Chistes de Oler
Estos son los 8 chistes de oler y más graciosos bromas sobre oler que matan de risa. Lea chistes acerca oler que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de oler para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre oler para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- Natural como la vida misma Dos tíos en un ascensor.
En un momento dado uno empieza a oler a un lado y a otro y al final dirigiéndose al otro le dice:
- Se ha tirado usted un p**... ¿verdad?
- Naturalmente, señor, o es que se cree que yo huelo así. - Un señor acaba de poner flores sobre la tumba de su amada. Ve a un chino que está colocando un plato de arroz en una tumba cercana, y le dice en tono burlón:
- Me gustaría saber a qué hora subirá su amigo a comerse el arroz.
- A la misma hora que subirá su amada a oler las flores. - ¿Qué es una Boda?
Es un funeral donde el muerto puede oler las flores. - Un hombre y una mujer están solos en un ascensor:
- Perdone, ¿podría oler su c**...?.
- ¡¡No!!.
- Entonces lo que estoy oliendo deben ser sus sobacos. - -¿Qué es una Boda?
- Es un funeral donde el muerto puede oler las flores.
- ¿Qué es una lápida?
- Una china que corre rápido.
- ¿Qué fue lo último que se escuchó en la caja negra del Challenger cuando se estrelló?
- Dejen que conduzca ella... - esto es un cliente que entra a un bar y al oler el tenedor acertaba lo que comia el camarero.
llega, entra, huele el tenedor y dice abis comio arroz...sii ya me has ganao la apuesta. llega otra vez y dice te apuesto otra vez huele el tenedor y dice hoy abis comio espaguetis y dice joder, otra vez me a ganao la apuesta.
se va el cliente y el camarero inflao y dice juana metete el tenedor por el choto se lo meto y viene el cliente y dice aora te apuesto a que no lo adivinas, coje el tenedor, lo huele y dice esque trabaja aqui la juana - Una tía a la que le olía el choco más que a nadie en el mundo, y no podía tener relaciones porque, aunque estaba buenísima, todos los tíos salían corriendo a la hora de entrar a matar.
Está en el ginecólogo...
- Bueno, doctor... ¿qué tal las pruebas?
- Pues verá usted... Esto ni es operable, ni tiene medicación posible, ni echándose 10 botes de Rexona todos los días, ni lavándoselo con agua bendita; a usted le olerá así toda la vida, así que le recomiendo que encuentre a alguien que carezca del sentido del olfato.
- Bueno... a ver si hay suerte.
Al cabo de cuatro años, estaba cenando con un hombre, y éste le confiesa que no tiene nada de olfato. "¡Madre mía! ¡A éste sí que me lo follo", pensó ella. Total, que se van para casa y empiezan a desnudarse. El tío se dispone a practicarle el cunilingus, y al ratito le dice:
- Oye, a ti te huele el coñó un montón, ¿verdad?
- Pues... Sí... Pero.. ¿cómo lo has sabido, si no hueles?
- ¡¡c**..., asquerosa!! ¡¡Me están llorando los ojos!! - En un cementerio de México, mientras todos ofrendaban flores y lloraban a sus muertos, Pepito sollozaba, al tiempo que ponía un plato de arroz, como ofrenda para su muertito. Un mexicano que lo veía de reojo le preguntó en tono de burla:
¿A qué hora sale a comer su arroz el difunto?
Pepito con seriedad contesta:
A la misma hora que el tuyo sale a oler las flores.
Contar chistes de oler es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.