envíame USD 2,500, y lo matriculo en ese nuevo curso.
    Así es que el ingenuo padre le envía el dinero.
    Al final del curso el chico se da cuenta que el perro no sabe ni hablar, ni leer, ni un carajo, así es que le mete un tiro al perro.
    Cuando llega a su casa al final del semestre el padre está esperándolo con júbilo.
    ¿Dónde está Tribi? Estoy deseoso de escucharlo hablar y leer. Ya tengo separada una revista de animales para que me la lea.
    Papá, no me lo vas a creer. Ya lo tenía todo preparado para el viaje a Chile cuando lo veo acostado en el sofá, leyendo el New York Times, como todas las mañanas, cuando de pronto me dice:
    ¿Bueno, y tu viejo sigue saliendo con la pelirroja ésa que vive enfrente de la casa?
    Y el padre le contesta:
    Espero que le hayas metido un tiro a ese perro antes de que hable con tu mamá....!!!!!!!
    Claro, Papi ¡Eso fue exactamente lo que hice!
    Muy bien.........Así se hace, hijo.
  5. La radio del campesino Llega un campesino a un bar con una radio bajo el brazo ofreciéndola en venta. En una mesa cercana hay varios hombres que al verlo tan humilde se proponen quitarle la radio sin pagarle un centavo. Uno de los hombres le comenta a los otros:
    - Os aseguro que con unas cervezas encima, ese campesino terminará rebajando el coste de la radio hasta casi nada.
    Por lo que lo invitan a sentarse con ellos. Entonces, preguntan al campesino:
    - ¿En cuánto nos vendes tu radio?
    - 30 euros, responde de manera ingenua.
    - Ok, vamos a tomarnos unas cervezas y luego hablamos.
    Al cabo de un rato ya se han tomado varias cervezas cada uno y le vuelve a preguntar:
    - Y entonces, ¿En cuánto la vendes?
    - Bueno, dame 10 euros - responde el campesino.
    - Me parece mejor. ¡Vamos, te invito a otras cervezas!
    Luego de un buen rato le pregunta nuevamente al campesino,
    - Y ahora, ¿En cuánto me la vendes?
    - Dame 5 euros para poder irme a mi casa.
    El hombre, viendo la posibilidad de quedarse con la radio, decide continuar con la ronda de cervezas y luego de otro buen rato insiste:
    - Y ahora campesino, ¿En cuánto me lo vendes?
    A lo que el campesino responde:
    - Te voy a decir la verdad, yo quería vender la radio para beber cerveza pero, como ya estoy borracho he decidido no venderla e irme ya a mi casa.
  6. Una chica entra en un supermercado y compra lo siguiente:
    Una pastilla de jabón.

