Chistes de Monterrey

Estos son los 5 chistes de monterrey y más graciosos bromas sobre monterrey que matan de risa. Lea chistes acerca monterrey que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de monterrey para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre monterrey para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Lunes: Balacera Playa del Carmen
    Martes: Balacera en Cancún
    Miércoles: Balacera en Monterrey
    Jueves: Chapo a EUA
    Viernes: Trump Presidente
  2. Una vez llegan 2 compadres regiomontanos a la ciudad de México y en un almacén ven una tina de hidromasaje que a uno de ellos le gusta mucho, entonces el dependiente de la tienda le ofrece enviarla a su domicilio en Monterrey sin costo adicional. Después de 15 días se encuentran los compadres en la calle y uno le pregunta al otro:
    ¿Compadre que pasó con su tina?
    Pues no sé compadre, no me la han enviado.
    A lo que el otro responde:
    Pues, mándeles un fax compadre.
    No, como cree, un fax sale muy caro.
    Bueno, mándeles una carta.
    ¿Qué le pasa?, los timbres, el papel, el sobre, ni loco, sale muy caro.
    Bueno, mándeles un telegrama, así sólo le cobran por palabra, sale más económico.
    Tiene razón compadre, así lo voy hacer.
    Una semana después se encuentran de nuevo los compadres.
    Compadre, ¿Qué pasó? ¿Ya envió el telegrama?
    Sí compadre, pero no recibo contestación.
    Pues, ¿Qué les puso compadre?
    Véalo usted mismo.
    Y al verlo ve una "¿i?"
    ¿Una "i"?
    Sí compadre.
    ¿Pero dígame qué "i"?
    Pues, una "i" latina.
    Por eso compadre, ¿"i" latina?
  3. Yendo de viaje por la carretera, paré en una gasolinera para cargar combustible y aproveché para entrar al baño.
    El primer retrete estaba ocupado, y pasé al siguiente. En cuanto me senté en la taza, el señor de al lado dijo:
    Hola, ¿qué haces?
    No acostumbro platicar con desconocidos y menos en el baño, pero mi calidad de viajero incógnito me animó a contestar:
    Pues aquí, de viaje hacia el norte.
    ¿Y se puede saber de qué se trata? Preguntó el señor de al lado.
    Sí, claro, contesté un poco forzado. No es ningún secreto, voy a Monterrey.
    Supongo que andas detrás de algún buen negocio, dijo el señor con seguridad.
    Sí, bueno, contesté totalmente arrepentido de haber dado pie a esta conversación, eso espero ya que las posibilidades no son malas.
    ¿Sabes qué?, respondió enojado el señor, luego te hablo, aquí al lado hay un i**... que responde a todo lo que te pregunto.
    MORALEJA:
    Limítense a hacer lo que corresponde de acuerdo al lugar en donde está:
    Si va a la mesa, coma.
    Si va a la cama, duerma.
    Y si va al baño...¡No hable!
  4. Una vez llegan 2 compadres regiomontanos a la ciudad de México y en un almacén ven una tina de hidromasaje que a uno de ellos le gusta mucho, entonces el dependiente de la tienda le ofrece enviarla a su domicilio en Monterrey sin costo adicional. Después de 15 días se encuentran los compadres en la calle y uno le pregunta al otro:
    ¿Compadre que pasó con su tina?
    Pues no sé compadre, no me la han enviado.
    A lo que el otro responde:
    Pues, mándeles un fax compadre.
    No, como cree, un fax sale muy caro.
    Bueno, mándeles una carta.
    ¿Qué le pasa?, los timbres, el papel, el sobre, ni loco, sale muy caro.
    Bueno, mándeles un telegrama, así sólo le cobran por palabra, sale más económico.
    Tiene razón compadre, así lo voy hacer.
    Una semana después se encuentran de nuevo los compadres.
    Compadre, ¿Qué pasó? ¿Ya envió el telegrama?
    Sí compadre, pero no recibo contestación.
    Pues, ¿Qué les puso compadre?
    Véalo usted mismo.
    Y al verlo ve una "¿i?"
    ¿Una "i"?
    Sí compadre.
    ¿Pero dígame qué "i"?
    Pues, una "i" latina.
    Por eso compadre, ¿"i" latina?
  5. Resulta que un sábado llegó un circo a la ciudad de Monterrey y toda la mañana se prepararon, y en la tarde empezaron a anunciar por la ciudad.
    ¡Señores y señoras, vengan a mirar el león más feroz del mundo por sólo 50 pesos!
    A la hora de la función nadie llegaba, por lo que el dueño decidió bajar el precio y decía:
    ¡Vengan a ver al león más feroz nunca antes visto por sólo 30 pesos!
    Pero nadie llegaba, y así siguió bajando el precio, por sólo 20 pesos, 10 pesos, y nada, hasta que al final dijo:
    Pasen a ver el león más feroz, ¡gratis!
    Y se llenó la carpa que casi se reventaba, y el señor puso estacas alrededor de la carpa y después dijo:
    A 200 pesos la salida porque, ¡vamos a dejar libre al león!