    Un cepillo de dientes.
    Un tubo de pasta de dientes.
    Una barra de pan.
    Un litro de leche.
    Una caja de cereales.
    Una Cena precocinada, individual.
    Al llegar a la caja, el dependiente la mira y le dice:
    - Soltera, ¿Eh?
    La chica sonríe ingenuamente, y contesta:
    - ¿Cómo lo has sabido?
    Y él le espeta:
    -Porque eres muy fea querida, muy fea... :p
  7. Afrontando toda la ingenuidad de Tarzán, el día que Jane lo conoció le dio una clase de sexualidad:
    - Mira, Tarzán, eso que tienes ahí colgando entre las piernas es tu trapito y esto que tengo aquí es una lavadora ¡y tú debes lavar ese trapito en esta lavadora!
    Ese día y los siguientes cinco días con sus noches Tarzán estuvo lavando, y cuando Jane logró respirar le dijo.
    - Mira, Tarzán, la lavada del trapito no puede ser tanta ni tan seguido, porque se te puede gastar.
    Con aquel comentario, el hombre-mono se apartó un poco de Jane y después de pasar un mes sin usar la lavadora, Jane le preguntó preocupada:
    - Tarzán, ¿qué te pasa que no has querido usar más mi lavadora?
    - ¡Tarzán aprender a lavar a mano...!
  8. Un hombre entra a su casa, sube las escaleras y entra a su cuarto, allí encuentra a su mujer apenas vestida, semi tapada con una manta y un poquito exaltada.
    El hombre, un poco ingenuo, le dice:
    Amor, ¿estás bien? ¿tenés un ataque?, amor, ¿qué te pasa?, amor...
    En ese momento entra uno de sus hijos, y le dice al hombre:
    Papá, en el placard ( closet ) hay un cuco.
    El señor va a ver, llega hasta el placard ( closet ) y abre la puerta, y adentro encuentra a su mejor amigo, y le dice:
    Ay Juancito, mi mujer con un ataque, y vos asustándome a los pibes.
  9. Llega un campesino a un bar con una radio bajo el brazo ofreciéndola en venta. En una mesa cercana hay varios citadinos quienes al verlo humilde se proponen quitarle la radio sin pagarle un centavo. Uno de los citadinos le comenta a los otros:
    Les aseguro que con unas cervezas encima, ese campesino terminará rebajando el costo de la radio hasta casi nada.
    Por lo que lo invitan a sentarse con ellos. Entonces, pregunta el citadino:
    ¿En cuánto nos vendes tu radio?
    En 30 dólares, responde de manera ingenua.
    Okay, dice el citadino, vamos a tomarnos unas cervezas y luego hablamos.
    Al cabo de un rato ya se han tomado varias cervezas cada uno y el citadino vuelve a preguntar:
    Y entonces, ¿En cuánto la vendes?
    Bueno, deme 10 dólares, responde el campesino.
    Me parece mejor, dice el citadino.
    ¡Vamos, te invito a otras cervezas!
    Luego de un buen rato le pregunta nuevamente al campesino,
    Y ahora, ¿En cuánto me la vendes?
    Deme 5 dólares para poder irme a mi casa.
    El citadino, viendo la posibilidad de quedarse con la radio, decide continuar con la ronda de cervezas y luego de otro buen rato insiste:
    Y ahora campesino, ¿En cuánto me lo vendes?
    A lo que el campesino responde:
    Le voy a decir la verdad, yo quería vender la radio para beber cerveza pero, como ya estoy borracho he decidido no venderla e irme ya a mi casa.
  10. En un día como cualquier otro en temporada de caza, dos individuos se internaban en el bosque en busca de una buena presa para convertirla en su trofeo. Al cabo de un día de camino sin suerte se detienen a descansar y preparar el campamento, cuando de pronto se les aparece un gran oso grizzli justo donde habían dejado los rifles. Así que uno tomó su mochila y se puso a correr, el otro desconcertado lo sigue, y el oso sale corriendo atrás de ellos, al cabo de un par de kilómetros el de la mochila al ver que el oso les daba alcance se detiene y saca de su mochila un par de zapatos para correr, y con toda calma empieza a ponérselos, y el otro riendo de nervios le dice:
    ¡Que ingenuo eres, y crees que con los zapatos podrás ganarle a correr al oso!
    Y el otro contesta muy serio:
    Al oso difícilmente, pero a ti sí.
  11. Estaba un niño con el padre en su casa y de manera ingenua le pregunta:
    Papi, papi, ¿Qué queda más lejos la luna o Nueva York?
    El padre lamentándose de lo burro que era su hijo, lo llevó a la calle y le señaló el cielo, y le preguntó:
    ¿Qué ves?
    La luna papi, la luna.
    El padre molesto le dice:
    ¿Entonces qué crees que queda más lejos? ¿Ves a Nueva York por algún lado?
  12. Le dice el papá al hijo:
    Jesús ve a la tienda a traerme frijoles.

    Y le pregunta el niño:
    Pero, ¿dónde es la tienda?
    Y el papá le dice:
    Donde veas mucha gente, ahí es.
    Entonces, el niño va buscando un lugar con mucha gente y entra a una iglesia. En ese momento el sacerdote dice:
    Jesús llegó a salvarnos.
    El niño con mucha ingenuidad le dice al sacerdote:
    No, yo nada más llegué a comprar frijoles.



chistes de ingenuidad

Contar chistes de ingenuidad es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.